Para el último día completo de estancia en Estambul decidimos realizar el recorrido por el barrio donde nos alojamos: Sultanahmet. Leí por ahí que hay turistas, viajeros o como queráis llamar, que en su visita a la ciudad no salen de este barrio. Los atractivos son los más conocidos de la ciudad y por eso los más masificados (muchos cruceristas llegan hasta estos lugares); por lo que nos marcamos unos objetivos y vamos haciendo:
* Mezquita Azul
* Hipódromo
* Cisterna Basílica
* Topkapi
* Santa Sofía
* Pequeña Santa Sofía
* Mezquita Azul
* Hipódromo
* Cisterna Basílica
* Topkapi
* Santa Sofía
* Pequeña Santa Sofía
El recorrido por el barrio es, más o menos, este

Después de desayunar en el hotel salimos andando a la derecha y en 2' estamos en el meollo de la zona. Nuestra primera intención era visitar Santa Sofía; pero la cola para entrar era casi inacabable, por lo que lo dejamos para otro momento. (Primer intento)

Cruzamos la zona por Sultan Ahmet Parkı para llegar a la Mezquita Azul.

La mezquita Azul o mezquita del Sultán Ahmed (Sultan Ahmet Camii) es una de las grandes mezquitas de Estambul, obra de Sedefkar Mehmet Ağa, discípulo del arquitecto Sinan. Está situada frente a Santa Sofía. Fue la única de la ciudad con seis alminares hasta la construcción de la mezquita de Çamlıca, inaugurada en 2016.
Un poco de historia:
Tras el resultado negativo de las guerras contra el Imperio safávida (antiguo imperio iraní), el sultán Ahmed I ordenó construir una mezquita en Estambul para apaciguar a Alá. Fue la primera mezquita imperial que se construyó después de más de cuarenta años. El sultán Ahmed I tuvo que retirar los fondos del tesoro.
Se construyó en el lugar que ocupaba el Gran Palacio de Constantinopla, frente a Hagia Sophia y el hipódromo. Gran parte de la mezquita descansa sobre los cimientos y sótanos del Gran Palacio. Fue necesario comprar diferentes palacios que se encontraban en el mismo lugar y derribarlos como también se derribó la tribuna del hipódromo.
La construcción de la mezquita se inició en agosto de 1609. Se encargaron las obras a Sedefkar Mehmet Ağa, alumno y ayudante del arquitecto Sinan. La construcción se describió en ocho volúmenes, actualmente en la biblioteca del palacio de Topkapı. La inauguración tuvo lugar en 1617 (aunque en la puerta se indica 1616) y el sultán rezó en la sala real (hünkâr mahfil). Sin embargo, el edificio no se terminó bajo su sultanato, sino bajo el de Mustafa I.
El diseño de la mezquita Azul mezcla elementos bizantinos de la cercana Hagia Sophia con la arquitectura islámica tradicional, siendo considerada la última gran mezquita del periodo clásico otomano.
Se empleó grandes cantidades de materiales, especialmente piedra y mármol, agotándose las existencias para otras obras importantes. La fachada principal, la entrada al edificio, se encuentra frente al hipódromo. Cuenta con un sistema ascendente de cúpulas y semicúpulas, cada una de ellas apoyadas en tres exedras, que termina en una gran cúpula central, de 23,5 m de diámetro y 43 m de altura en el centro. Las cúpulas se apoyan en cuatro enormes pilares.
Un poco de historia:
Tras el resultado negativo de las guerras contra el Imperio safávida (antiguo imperio iraní), el sultán Ahmed I ordenó construir una mezquita en Estambul para apaciguar a Alá. Fue la primera mezquita imperial que se construyó después de más de cuarenta años. El sultán Ahmed I tuvo que retirar los fondos del tesoro.
Se construyó en el lugar que ocupaba el Gran Palacio de Constantinopla, frente a Hagia Sophia y el hipódromo. Gran parte de la mezquita descansa sobre los cimientos y sótanos del Gran Palacio. Fue necesario comprar diferentes palacios que se encontraban en el mismo lugar y derribarlos como también se derribó la tribuna del hipódromo.
La construcción de la mezquita se inició en agosto de 1609. Se encargaron las obras a Sedefkar Mehmet Ağa, alumno y ayudante del arquitecto Sinan. La construcción se describió en ocho volúmenes, actualmente en la biblioteca del palacio de Topkapı. La inauguración tuvo lugar en 1617 (aunque en la puerta se indica 1616) y el sultán rezó en la sala real (hünkâr mahfil). Sin embargo, el edificio no se terminó bajo su sultanato, sino bajo el de Mustafa I.
El diseño de la mezquita Azul mezcla elementos bizantinos de la cercana Hagia Sophia con la arquitectura islámica tradicional, siendo considerada la última gran mezquita del periodo clásico otomano.
Se empleó grandes cantidades de materiales, especialmente piedra y mármol, agotándose las existencias para otras obras importantes. La fachada principal, la entrada al edificio, se encuentra frente al hipódromo. Cuenta con un sistema ascendente de cúpulas y semicúpulas, cada una de ellas apoyadas en tres exedras, que termina en una gran cúpula central, de 23,5 m de diámetro y 43 m de altura en el centro. Las cúpulas se apoyan en cuatro enormes pilares.


