Nos levantamos un poco más tarde que los días anteriores pero también sin despertador. Decidimos no desayunar porque ninguno de los dos tenía muchas ganas así que pasamos por la isla de bebidas, llenamos nuestro mug de café y nos fuimos directo para la parada del bus. A las 8 de la mañana ya estábamos en camino hacia el último parque Disney que nos quedaba por conocer: DISNEY HOLLYWOOD STUDIO (antes MGM). Como había Extra Magic Hours por la mañana, cuando llegamos ya estaba abierto.

Al igual que los otros días, fuimos para Guest Relations a alquilar los traductores y como tenían algunos adornos muy lindos en la recepción, mientras Nico completaba el formulario yo me dediqué a sacar fotos.
Enseguida empezamos a caminar por Hollywood Boulevard y, mientras nos íbamos acercando al gorro, nos sacamos fotos con todos los fotógrafos que encontrábamos en el camino. Qué lindo que es ese gorro!!! Era la primera vez que lo veía porque la primera vez que había ido con mi familia no existía y siempre lo había visto por fotos.

Doblamos hacia nuestra derecha, para Sunset Boulevard, para sacar los fast pass para la Torre del Terror.
Meses antes, cuando estábamos programando el viaje, le había dicho a Nico que iba a hacer una montaña rusa por parque y la elegida de este era la famosa Torre del Terror. Como todos ya saben, esto quedó en el olvido después de mi mala experiencia en el Everest de Animal Kingdom (el primer parque que visitamos) pero había una voz dentro mío que me decía que no podía volverme a Argentina sin haber subido una vez más a algún juego de emociones violentas, por decirlo de alguna manera.
Cuando llegamos a la entrada, no había gente haciendo fila así que después de discutirlo varias veces con mi cerebro llegué a un arreglo: Nico subía y dependiendo de lo que contara a la salida iba a ver si lo acompañaba en su próxima subida.
Obviamente bajó totalmente feliz y gritando a los cuatro vientos que estaba espectacular, re emocionante, que la antesala era muy linda y que valía la pena hacer el esfuerzo porque no era gran cosa: entre subida y bajada había contado tres sacudones nada más. Decidí pensarlo pero su felicidad me había contagiado bastante. La voz cada vez sonaba más fuerte diciendo que lo tenía que hacer.
Nico es el de abajo de todo a la derecha, que tiene el buzo azul.
Nos sacamos unas fotos con la guitarra de Aerosmith pero como todavía no estaban repartiendo fast pass, volvimos para sacar los de la Torre del Terror y, como queríamos ver el espectáculo de Indiana Jones, nos fuimos para la otra punta del parque.

Pasamos por el paseo de la fama y nos sacamos fotos con los personajes más conocidos.

Entramos en el Star Tours, un simulador de vuelo de la nave de Star Wars que hace un viaje por la galaxia pasando entre asteroides y que termina en medio de una batalla con la nave de Darth Vader. La atracción en sí no es gran cosa pero todo el trayecto previo es lo que lo hace espectacular porque parece que uno estuviera dentro de la película y formara parte del lugar. Por momentos pareciera que en algún lado va a aparecer la princesa Leia, Luke o Yoda!!
A Nico los sacudones de la nave le revolvieron el estómago pero a mí me gusto mucho y hubiera vuelto a subir. Ya era costumbre en todos los juegos y atracciones: salimos para la tienda de regalos; y a la salida nos sacamos unas fotos muy acordes al momento.

Yendo para Muppet Vision 3D nos comimos un pretzel y después entramos a la atracción, es una película en 3D de los Muppets (Plaza Césamo para los de mi edad o Teleñecos para los Españoles) bastante graciosa y divertida, dentro de un teatro con algunos de los personajes interpretados también por audio-animatronics.

Como se acercaba el horario del fast pass de la Torre del Terror nos fuimos para ese lado. La verdad es que no tenía muchas ganas de subir pero como Nico insistía en que eran solo 3 sacudones accedí.

