Para este viaje al principio tenía pensado coger un taxi e ir hasta Cancún, ver un par de ruinas de allí y luego cruzar a Isla Mujeres. Pero me encontré con un conocido (guía de buceo) que vive allí y me dijo que esas ruinas no merecían ni 10 minutos y que era perder tiempo.
Así pues cogimos el bono de Ultramar que incluye bus hasta Cancún y Ferry (además del ferry de Cozumel).
Cogemos el van con muuucho tiempo en la misma acera del hotel, pero es que tememos que tarden en pasar o se paren como otro de los días a esperar gente y no lleguemos. El bus sale muy temprano y solo hay ese.
Encontrar las oficinas de Ultramar desde donde sale el bus es muuy sencillo y disponen de asientos, baños...
El bus es una van muy cómoda en la que subimos bastante puntuales.
El camino es largo pero lo pasamos medio dormitando por las horas así que ni tan mal.
Cuando llegamos a Cancun nos damos cuenta que la ciudad tampoco vale demasiado y no perdemos nada por no visitarla. Al llegar al puerto nos cuentan como funciona el regreso y en que parada nos esperan. Además nos acompañan a la fila rápida de embarque.
Justo sale un ferry (lo tienen bastante cronometrado) subimos y rumbo a Isla Mujeres.

Al llegar a la Isla buscamos una empresa de carritos de Golf porque es lo más típico para moverse y nos hacía ilusión la gracia. Importante saber que los baratos los reservan con antelación y el resto casi todo al mismo precios (salvo alguno que pretende forrarse con los rezagados).
Nos piden un carnet de conducir como garantía (se lo quedan) y el sitio donde lo cogemos nos cobra por el día completo (((2.000 pesos)pendiente de confirmar importe)). Nos da un mapa de la isla y nos da un par de recomendaciones sobre donde comer y demás.
Cogimos nuestro carrito y directos a la otra punta de la Isla, hicimos una parada en carretera para hacernos una fotillo con un cartel con el nombre de la isla (hay varios repartidos) y llegamos hasta la parte del faro. Allí estuvimos viendo el pequeño museo de esculturas, aprovechando las vistas, compramos algunas bebidas y de nuevo al coche para irse regresando haciendo paradas.
Paramos en el famoso Garrafon. Básicamente es un sitio tipo parque acuático de playa con actividades y demás. La verdad es que parece suuuper chulo. El problema que tiene es su desorbitado precio.

Así pues seguimos un poco más y paramos en Garrafon de Castilla. Se trata de un sitio más para locales, con un precio mucho más bajito en el que se incluye tumbonas, zona de baño, duchas y aseos, el precio: 90 pesos.
La zona es de piedra para acceder, buena señal (suele haber más vida) y sinceramente vimos multitud de peces, varios tipos, en grandes o pequeños bancos y que en ocasiones te rodeaban (y nosotros no llevábamos comida). Estuvimos haciendo snorkel un buen rato.

El sitio tiene bar asi que cogimos alguna cosa de beber y pusimos rumbo al siguiente punto de parada. Queríamos ver como era el sitio que nos habían recomendado en el alquiler de carritos.
Se trataba de KinHa un hotel/restaurante que cuenta con una zona de ocio acuático gratuita.
Llegamos allí y aparcamos en la puerta nuestro carrito. Para llegar hay que atravesar el hotelito y bajar, bajar hacía el mar. Allí se encuentra una entrada y ya empiezas a ver la zona de piscinas, casilleros para ropa y luego el restaurante y la zona de ocio acuático.
Por nuestra parte la idea era solo pasar alli un rato pero vimos la comida que servían, nos fijamos en los precios y viendo la hora lo tuvimos claro. Nos quedamos a comer.
Las raciones son generosas y llevan guarnición.

Tras la comida tenemos suerte y cogemos una hamaca, nos damos una baños y no nos animamos a coger kayak ni hacer tirolinas así que tras un ratillo ponemos rumbo al origen pasando eso si en lugar de por la carretera de la costa por los diferentes pueblitos que hay.
Allí en una tiendita local compramos mazapan y alguna chuchería más.
Llegamos a punta norte y es puro atasco damos varias vueltas además buscando un sitio donde estacionar para ver la playa y estar un rato con lo que cuando por fin encontramos un huequito nos quedan apenas 15 minutillos para ver un poco las playas por encima (mucho mas masificado que donde hemos estado durante el día) y regresamos a la empresa de renting a recuperar el carnet y devolver el coche.
De ahi como nos queda tiempo hasta la salida del ferry nos dedicamos a ver tiendecitas y comprar algunas bebidas.
Además hay puestos callejeros con algunas cosas muy chulas muy bien de precio.
Rumbo al ferry donde nos encontramos un caos de colas. La cola que nos dicen que nos pongamos no se mueve y la del ferry que en teoría tenemos que coger es otra y si avanza... así que ni corta ni perezosa me cambio por mi cuenta. Resultado: llegamos antes al puerto donde nos espera la van y nos da tiempo a ir al aseo y comprar más bebida además de estar los primeros y coger el mejor sitio de la van.
De nuevo en bus a Playa del Carmen nos quedamos dormidos nada más salir de Cancun.
Ya en Playa damos otra vueltita y hacemos las útlimas compras de cosas, incluido comprar unas cremas de tequila en euros (con el mejor cambio visto, mejor que ninguna casa de cambio).