Hemos dormido nuestras 8 horas que falta nos hacía. A las 7:30 nos han traído el desayudo: pan tostado con queso, mantequilla y mermelada, unas galletitas saladas, yogur, un zumito y un te. No es para tirar cohetes pero tampoco para quejarse.
Aquí en Atacama parece que no les gusta madrugar. Las cosas las abren a las 9 cuando está amaneciendo a las 6:30. Así que sin prisas hemos ido al pueblo a comprar sándwiches, embutido y agua en la única tienda abierta y tras echar gasolina hemos puesto rumbo al valle de la muerte. Le llaman valle de la muerte pero en la entrada pone valle de marte. Hemos llegado a las 8:45 y el chico nos ha dejado pasar. Estábamos solos. Se llega con el coche por un camino encajonado entre rocas hasta un aparcamiento a los pies de un duna.

Hemos hecho una ruta de unos 4 kilómetros. Traíamos las expectativas bajas y era lo primero que veíamos pero finalmente nos ha gustado bastante. La ruta sube por un camino hasta un mirador desde el que se ve el valle, San Pedro y de fondo los volcanes de Atacama. Se puede ver el Lascar y el Cerro Toco que tenemos intención de subir. Desde el mirador se va bordeando la cornisa del valle hasta llegar a la duna. La duna es la parte más chula. Bajas hasta el aparcamiento dejándote caer por la duna. terminas de arena hasta arriba pero nos lo hemos pasado como críos. Al llegar a la parte baja de la duna vemos que el aparcamiento ya está lleno de gente haciendo sandboard. Como snowboard pero en la arena. Sinceramente a esta gente les han timado. Se pegan una paliza para subir hasta la parte de la duna que coge pendiente para luego una bajada algo cutre en donde alguno hasta se queda parado a medio camino... y encima vuelta a subir.


Tras sacar nos toda la arena. A las 11 volvemos al pueblo. Ya está todo abierto así que intento comprar una tarjeta de datos. El intento se queda en eso porque cuando intenta activármela le sale error y termina diciéndome que en domingo no se activan las tarjetas... nos compramos unas empanadillas y cogemos el coche para reservar entrada mañana en el valle de la luna para el atardecer.
Del valle de la luna nos hemos dirigido a Guatín. Aquí hay un río encañonado lleno de cardones, unos cáctus muy altos. La idea era hacer una ruta que recorre todo el cañón. Cuando llevábamos 30 minutos andando hemos visto que es imposible hacer la ruta y llegar al Tatio a tiempo. Andar por el cañón mola pero se anda muy lento porque tienes que ir saltando de un lado al otro del río constantemente. Llegamos hasta un explanada llena de cardones y volvemos para el coche.


De Guatin nos dirigimos a Tatio. Tatio es un campo de geysers que se encuentra a unos 4000 metros. La gente normalmente va al amanecer porque con el frío el vapor de los geyser es más evidente. Al ir por la tarde lo bueno es que no hay ni un alma. Lo mejor ha sido el camino hasta Tatio. Lagunas con flamencos, vicuñas y el paisaje rodeado de volcanes. Muy espectacular.

Hemos llegado a Tatio a las 15:45. El tío de la entrada nos ha dicho que a las 17:00 cierran y tenemos que salir. Vamos hasta el aparcamiento y viendo el frío que hacía nos hemos abrigado hasta arriba.
La zona de los geysers pues bueno... no está mal pero se les ha ocurrido delimitar los geysers con una piedras rojas que vaya iluminado al que se le ocurrió... afean la imagen porque se te van los ojos a las piedras rojas. La zona es bonita aún así, se escuchan las fumarolas y se ven los penachos de vapor. cogemos el coche y vamos a la otra zona donde hay unas piscinas hirviendo, que me ha parecido más chulas que los geysers y luego una piscina termal donde te puedes bañar.



En la piscina hay una familia de chilenos con una niña de 5-6 años preciosa. les pregunto si el agua está caliente y la niña me grita con una ilusión increíble: "caliente no, esta calentiiiita". Nos hemos metido al agua pero porque hay que coleccionar la experiencia pero vamos hacen - 6 grados. Cambiarse y ponerse el bañador de por si es un suplicio, eso si al meterte al agua se te pasa la hipotermia. El agua como dice la niña está calentita. Hay zonas que queman pero zonas que se está muy a gusto.
Estábamos preocupados por la hora pero el padre de la familia nos ha dicho que eso de que cierran a las 17 es mentira, que no nos "apuremos". Ellos son de Calama y se han venido a pasar el día. A falta de playa buenos son los geyser a 4200 metros... hemos alargado el momento del baño hasta las 17:30 pasadas. Solo pensar en salir del aguada miedo. Al final no ha quedado otra, nada más salir del agua el cuerpo se te hiela. Para colmo mi toalla se me ha caído al agua y me he tenido que secar con la de Belén, pero hace tanto frío que no notaba que la suya estaba mojada. En tiempo récord nos hemos vestido y entre tiritonas hemos salido zumbando al coche para poner la calefacción modo Murcia.
Ya calientes hemos puesto rumbo a Atacama. El atardecer ha sido de lo más bonito pero en cuanto se ha hecho de noche la gracia se ha acabado. Entre el cansancio y la carretera íbamos penando. Hemos bajado a ver las estrellas, muy bonitas pero un frío de narices que no invitaba a muchas tonterías.
Finalmente al llegar a Atacama hemos pillado una pizza para llevar que nos hemos comido casi sin hablar en la habitación del cansancio acumulado. Tras la ducha hemos caído en la cama como si nos hubieran pegado un tiro.