Como entramos últimos nos tocó adelante de todo (se llena de atrás para adelante): para él estaba bárbaro ese lugar y yo pensaba: “Buenísimo, así tengo más posibilidades de salir volando del juego este, por esta enorme ventana cuando se abra y vaya a saber por dónde aterrizo”. Me senté del lado de la pared porque tenía un pequeño pasamano para agarrarse, pero yo no me agarré: me abracé al palo ese! Cuando la señora estaba a punto de cerrar la puerta tuve ganas de salir corriendo pero me contuve porque iba a parecer una tonta. No voy a negar que la antesala es muy linda, que está todo muy bien ambientado y que la historia está muy bien pensada pero mis nervios en este tipo de juegos me superan y no me dejaban disfrutar nada. Traté de tranquilizarme diciendo: “Tres sacudones no son nada, los voy contando; cuando voy por el uno ya estoy en el dos y cuando me doy cuenta ya terminó el tres”.
Esperaba contar los TRES dichosos movimientos para que se hiciera más leve todo pero la verdad es que en el primer sacudón me olvidé por qué número iba. De algo bajé totalmente segura: habían sido más de tres veces las que subió y bajó el ascensor ese, es más creo que fueron 5.
Entre subidas y bajadas sentía algo que volaba entre mis pies y no sabía qué era, pensé que alguien se habría olvidado algo y para que no saliera disparado lo apreté con las rodillas pero sentía que en cualquier momento salía volando yo por la ventana que tenía adelante. Para colmo atrás de todo había una pareja con un nenito de unos 5 años que cuando eso se empezó a mover el nene gritaba como si lo estuvieran torturando; pobrecito se ve que había subido y no sabía lo que era y Nico encima gritaba “¡¡Qué buena vista!! UH!!!!”
Yo no podía ver nada, me sentía totalmente identificada con el nene y cuando abrí los ojos se me caían las lágrimas; cuando miro al suelo para ver qué era lo que tenía entre las rodillas me encuentro que era el trípode de la filmadora que había estado volando por el piso.
Juré no volver a subir nunca más y acto seguido le empecé a reprochar al pobre Nico que me había mentido porque eso se había movido mucho más de lo que él había dicho hasta que de pronto me dice: “Claro!! En el foro siempre decían que todas las veces que subís es diferente porque cambia continuamente!!!” Ay, que bronca me dio, justo a mí me tenía que tocar el más largo!!!

En estas dos últimas fotos se puede ver como me aferré al pasamanos y lo más gracioso es como todas las personas que estaban sentadas junto a nosotros están dados vuelta mirando al nenito de atrás que gritaba como un descosido.
A las 11:00 hs. nos pusimos en la fila para ver el espectáculo de Indiana Jones, que tampoco cambia desde hace años pero siempre es muy interesante verlo. Muestran cómo se filmaron muchas de las escenas de riesgo de la película y cómo se puede filmar partes de exterior en un lugar cerrado, medianamente chico. Eligen 6 o 7 personas del público para que hagan de extras y todos se diviertan un poco viéndolos actuar.

De ahí fuimos a Journey Into Narnia: Prince Caspian nos encontramos que había dos paseos diferentes: con y sin juego interactivo; la primera tenía una espera de 45 minutos y la otra de 15 así que decidimos hacer el que no tenía el juego interactivo. Enseguida entramos en una sala que tenía la piedra donde muere el león en la primer película; alrededor de las paredes había pantallas que mostraban los avances de la segunda parte de la saga, que todavía creo que no se había estrenado.

Después de ver los videos pasamos a otra sala que tenía parte del vestuario que usaron los protagonistas y algunas partes de la escenografía. Calculo que serían los originales, o por lo menos eso dicen los carteles. A nosotros nos gustó mucho porque habíamos visto la primer parte y teníamos ganas de saber cómo era la segunda pero calculo que si hubiésemos ido sin saber nada de la película nos habríamos quedado en ayunas.
A la salida fuimos a la atracción que más esperaba: One man’s Dream, es una exposición creada para el centésimo aniversario de Walt Disney. Las paredes de la entrada están empapeladas con el boceto original que hizo de Disneylandia. Es increíble poder ver de cerca el diseño que el mismo Walt hizo de ese lugar tan maravilloso, ese que soñamos con poder conocer algún día. También hay fotos, videos y hasta maquetas de los cuatro parques de Walt Disney World; al final del recorrido hay una pequeña sala de cine donde pasan una película con entrevistas, al estilo documental, donde él mismo cuenta su sueño de hacer realidad un parque donde la gente de todas las edades pueda disfrutar junto a su familia; y a un costado está el escritorio original que usaba Walt en sus estudios.