La fachada de la entrada se construyó de la misma forma que la de la mezquita de Süleymaniye. El patio es casi tan grande como la propia mezquita y está rodeado por una galería continua. La fuente hexagonal del centro es pequeña comparada con las dimensiones del patio. La monumental puerta de acceso al patio se eleva desde la galería. Su semicúpula cuenta con una delicada estructura en forma de estalactitas, coronada por una pequeña cúpula nervada sobre un tambor de gran altura.
Cada pilar interior está revestido con más de 20.000 azulejos de cerámica hechos a mano y fabricados en İznik (antigua Nicea) con más de cincuenta diseños diferentes. Los azulejos de niveles inferiores son de un diseño tradicional, mientras que, en las galerías, es más llamativo, con representaciones de flores, frutas y cipreses. Debido a un decreto del Sultán, el dinero que se podía gastar en azulejos estaba predeterminado y por eso los azulejos utilizados en los últimos años eran de menor calidad perdiendo intensidad en su colorido. Los azulejos de la terraza trasera se reutilizaron del harén del Palacio de Topkapı, cuando se incendió en 1574.
Cada pilar interior está revestido con más de 20.000 azulejos de cerámica hechos a mano y fabricados en İznik (antigua Nicea) con más de cincuenta diseños diferentes. Los azulejos de niveles inferiores son de un diseño tradicional, mientras que, en las galerías, es más llamativo, con representaciones de flores, frutas y cipreses. Debido a un decreto del Sultán, el dinero que se podía gastar en azulejos estaba predeterminado y por eso los azulejos utilizados en los últimos años eran de menor calidad perdiendo intensidad en su colorido. Los azulejos de la terraza trasera se reutilizaron del harén del Palacio de Topkapı, cuando se incendió en 1574.


La luz natural entra a través de más de 200 vidrieras de complejos diseños y diversas lámparas de araña proporcionan luz adicional. La decoración incluye versos del Corán, muchos de ellos realizados por el considerado mejor calígrafo de su época. El suelo está cubierto de alfombras que donan los fieles. Los numerosos ventanales aportan a la mezquita la sensación de un mayor espacio interior. Los ventanales de la parte inferior están decorados con opus sectile (mosaico romano). Cada semicúpula tiene 14 ventanas y la cúpula central, 28 (cuatro de ellas, ciegas). Las vidrieras de las ventanas fueron un regalo de la Signoria de Venecia. La mayor parte de las vidrieras se han sustituido por copias.
El mihrab, esculpido en mármol, contiene inscripciones y las paredes adyacentes están cubiertas de azulejos. A la derecha del mihrab se encuentra el minbar, donde el imám se coloca cuando dirige el sermón durante el rezo. La mezquita está diseñada para que, cuando está llena de gente, todos puedan ver y oír al imán.
El mihrab, esculpido en mármol, contiene inscripciones y las paredes adyacentes están cubiertas de azulejos. A la derecha del mihrab se encuentra el minbar, donde el imám se coloca cuando dirige el sermón durante el rezo. La mezquita está diseñada para que, cuando está llena de gente, todos puedan ver y oír al imán.


El Pabellón Real se encuentra en una esquina y consta de una plataforma, una logia y dos pequeñas habitaciones reservadas. A través de ellas, se accede a la sala real de la galería superior sureste de la mezquita.
En el pasado, las lámparas del interior estaban cubiertas de oro y gemas. Entre las lámparas de cristal, se encontraban huevos de avestruz y bolas de vidrio.
Las lápidas de las paredes tienen los nombres de los califas y versos del Corán.
En el pasado, las lámparas del interior estaban cubiertas de oro y gemas. Entre las lámparas de cristal, se encontraban huevos de avestruz y bolas de vidrio.
Las lápidas de las paredes tienen los nombres de los califas y versos del Corán.

