A unos 10 minutos en tren de Cannes, dirección Niza, encontramos Antibes.
Llamada inicialmente Antípolis, fue un establecimiento comercial griego fundado por focenses procedentes de Marsella, frente a la que siempre estuvo a la sombra.
Con la conquista romana de las Galias, Antipolis se transforma en Antiboule. Del siglo I a. C. datan la mayoría de los restos romanos que se han encontrado (termas, acueductos y anfiteatros).
Durante la Edad media se construyeron las murallas para defenderse de las invasiones y razzias que asolaban el Mediterráneo. Sobre todo se protegían de las incursiones de los piratas berberiscos. Hoy la zona amurallada es el centro histórico de Antibes.

Más tarde la familia de los Grimaldi, los príncipes de Mónaco, tomó el control de la ciudad y construyeron un castillo, hoy Museo Picasso.
Con el fortalecimiento del reino de Francia y la inclusión definitiva de los condados y territorios del Midi, Antibes se convirtió en la frontera con el Condado de Niza. Invadida varias veces durante las guerras entre Francisco I y Carlos I, la ciudad fue atacada varias veces. Enrique II y finalmente Luís XIV emprendieron obras defensivas (las últimas, terminadas por Vauvan, el famoso arquitecto del Rey Sol).
Desde la estación de trenes hay un corto paseo hasta el puerto.
El Fort Carré o Fort Carré d'Antibes, es una fortaleza en forma de estrella del siglo XVI con cuatro bastiones en forma de punta de flecha, que se encuentra en las afueras de Antibes. Henri de Mandon construyó el fuerte y luego, durante el siglo XVII, Vauban lo renovó.
Durante la Revolución Francesa, Napoleón Bonaparte fue brevemente encarcelado aquí. En julio de 1794, después del violento derrocamiento de Robespierre, el general Bonaparte fue detenido y permaneció preso diez días.
Su historia militar se terminó en 1860 cuando, con la inclusión del condado de Niza en Francia, la frontera se alejó y Antibes Juan-les-Pins se convirtió en una ciudad de playa y reposo.

El siglo XX Antibes tuvo mucha fama como balneario. Venían famosos de todo el mundo. El barrio de Juan-les-Pins (hoy tiene su propia estación) será el centro del nuevo crecimiento turístico- Un millonario norteamericano, Frank-Jay Gould, construyó el famoso palacio « le Provençal » y el casino. Scott Fitzgerald, Graham Greene, Picasso, Monet o Ernest Hemingway fueron asiduos de la ciudad.
Muy cerca de las murallas, fuera del casco antiguo, hay un aparcamiento.
Las murallas de Antibes datan del siglo X. A finales del siglo XIX se acordó su demolición ya que Antibes había perdido la importancia militar de épocas anteriores. Esto permitió a la ciudad crecer hacia la parte del Cabo de Antibes. A principios del siglo XX se desarrolló toda la zona de Juan-les-Pins, con hermosas villas rodeadas de jardines. De las murallas, solo se conservó la parte que lindaba con el mar.
Desde el paso de ronda se puede ver la playa de la Gravette. Hay wc gratis.

Cerca vemos una obra de Plensa, una enorme figura de 8 metros llamada Le nomade.
Próximo a la puerta del Olmo hay un lavadero medieval.
El imponente Museo Picasso fue residencia del obispo, de la familia Grimaldi y sede del Ayuntamiento. El edificio actual data del siglo XVIII. Del castillo original, construido en el siglo XIII, solo quedan algunos elementos como, por ejemplo, la torre cuadrada.

Picasso vivió aquí durante 6 meses en 1925. Después acabaría donando algunos de sus trabajos a la ciudad. No lo visitamos; estaba cerrado.
Frente al castillo encontramos la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción. Se construyó en el siglo XII y ha sufrido posteriores reformas y restauraciones. Una de ellas fue la que afectó a la fachada del edificio, que se construyó en el siglo XVIII en estilo barroco.

La torre del reloj, justo enfrente de la catedral, es uno de los pocos elementos que se conservan de la Edad Media y data del siglo XIII.

Vale la pena pasear tranquilamente por el casco antiguo. Y si vas por las mañanas, excepto los lunes, se puede ver el mercado provenzal. No tuvimos esa suerte.
Terminamos la jornada en la playa de la Gravette.