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26 de Julio. Playa de Plaka, la Portara y cena en Chora.
Amanecemos en Agios Prokopios, abrimos la terraza de nuestra habitación y vemos la piscina del hotel. La reserva está hecha sin desayuno y anoche nos ofrecieron la opción de incluirlo en la reserva, pero decidimos que no, pues aunque se trata de dos noches, la segunda tenemos que madrugar mucho. Para hoy tenemos desayuno que hemos traído de Donoussa y lo tomamos en la terraza de nuestra habitación, estupendamente. Tenemos que abrir la sombrilla de la terraza, pues hace mucho calor.
Nuestra estancia en Naxos es de paso pues yo ya conozco esta isla y no me quiero complicar en el poco tiempo que vamos a pasar en ella. Naxos ha cambiado mucho en estos 9 años, tiene más turismo, y pienso que merece la pena visitarla en otra época, fuera de la temporada alta, pues la isla es muy bonita.
Nos dirigimos a la playa de Agios Prokopios, que a esas horas de la mañana está tranquila pero llena de sombrillas y hamacas que intuimos que se llenarán. Vamos a una tienda a comprar los billetes de autobús para ir a la playa de Plaka, la playa virgen más cercana a nuestro hotel. Yo tenía muy buen recuerdo de Mikri Vigla pero llegar hasta allí sin coche es más complicado.
La playa de Plaka es enormemente larga, como la gran mayoría en Naxos, y es fácil hacerse con un lugar tranquilo. Se está realmente bien en este lugar tan tranquilo, tanto en la arena como en el mar y pasamos una mañana estupenda a la vez que nostálgica, pues nos toca despedirnos del mar Egeo.
A mediodía cogemos el bus de regreso a Agios Prokopios y vamos directas a comer a la taberna que nos han recomendado en el hotel, un lugar típicamente griego, ambientado con decoración marinera, donde justo encontramos una mesa, pues está lleno de gente:
Giannoulis: aperitivo de la casa, mousaka, copa de vino y refresco. 13€.
Vamos al hotel, que se encuentra muy cerca y pasamos la tarde en la piscina hasta que subimos a la habitación a preparar las maletas y prepararnos para ir a Chora. El bus a Chora se coge en el mismo lugar que el bus a la playa. Hay muchísimo ambiente y más ruido que en las islas anteriores. Y es que se nota gran diferencia de las islas auténticas y tranquilas a las turísticas. No es Santorini ni Mikonos, pero tampoco es el Naxos que conocí hace nueve años. Grecia se va poniendo de moda poco a poco. ¿Por qué será?
Una vez llegadas a Chora, vamos directas a la Portara. Hay mucha gente pero el lugar es encantador. Si miramos hacia un lado vemos el sol caer y si miramos al otro, vemos Chora, aun iluminada. Me da pena ver este sitio con tanta gente alrededor pero aun así me emociona. Se nota que es mi último día de 2018 en Grecia. Se nota…
Tras pasear por allí y hacer muchas fotos, vamos a callejear por el pueblo. ¡Qué bonito es! Se me había olvidado que tuviera tantas callejuelas maravillosas, con sus arquitos, sus tiendas decoradas al detalle, sus escaparates, esos suelos tan cuidados y terrazas para cenar o tomar coktails llenas de encanto. Es ideal…
Enseguida encontramos la taberna que buscamos, y lo mejor, la mesita que hay bajo la bicicleta amarilla está libre. Increíble para lo lleno que está el lugar, por lo que no dudamos en sentarnos allí, bajo esa bicicleta colgada del balcón que aparece en una foto de mi guía de viaje.
O Apostolis: calamares con verduras, copa de vino, refresco y helado obsequio de la casa. 22€.
La ración enorme y muy muy rica, el lugar encantador, con sus farolillos de colores junto a la pequeña iglesia y lleno de ambiente. Es lo que necesitamos en una última noche de nostalgia.
Buenas noches, Naxos… Buenas noches, Grecia… qué pena nos da que estas sean nuestras últimas buenas noches… Qué pena nos da…
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