Seguimos para The Magic Of Disney Animation, es otro paseo donde muestran como se crean los dibujos animados de Disney como Mushu, el dragoncito colorado de Mulan. Pasamos por algunas oficinas donde había gente que estaba inspirándose en algún futuro dibujo animado. Qué lindos escritorios que tienen, llenos de peluches y muñecos de todas las películas!!! Con pinturas, lápices y todo tipo de cosas de lo mejor, qué lindo que trabajan ahí!! Está bien que obviamente no es ese su lugar de trabajo porque está hecho solo para el paseo pero seguro que deben tener así sus oficinas, tan alegres!!!
Llegando al final del paseo hay una exposición de algunos de los premios que recibió la empresa a lo largo de los años. Para mí, el más importante y significativo es el que recibió por la creación de Mickey porque… “NO HAY QUE OLVIDARSE QUE TODO COMENZÓ CON UN RATON”

A la salida estaban los carteles de la película BOLT, que estaba estrenándose y justo se iban algunos personajes de los Increíbles pero no pudimos alcanzarlos para sacarnos algunas fotos. Pero…..
A un costado estaba el Mickey que más me gusta, el Hechicero!!!! No me sentía muy bien, tenía el estómago un poco revuelto y la verdad que no tenía ganas de quedarme haciendo la fila pero como no había muchas más posibilidades de encontrarlo en otro lado, y teniendo en cuenta que es el Mickey que más me gusta hice el gran esfuerzo y me quedé. No me arrepiento!

La tienda que estaba a continuación de esta atracción era HERMOSA, tenía pósters, dibujos, cuadros, estatuas, una más linda que la otra; daban ganas de llevarse todo pero los precios no eran muy económicos que digamos.
A las 14:30 hs. nos fuimos a comer algo para ver si me podía componer un poco del revuelto de estómago, decidimos ir a Catalina Eddie’s y nos pedimos dos pizzas una de queso y la otra de pepperoni; ambas venían acompañadas con ensalada. Yo no pedí postre y lo cambié por un paquete de Doritos, en cambio Nico pidió una tortita de chocolate y de tomar dos limonadas.

En la caja nos tomó el pedido una empleada argentina que hacía una semana que estaba en Orlando y dos días que estaba trabajando en Disney. Nos contó que estaba por 6 meses y que había llegado a ese trabajo por una agencia brasilera. Estaba muy contenta con su trabajo (quien no) y era la primera vez que se encontraba con gente de su país.
Quedaba un asunto pendiente: Rock’n Roller Coaster. Si bien yo me sentía mucho mejor no iba a subir ni aunque me mataran. Sobre todo teniendo en cuenta que sale disparada de golpe!!! Esta montaña rusa está auspiciada por Aerosmith y hace de cuenta que uno está con los integrantes del grupo que lo invitan a subir a un Cadillac para ir a un recital. Nico salió completamente feliz, contando que es muy linda la antesala y que vale la pena subir. ¿¿En qué momento del día había escuchado yo esa misma frase??

Mientras lo esperaba me encontré con una ardillita subida a un árbol. Si uno presta atención se puede encontrar con varias porque están por todos lados. Le tienen bastante miedo a todo, así que con cualquier movimiento salen corriendo pero con mucha tranquilidad la pude filmar un rato.

A eso de las 3 de la tarde nos sentamos a esperar el desfile: Block Party Bash, que está auspiciado por Pixar y tiene personajes de Toy Story, Bichos, los Increíbles y Monsters Inc. No es tan largo como los de los otros parques, este tendrá unas 5 carrozas, pero como hacen participar a los chicos y a los grandes jugando y bailando, se termina haciendo un desfile de casi 45 minutos.

Cuando terminó el desfile entramos en The Great Movie Ride, un paseo en bote por el interior de varias escenas de películas clásicas como Cantando bajo la lluvia, donde el guía va hablando con los distintos personajes de las películas, protagonizados por audio-animatronics.

