Desplazamiento hasta Nantes, donde deberé coger el vuelo de regreso el día siguiente.
Me instalo en el hotel y salgo a patear la ciudad. Son aprox. las 11:30, tengo casi un día para ello.
Actualmente pertenece al departamento de Pays de la Loira, pero antaño fué capital de Bretaña, aún se aprecian sus vínculos con ella.
Por la rue des trois croissants alcanzo enseguida la pl. del ayuntamiento, y un poco mas allá, ya se vé la
Catedral, de grandes proporciones, en la fachada hay 3 portadas esculpidas, muy bonitas.

Entrando se aprecia la gran altura de la nave, conseguida gracias a la utilización de tuba blanca, mucho más ligera. A la derecha del transepto está el grupo escultórico de la tumba de Francisco II, soberbio.

En una capilla lateral, a la izquierda, descubro una pintura naif que me hace mucha gracia

Una grandiosa catedral, luminosa y ricamente decorada.
A su derecha, no está muy lejos el
CAstillo de los Duques de Bretaña, una amplia fortaleza, con torres cilíndricas, potentes murallas y un ajardinado foso por el que se puede pasear.

Edificios de diversas épocas, en el mas bello, a la derecha, está el
Museo de la ciudad ( 8 € ), una amplia y documentada exposición, atravesando diversos momentos de la historia de la ciudad, con algunas explicaciones en español. Está bien montado, hay muchas salas, pero con sinceridad sólo lo recomendaría - teniendo en cuenta su alto precio - si os gustan mucho estas cosas u os interesa la historia de Nantes.

Se puede también recorrer las murallas, con vistas sobre la ciudad.
A la salida, por un lateral, se pasea por la rue Franklin Roosvelt, por donde pasan los tranvías, muy animada y llena de cafeterías, todo el mundo parece estar en la calle ( es sábado por la tarde )
Al rato se llega al famoso Pasaje Pommeraye, muy decimonónico y lujoso, aunque hay tiendas de todo tipo; muy cerca la place Royal, dominada por la alta aguja de S. Nicolás.
Cerca la pl. Grasslin, con la Ópera, enfrente el restaurante La Cigale, se reconoce por su fachada en blanco y azul, interior en estilo art decó, exhuberante, con lámparas, murales, azulejos, todo tipo de exceso decorativo.
Sólo entré un poco, lo justo para hacer un par de fotos; tengo entendido que no es prohibitivamente caro

Muy cerca, el Cours Cambronne, un amplio y ajardinado bulevar con una serie de palacios exactamente iguales, principios del siglo XIX.
Detrás de la Catedral, un par de calles mas allá, el muy interesante
Museo de Bellas Artes ( 8 € ), instalado en un enorme edificio, con imponente fachada y grandes escalinatas y salones en el interior, parece un palacio real.

Colecciones, en la planta baja de pintura - y alguna escultura - sobre todo siglos XVII a XIX, franceses, flamencos,

Este cuadro me recordó las fiestas campestres que pintaba Brueghel
italianos. Destacan Ingres, De la Tour ( especialista en lienzos iluminados sólo con una vela )

algun Rubens.
En la primera planta, obras mas modernas; impresionistas, postimpresionistas, principios del siglo XX, incluso hay varios Kandisky.
En Nantes también se pueden ver Les Machines de l, isle, unas modernas instalaciones que combinan la fantasía de Julio Verne, natural de la ciudad, con una estética post industrial, pero ya no tenía tiempo.
Los interesados que consulten el diario de AuriBCN, que lo explica muy bien.
Lo mismo que comenté respecto de Rennes: Nantes no es un ciudad preciosa, pero si debeis pasar por allí cerca, no está de mas dedicarle al menos medio día.
El día siguiente tenía el vuelo de vuelta por la mañana, no hay nada que contar.