Cada vez estamos más integrados con la Isla, tomándonos la estancia con más calma, para esta mañana decidimos hacer un ligero treking por la costa, concretamente el que va desde Las Puntas a La Maceta ida y vuelta, son poco más de cinco kilómetros que recorren los espectaculares campos de lava con muy poco desnivel.


Treking de Las Puntas a La Maceta

Nos encantó este paseo de matinal con unos paisajes fantásticos, nosotros lo iniciamos en el Hotel Restaurante Puntagrande , justo frente a él está el puente de lava sobre el mar, lugar de foto obligatoria para Instagram claro. A su lado actualmente hay un parque acuático abandonado, que según nos explico Angela, una vecina muy amable que conocimos, primero se construyó como un recinto privado en el que cobraban entrada, después debido a su deterioro pasó a ser responsabilidad del ayuntamiento siendo el acceso gratuito y actualmente es del Cabildo que lo tiene completamente abandonado, una lástima porque su situación es privilegiada.



Primero recorrimos el camino hacia la derecha para ver los acantilados junto a las antiguas Salinas de Punta Grande, para a continuación seguir la pista marcada que se dirige hacia la Maceta, el sendero discurre paralelo a la costa a poca altura sobre el nivel del mar, estando la mayor parte habilitado con tablones de madera, el sendero va pasando por varios miradores con estupendas vistas a los Roques de Salmor, recomiendo no olvidarse llevar gorra y protector solar.


Al finalizar nuestro recorrido de treking , nos bañamos en las piscinas naturales de la Maceta, bueno mejor dicho me bañe yo ya que mi pareja se mojó solo los pies, dándome la excusa de que habían algas en el fondo, pero en realidad es que le seguía pareciendo fría.

Entre unas cosas y otras era la hora de comer, en esta ocasión elegimos el restaurante Arena situado en la calle General las Puntas, 100 a pie de carretera, comimos excelentemente como fue habitual en todos los restaurantes de la isla.
Elegimos para comer unos entrantes de primero y una Carne Fiesta, uno de los platos más populares de la cocina herreña a base de carne de cerdo adobada y un Peto a la plancha, que es otro pescado local que desconocíamos.
Ecomuseo de Guinea y el Lagartario
Tras una corta parada en el apartamento, fuimos a visitar el Ecomuseo de Guinea y el Lagartario, cuya entrada también está incluida en el pasaporte turístico de el Hierro, fue una visita muy interesante y amena.
En el lagartario nos explicaron las dificultades que tienen en la reintroducción del lagarto gigante en la isla , pues se los comen la gran cantidad de gatos que hay abandonados por los bosques, que se han convertido en gatos salvajes.
Cuando vimos los lagartos me los imaginaba más grandes la verdad, pero son igualmente curiosos, ha sido declarado como el réptil más amenazado de Europa y entre los cinco con mayor peligro de extinción en el Mundo.

Por otro lado en el Poblado de Guinea, comprobamos la evolución de las casas en el Hierro, pasando por los diferentes periodos históricos de la isla, estilo de vida, costumbres, utensilios, muebles, en el recorrido entramos en varias de las casas que están con todo el equipamiento original, las ultimas casas del poblado nos explicaron que fueron abandonadas a mediados del siglo XX.
Finalmente nos llevaron a un interesante Tubo Volcánico, acompañados de una guía, que nos mostró la formación volcánica a través de unos pasadizos con una longitud de 90 metros, mientras nos contaba la historia de su descubrimiento, llegando hasta una bóveda central en la que se había formado una gran burbuja.


Restaurante Garañones
Al salir fuimos a tomar un refresco a un bar restaurante en Las Puntas con vistas al mar llamado Garañones, es curioso, pero resulta tremendamente difícil encontrar algún bar donde tomar algo con vistas al mar, da la sensación de como lo tienen muy visto no les interesa para nada sentarse plácidamente mirando el mar, por otro lado este poco interés por el turismo playero es la característica más interesante de la isla.

Dimos un paseo por Tigaday en La Frontera, en busca de alguna zapatería, pues a mi pareja se le acababa de romper la suela de sus sandalias favoritas con la que ha viajado por decenas de países, por suerte encontramos un par de tiendas donde, en la última encontró unas que le encajaron, ahora han pasado a ser su calzado favorito de viaje.

Para ver la puesta de sol decidimos repetir en el Mirador de la Peña , el mejor según nuestra opinión, más que nada porque mientras ves el atardecer puedes tomarte un refrigerio, aproveche para hacer un “time lapse” con la cámara de vídeo de la puesta de sol, lo podéis ver al final del vídeo que he insertado de mi Canal de Youtube al que os agradecería mucho os suscribierais .
Al descender por la carretera desde el mirador decidimos cenar en el restaurante La Pasada en la población de Guarazoca, a pie de carretera. Si tenéis suerte que os pongan en una mesa al lado de la ventana disfrutareis de unas fantásticas vistas a la bahía, para comer elegimos una Piña natural con gambas, potaje canario y pollo plancha.

Regresamos al hotel con el tiempo justo antes de que cerraran el túnel de Los Roquillos por las obras de reacondionamiento.