A la salida fuimos a ver si habían empezado a hacer la fila para Fantasmic. Como es un show muy lindo la gente espera desde temprano para conseguir un buen lugar y nosotros queríamos verlo desde una buena posición para poder filmarlo todo.
Como era un poco temprano nos quedamos viendo el Show de la Bella y la Bestia que ya había empezado hacía solo 5 minutos. Conseguimos un lugarcito atrás de todo pero lo vimos muy bien igual. A Nico no le importaba mucho tener un buen lugar y por mi parte ya había visto uno parecido acá en Argentina que no se diferenciaba en mucho de este. No quiero decir que no fuera lindo, todo lo contrario, pero en otro viaje tal vez.
A las 17 fuimos directo a hacer la fila para Fantasmic! que empezaba a las 18:30. Como es uno de los espectáculos más lindos de Disney la gente espera desde temprano para ver desde una buena ubicación el show. Estábamos esperando en la calle cuando una señora del staff vino a abrir el paso hacia el anfiteatro y dijo que teníamos que seguir a dos nenas que estaban delante de todo porque eran las “princesas” de ese día.
Nico me dijo que las siguiésemos porque seguramente las iban a poner en una buena ubicación. Las sentaron en el centro del anfiteatro, justo atrás de todo, y un asiento delante de ellas nos sentamos nosotros. La espera fue larguísima, teníamos una hora y media y estaba haciendo mucho frío. Nico canjeó un snack por un chocolate caliente y yo compré unos pochoclos salados. 45 minutos antes que empezara el espectáculo llegó un grupo de argentinos que se sentaron cerca nuestro. Para divertirse un poco empezaron a organizar “la ola”, algo muy común para nosotros, sobre todo en recitales y partidos de futbol para animar la espera.
A los americanos les costó bastante entender el concepto de OLA porque nadie se paraba y los miraban como si estuviesen locos, cuando gritaban y agitaban los brazos esperando que los demás los siguieran. De pronto, el único americano con un poco de chispa de todo el lugar se paró en el medio del lugar y le empezó a gritar a todos que se pararan con los brazos en alto para seguirlos. Se fue a los gritos para el otro lado del anfiteatro para explicarles a los de la punta opuesta lo que tenían que hacer y después de casi 30 minutos de intentos casi todo el anfiteatro estaba haciendo la ola. Jajaja, cómo nos reíamos nosotros dos viendo como nuestros compatriotas festejaban el triunfo!!!!
Por fin se apagaron las luces y empezó a sonar la canción, es tan linda y tan emocionante que ahora la llevo en el celular como tono de llamada. Salió Mickey y se suponía que en ese momento se prendían TODAS las luces y salían fuegos artificiales pero….
De golpe se apagó la música, las luces nunca se prendieron y Mickey se metió para adentro corriendo. Nos queríamos morir!!!! Por parlantes pidieron unos minutos hasta que se arreglara el desperfecto pero pensábamos que se iba a suspender el show y que nos habíamos perdido un montón de horas en vez de recorrer lo que nos faltaba de parque. Por fin a los 5 minutos volvió a empezar y no hubo más interrupciones.
Ahí entendimos porque habían sentado a las dos nenas que habían entrado primeras con sus padres atrás de todo y agradecimos habernos sentado delante de ellas. El tema era que usaban agua y dependiendo del viento podías salir bañado del show. Ni que hablar de prender la filmadora o sacar fotos! Si nosotros estábamos sentados en el anteúltimo asiento y nos mojábamos igual ni me quiero imaginar cómo quedaron los que estaba delante de todo.
El show tiene unos efectos muy buenos, en una cortina de agua proyectan una película de dibujos animados, además hay fuegos artificiales y casi todos los personajes Disney vienen a ayudar a Mickey a salir de una trampa que le tienden los “malos” de las películas más conocidas.
Cuando salimos nos fuimos a la tienda de Tower of Terror y decidí comprarme algo que recordara la travesía matutina porque me lo merecía! Compré una pollera de toalla muy linda (U$S 12) y Nico se llevó una remera (U$S 25).

A las 8 teníamos reserva en el Sci Fi Dine es un restaurant que parece un autocine, las mesas son autos antiguos para 4 personas.

Nico pidió unas costillas con barbacoa con unas papas fritas y ensalada y yo una tarta de cerdo con panceta y papas fritas. Para tomar pedimos una gaseosas con unos prendedores con luz de Campanita y Garfio. De postre Nico pidió una copa de crema y chocolate y yo ensalada de frutas. Solamente tuvimos que pagar las bebidas porque esas gaseosas que habíamos elegido con los prendedores no entraban en el dining plan, salían U$S 6,49 cada una.

Cuando salimos era tan tarde que nos habíamos perdido las luces de los Osbourne, ya no quedaba casi nadie en el parque y no pudimos ver más nada, así que nos fuimos directo para el hotel a dormir.