Es una de las 5 mezquitas de Turquía que cuentan con 6 minaretes. Por ello se criticó al sultán tildándolo de presuntuoso, ya que era el mismo número de minaretes que la mezquita de la Kaaba, en La Meca. El sultán solucionó el problema construyendo un séptimo minarete en la mezquita de La Meca. Cuatro de los minaretes se encuentran en las esquinas de la mezquita. Son estriados y con forma de lápiz, y tienen tres terrazas (ṣerefe) con ménsulas, mientras que los otros dos, al final del patio delantero, sólo tienen dos terrazas
Luego de un buen rato nos acercamos a la entrada de Santa Sofía y la cola continúa (segundo intento) así que cruzamos Divan Yolu Caddesi que se convierte en Alemdar Caddesi donde está la entrada de la Cisterna Basílica.
Horario: de L - D de 09:00h a 19:00h
Precio: Para extranjeros 495TL
Observación: Las entradas se pueden comprar en la web de passo.com


La Cisterna Basílica (Yerebatan Sarayı o Yerebatan Sarnıcı) es la más grande de las 60 antiguas cisternas construidas bajo la ciudad de Estambul durante la época bizantina. Se encuentra a pocos metros de Santa Sofía. Se construyó en pocos meses, en el año 532, durante el reinado del emperador bizantino Justiniano I.
La cisterna se construyó para evitar la vulnerabilidad que significaba para la ciudad que durante un asedio se destruyera el Acueducto de Valente.
El nombre proviene de una gran plaza pública, la Stoa de la Basílica, bajo la cual se construyó. De acuerdo con los antiguos historiadores, el emperador Constantino I el Grande construyó una estructura que fue más tarde reconstruida y ampliada por el emperador Justiniano.
La cisterna proveía agua al Gran Palacio de Constantinopla y otros edificios en el antiguo Capitolio romano, y continuó proveyendo agua al palacio de Topkapi tras la conquista otomana en 1453. Los otomanos preferían el agua corriente que la almacenada por lo que se dejó de utilizar hacia finales del siglo XIV. A mediados del siglo XVI se redescubrió gracias a los relatos de los vecinos que señalaban que en algunas casas había pozos en los sótanos de donde se extraía agua y, a veces, peces. El holandés Gyllus descubrió las escaleras de acceso y realizó un estudio sobre el monumento que publicó en su libro de viajes. A mediados del siglo XIX se restauró después de ser usada como almacén de madera.


Esta cisterna es una cámara subterránea de aproximadamente 143 m x 65 m capaz de albergar 80.000 m³ de agua. El techo está soportado por 336 columnas de mármol, de 9 m de altura, dispuestas en 12 filas de 28 columnas cada una separada entre sí 4,8 m. Los capiteles de las columnas son principalmente de estilos jónico y corintio y unas pocas de estilo dórico. Las columnas fueron traídas desde templos paganos de Anatolia, junto con las que se usaron en la construcción de iglesia de Santa Sofía. Su acceso se realiza mediante una escalera de 52 peldaños.


Ha sufrido diferentes restauraciones y obras. Así, durante los trabajos de urbanización de los años 1955 a 1960 se cubrieron ocho columnas con una gruesa capa de cemento para reforzarlas. En 1968 se repararon grietas en la mampostería y columnas dañadas. Entre los años 1985 y 1987 se limpia (se extrajeron 50 000 TN de barro) y restaura adecuándola a la visita turística instalando una serie de pasarelas casi al nivel del agua existente permitiendo que los visitantes recorran la totalidad del monumento. La cisterna fue abierta al público el 9 de septiembre de 1987. Desde 2017 a julio de 2022 estuvo cerrada para acometer una importante restauración. Hace 23 años la vimos y nos pareció espectacular, ahora, se contempla con muchos más cuidados, con juegos de luces y sombras, estatuas introducidas en el agua; es decir, modernizada y también masificada.
Situadas en la esquina noroeste de la cisterna, las bases de dos columnas reutilizan bloques tallados con el rostro de Medusa. El origen de las dos cabezas es desconocido, se cree que las cabezas fueron traídas a la cisterna tras ser retiradas de un edificio del último periodo romano. Es el principal punto de aglomeración de turistas para hacerse una foto e, incluso, donde la gente se atreve a tocar las columnas, el agua y tiran monedas.


