Día 26 de julio, playa de Balos ✏️ Travel Journeys of Greece

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Aunque el dueño del apartamento nos había recomendado no ir a la playa con el niño salvo que fuéramos en barco, nosotros no le hicimos caso y decidimos ir en coche y hacer el trayecto andando.
Salimos muy pronto de Chania, hay que tener en cuenta que el camino es largo y el parking se llena.
A las 8.30 ya estábamos montados en el coche dirección Balos, con el Google maps llegas estupendamente. Hay que tener en cuenta que se tarda una hora solo en llegar en el coche.
Llega un momento que la carretera se convierte en camino y el camino en senda de piedras y con un desfiladero importante. Por allí te acompañan las cabrillas autóctonas, a las que no parece importarles que los turistas andaramos por allí.
Armaros de paciencia porque hay algunos conductores muy cagados y van pisando huevos, creando grandes colas.
Si eres habilidoso al volante puedes adelantar porque el camino es ancho y a primera hora no habrá ningún coche de retorno.
Cuando te vas aproximando a la zona, aunque queda un rato, hay una garita donde se paga un euro por persona. Después un parking gratuito donde hay un par de chiringuitos donde comprar agua, helados… y muchas cabras.
Una vez dejas el coche hay que andar unos 10-15 minutos hasta llegar a empezar a bajar, son muchos escalones de piedra y la bajada serán otros 20-30 minutos. Pero las vistas te van animando!!!
Cuando bajamos lo primero que hicimos fue escoger una sombrilla y unas hamacas!!!
Una pasada, estar en la orilla literal del agua turquesa y mansa.
Estábamos tan a gusto que nos quedamos a comer. En la misma playa hay un chiringuito donde pudimos comprar cervezas, helados y bocatas a un precio razonable.
La brisa era tan agradable que no pasamos nada de calor, pero cuidado que quema y no te das cuenta.
Esta playa es ideal para los niños pequeños no cubre, es tranquila y estas al lado del mar. Totalmente recomendable.
A las 4,15 iniciamos el ascenso. Sabíamos que nos llevaría un tiempo entre unas cosas y otras.
Lo peor fue pensar en subir, pero con paciencia se consigue. Tenéis que pensar que con el niño de 3 años había que hacer paraditas y entretenerle para que no se hartara. De todas formas se portó genial y a las 5 estábamos en el coche retornando a Chania.
Cuidado con la vuelta porque algunos coches los aparcan en el camino, cosa que no entendemos porque dificultan la salida y la hacen más arriesgada.
En camino de vuelta fue la siesta merecida de mi hijo, que continuo en el apartamento.
Echada la tarde encima volvimos a disfrutar de Chania y su puerto.

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