El día siguiente decidimos acercarnos a Les baux de Provence y St Remy de Provence. El primero es un pueblo muy muy turístico, muy bien conservado, de estos de postal. Dimos una vuelta por el pueblo, pero tampoco queríamos entrar en el castillo, y había bastante gente, se aproximaba la hora de comer y decidimos bajar a Saint Remy. Aparcamos un poco fuera del centro, en la plaza de toros a unos 10 minutillos andando del centro, y de camino nos encontramos con uno de los pocos parques infantiles que íbamos a ver en todas las vacaciones, así que lo apuntamos mentalmente y nos fuimos a comer. Después de dar unas vueltas buscando restaurante (cosa que nos suele pasar muy a menudo) acabamos en una terraza del bulevar Victor Hugo de lo más agradable! Heladito de postre, paseo por el pueblo, y como no, ratazo en el parque!
Estábamos ya en el ecuador de nuestras vacaciones en Provenza, y decidimos ir a otra de las zonas más turísticas. La abadía de Senanque y el pueblo de Gordes. Poco que decir de la abadía! Muy bonita, recomendable.


Y con respecto al pueblo de Gordes, lo que más me gustó fue el pueblo desde los miradores. Espectacular.

Un punto negativo, no del pueblo en sí, sino de uno de los restaurantes. Fue en el único sitio en que nos echaron porque solo íbamos a pedir 2 menús (os recuerdo que íbamos con 2 niñas de 1 año, que casi no comen). Nos dijeron que si no pedíamos para los cuatro no nos podíamos sentar, así que nos fuimos a otro sitio. Es en el único sitio donde nos pusieron pegas!

De vuelta, algunas compras en el super y a casa.
Al día siguiente nos acercamos a visitar Rousillon, uno de los pueblos más bonitos de Francia, en parte por el característico color ocre de sus montañas.

Dimos un pequeño paseo hasta el mirador, paseamos por el pueblo y nos dimos una vuelta por el mercado donde aprovechamos a comprar tapenade para cenar y unos jabones de recuerdo para la familia. Ah! y probamos los macarrons de lavanda, que sabían…pues a jabón, la verdad!jajajaj

Como hacía mucho calor esta tarde decidimos volver pronto a casa y pasar la tarde en la piscina otra vez, seguro que lo íbamos a agradecer! Pero esta vez fuimos nada mas comer, y en coche, para aprovechar bien la tarde.
Ultimo día en Provenza antes de pasarnos a la zona de la costa azul, y justo coincidió que unos amigos estaban también de vacaciones por la zona (ellos iban más de roadtrip) ellos estaban en Orange porque a la noche querían ir a una función en el anfiteatro, así que para allí que nos fuimos nosotros! La verdad es que no os puedo decir mucho de la ciudad, dimos una vueltita y comimos en un restaurante por el centro, pero a una de las enanas le dio un golpe de calor y empezó a vomitar (la verdad es que hacía bastante calor) por lo que decidimos volver a casa. Además, teníamos que recoger todo para mañana salir pronto, así que nos despedimos de nuestros amigos y de vuelta.