Después de trasnochar un poco anoche con el evento, no madrugamos y nos lo tomamos con calma. Nos vamos a desayunar y nos ponemos en ruta para conocer algunos pueblos de Valladolid y Palencia, nosotras siempre que salimos de casa aprovechamos para hacer algún tour por la zona





De aquí continuamos hacia su majestuoso castillo en perfecto estado de conservación y altísimo. Las primeras menciones datan de 967. La construcción del castillo, en los primeros años del siglo XIV, se enmarca en el contexto de las disputas entre los reinos de León y Castilla. Los Meneses levantan una sólida fortaleza sobre la que ya existía y que habría de convertirse en baluarte del reino de Castilla. Mantiene su carácter defensivo hasta que los Reyes Católicos unifican los reinos. Su planta, casi cuadrada, se articula en torno a un patio, en cuyas esquinas se alzan cuatro torreones, con casi 20 metros de altura. El castillo sirvió de refugio a los Comuneros y terminó, como muchos otros, siendo silo de cereales. Ahora pertenece al Ayuntamiento y en su interior alberga un Centro de Interpretación del Medievo, que se puede visitar entre abril y septiembre por 3 euros, nosotras no entramos porque estaba cerrado.





Las vistas desde el castillo a los campos vallisoletanos son una maravilla


Fue lo único que visitamos del pueblo y seguimos nuestro rumbo. Ni que decir tiene que a nuestro paso sólo vemos un alma viviente









Después de esta sesión de fotos, continuamos ruta al próximo destino