La cisterna se usó como localización para la película Desde Rusia con amor de James Bond (Sean Connery) de 1963. El escritor Dan Brown sitúa el dramático final de su novela Inferno en este lugar igual que la película de mismo título basada en su obra y protagonizada por Tom Hanks.
La cisterna se construyó para evitar la vulnerabilidad que significaba para la ciudad que durante un asedio se destruyera el Acueducto de Valente.

La cisterna proveía agua al Gran Palacio de Constantinopla y otros edificios en el antiguo Capitolio romano, y continuó proveyendo agua al palacio de Topkapi tras la conquista otomana en 1453. Los otomanos preferían el agua corriente que la almacenada por lo que se dejó de utilizar hacia finales del siglo XIV. A mediados del siglo XVI se redescubrió gracias a los relatos de los vecinos que señalaban que en algunas casas había pozos en los sótanos de donde se extraía agua y, a veces, peces. El holandés Gyllus descubrió las escaleras de acceso y realizó un estudio sobre el monumento que publicó en su libro de viajes. A mediados del siglo XIX se restauró después de ser usada como almacén de madera.


Esta cisterna es una cámara subterránea de aproximadamente 143 m x 65 m capaz de albergar 80.000 m³ de agua. El techo está soportado por 336 columnas de mármol, de 9 m de altura, dispuestas en 12 filas de 28 columnas cada una separada entre sí 4,8 m. Los capiteles de las columnas son principalmente de estilos jónico y corintio y unas pocas de estilo dórico. Las columnas fueron traídas desde templos paganos de Anatolia, junto con las que se usaron en la construcción de iglesia de Santa Sofía. Su acceso se realiza mediante una escalera de 52 peldaños.


Ha sufrido diferentes restauraciones y obras. Así, durante los trabajos de urbanización de los años 1955 a 1960 se cubrieron ocho columnas con una gruesa capa de cemento para reforzarlas. En 1968 se repararon grietas en la mampostería y columnas dañadas. Entre los años 1985 y 1987 se limpia (se extrajeron 50 000 TN de barro) y restaura adecuándola a la visita turística instalando una serie de pasarelas casi al nivel del agua existente permitiendo que los visitantes recorran la totalidad del monumento. La cisterna fue abierta al público el 9 de septiembre de 1987. Desde 2017 a julio de 2022 estuvo cerrada para acometer una importante restauración. Hace 23 años la vimos y nos pareció espectacular, ahora, se contempla con muchos más cuidados, con juegos de luces y sombras, estatuas introducidas en el agua; es decir, modernizada y también masificada.
Situadas en la esquina noroeste de la cisterna, las bases de dos columnas reutilizan bloques tallados con el rostro de Medusa. El origen de las dos cabezas es desconocido, se cree que las cabezas fueron traídas a la cisterna tras ser retiradas de un edificio del último periodo romano. Es el principal punto de aglomeración de turistas para hacerse una foto e, incluso, donde la gente se atreve a tocar las columnas, el agua y tiran monedas.



La cisterna se usó como localización para la película Desde Rusia con amor de James Bond (Sean Connery) de 1963. El escritor Dan Brown sitúa el dramático final de su novela Inferno en este lugar igual que la película de mismo título basada en su obra y protagonizada por Tom Hanks.
Al salir seguimos bajando por la Alemdar Caddesi que la cruzamos a la altura de la entrada del parque Gülhane(Gülhane Parkı) es un parque urbano histórico del barrio de Eminönü. Situado junto al Palacio de Topkapı y dentro del recinto del mismo, la entrada sur del parque ostenta una de las puertas más grandes del patio. Se trata de uno de los parques públicos más antiguos y de mayor extensión de Estambul. Aquí compramos unas mazorcas de maíz y unos pretzels que aquí se llaman simit fırını.
Y desde el parque subimos a la siguiente parada: El Palacio Topkapi
Horario: de miércoles a lunes de 09:00h a 18:00h
Precio para visitantes extranjeros:(Dependiendo de la opción. El II es el más completo. Hay descuento para estudiantes hasta 25 años con carnet y se pueden comprar en las taquillas o en máquinas expendedoras un poco antes de llegar a la taquilla)
*Topkapı Palace Combine Ticket I (Topkapı Palace + Hagia Irene):750 TL
*Topkapı Palace Combine Ticket II (Topkapı Palace + Hagia Irene + Harem): 950 TL
*Harem: 350 TL
*Hagia Irene: 350 TL


