No podemos dejar pasar la oportunidad de visitar Tarragona una vez más. Dispone de una buena oferta hotelera en caso de necesidad.
Lo mejor para llegar a la ciudad es hacerlo en tren. Cuidado. Los trenes AVE que salen de Barcelona no tienen parada en la ciudad sino en Camp de Tarragona, a una distancia considerable. También se puede llegar en autobús. La estación de autobuses está en la calle Pere Martell, junto a la Plaça Imperial Tarraco.

Un par de minutos antes de llegar en tren aconsejo mirar por la ventanilla. Ya se ven los arcos del monumento principal.
Llegados a este punto veo oportuno dar unas pinceladas sobre historia para ubicarnos mejor.
En este lugar se conoce la presencia de tribus íberas que comerciaron con griegos y fenicios. Hay hallazgos de una colonia desde el siglo V a.C. Hay un poco de confusión al respecto porque no se ha determinado aún si una ciudad íbera llamada Cissis puede o no ser identificado con la actual Tarragona. También han aparecido monedas acuñadas en Kesse entre los siglos I y II a.C. De ahí a identificarla con Tarraco hay un trecho.
Vayamos a lo nos importa. En el año 217 a.C. Escipión el Africano llega a la actual Tarragona y se instala. Parece que los autóctonos son colaborativos con los romanos. Es por eso que se usa como base de abastecimiento y residencia ocasional de las tropas durante las guerras púnicas primero y con los celtíberos después. En aquel momento se ha documentado que los gobernadores de la Hispania Citerior no solo residían en Cartago Nova (Cartagena) sino también en Tarraco (Tarraco).
No queda claro el estatus de Tarraco hasta Julio César. Quizás era ciudad libre o aliada. Investigaciones recientes apuntan a que Julio César le otorgó el estatus de colonia. Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco.

En el año de 27 a. C. el emperador Augusto se dirigió a Hispania para vigilar las campañas en Cantabria. Sin embargo, como estaba un poco malito, prefirió quedarse en Tarraco. Al parecer, Augusto hizo construir un altar en la ciudad.
Durante la presencia de Augusto las provincias españolas fueron organizadas de nuevo. La Hispania Ulterior fue repartida en las nuevas provincias de Bética (Andalucía actual, con capital en lo que ahora conocemos como Córdoba) y Lusitania (parte de Portugal, Salamanca y Extremadura con capital en Emérita Augusta, Mérida). La capital de Hispania Citerior era Tarraco. Su importancia en época romana fue enorme. Acuñó moneda propia y era un puerto importantísimo.
Con Vespasiano se concede la ciudadanía latina a los habitantes de Tarraco. En este periodo fueron probablemente construidos el anfiteatro, el área del templo y el foro provincial en la parte superior de la ciudad.

Tras las reformas de la administración imperial de Diocleciano, la península será una diócesis dividida en seis provincias que eran mucho más pequeñas que anteriormente. Tarraco siguió siendo capital pero de una provincia más reducida. Los edificios destruidos durante la invasión de los francos fueron lentamente reconstruidos o sustituidos por otros nuevos. Entre Diocleciano y Maximiano (286 a 293) se construyó un pórtico de Júpiter que podría ser parte de una basílica.
Con la caída del Imperio romano, llegan los visigodos. No hay evidencias de gran oposición de la población o de destrucción de monumentos.
La ciudad de Tarraco fue conquistada por el ejército árabe-musulmán hacia 713 o 714. No hay evidencias tampoco de una gran destrucción, quizás sí saqueo. Borrell II se proclamó "Príncipe de Tarragona" en el 960 pero hasta el siglo XI no se puede hablar claramente de un dominio cristiano.
En 1129, san Olegario, arzobispo de Tarragona, cedió la ciudad como un principado eclesiástico al mercenario normando Robert Bordet, que había servido a las órdenes de Alfonso I de Aragón. El 14 de marzo de 1129 fue nombrado príncipe de Tarragona mediante un pacto de vasallaje. A partir de la infeudación del Principado de Tarragona, los normandos, comandados por Bordet, se instalaron en la ciudad. Robert Bordet aprovechó una antigua torre romana todavía en pie, la actual Torre del Pretorio, para establecer su castillo. Se iniciaba así un primer proceso de colonización de la ciudad, que había quedado casi despoblada. En 1151, después de una serie de conflictos, se disuelve el principado y la ciudad queda en manos del conde de Barcelona.
El siglo XII es importante en Tarragona. La ciudad ha vuelto a habitarse, se empieza a construir la catedral...

No duró mucho. La peste bubónica (siglo XIII) mató a buena parte de la población y una guerra civil entte Generalitat y Joan II d'Aragó lleva al sitio de la ciudad por parte del rey (siglo XV). Volvió a sufrir dos sitios en la Guerra dels Segadors (siglo XVII) y los estragos de la Guerra de Sucesión (siglo XVIII). A las guerras y al hambre le podemos sumar el ataque de los piratas.
Si no quieres caldo, dos tazas. La Guerra de Independencia (Guerra del Francès) trajo más devastación. La recuperación económica fue lenta.
