
En definitiva, Burkina Faso me ha gustado. Destaco sobre todo, a nivel de visitas concretas, la arquitectura de Bobo y la del país Kassena y, a nivel general, el ambiente que se vive en las calles, que están muy animadas con mercados, comercios y música. A nivel natural me ha sorprendido, con paisajes muy bonitos. La gente por lo general es muy amable, y me ha gustado que al saludarse, incluso sin conocerse, se hacen varias preguntas protocolarias. Es un país que se combinaba siempre con Malí y que, por ello, ha tenido un descenso muy importante del turismo, pero yo lo he visto como un lugar muy seguro y fácil por el que viajar.