Puerta de acogida (Bab-üs-Selâm) en el primer patio y plano del palacio (wikipedia)
El palacio de Topkapı (Topkapı Sarayı en turco, literalmente el palacio de la Puerta de los Cañones) fue el centro administrativo del Imperio otomano desde 1465 hasta 1853. Su construcción ordenada por el sultán Mehmed II en 1459 y se finalizó en 1465 (+/-). En 1853, el sultán Abdulmecid decidió trasladar su residencia al recién construido y moderno Palacio de Dolmabahçe.
En la actualidad es un museo de la época imperial contenido en un entramado complejo de edificios, unidos por patios o jardines siendo la superficie total del complejo de 700.000 m², rodeados por una muralla bizantina.
El complejo palaciego está situado en el Sarayburnu un promontorio sobre el Cuerno de Oro, donde el Bósforo conecta con el mar de Mármara. Durante época griega y bizantina, la acrópolis de la antigua ciudad de Bizancio se encontraba en este lugar.


Tras la conquista por el sultán Mehmed II de Constantinopla en 1453, se abandonó el Gran palacio de Constantinopla y la corte se instaló, en primera instancia, en el Antiguo palacio (Eski Saray), donde actualmente se encuentra la Universidad de Estambul en la plaza Beyazit. Mehmed ordenó la construcción del palacio de Topkapi en 1459.
Mehmed estableció un diseño básico del palacio: Sus estancias privadas estarían localizadas en el punto más alto del promontorio. Varios edificios y pabellones rodearían la parte más interna y bajarían por la ladera hacia las costas del Bósforo. El complejo estaba rodeado por grandes murallas, algunas de las cuales de la época de la acrópolis bizantina. Este diseño original continuó siendo el corazón del palacio incluso tras varias ampliaciones y renovaciones. La apariencia del palacio de Topkapi era única. Los otomanos lo denominaban como "el palacio de la felicidad". Uno de los dogmas principales era la observación del silencio en los patios interiores. El principio de reclusión imperial, una tradición instaurada por Mehmed II en 1477, se reflejó en el estilo constructivo y en los preparativos de varias estancias y edificios. Los arquitectos debían asegurar que, incluso en el interior del palacio, el sultán y su familia pudieran disfrutar de la mayor privacidad y discreción, haciendo uso de ventanas y pasadizos secretos.


El palacio se amplió entre 1520 y 1560, durante el reinado de Solimán el Magnífico. El Imperio otomano se había expandido rápidamente y Solimán deseaba que su residencia mostrara su creciente poder. En 1574, tras el gran incendio que destruyó las cocinas, el sultán Selim II hizo reconstruir las partes dañadas del palacio y las amplió como también el harén, los baños, las estancias privadas. Hacia finales del siglo XVI, el palacio adquirió su aspecto actual con un surtido de edificios bajos construidos en torno a patios, interconectados con galerías y pasadizos. Visto desde el aire, los jardines del palacio se dividen en cuatro grandes patios y el harén. El primero de ellos era el más accesible, mientras que los otros y el harén tenían un control más restrictivo y eran controlados con grandes murallas y puertas. No obstante, existen más patios de pequeño tamaño en todo el complejo.
En la actualidad es un museo de la época imperial contenido en un entramado complejo de edificios, unidos por patios o jardines siendo la superficie total del complejo de 700.000 m², rodeados por una muralla bizantina.
El complejo palaciego está situado en el Sarayburnu un promontorio sobre el Cuerno de Oro, donde el Bósforo conecta con el mar de Mármara. Durante época griega y bizantina, la acrópolis de la antigua ciudad de Bizancio se encontraba en este lugar.


Tras la conquista por el sultán Mehmed II de Constantinopla en 1453, se abandonó el Gran palacio de Constantinopla y la corte se instaló, en primera instancia, en el Antiguo palacio (Eski Saray), donde actualmente se encuentra la Universidad de Estambul en la plaza Beyazit. Mehmed ordenó la construcción del palacio de Topkapi en 1459.
Mehmed estableció un diseño básico del palacio: Sus estancias privadas estarían localizadas en el punto más alto del promontorio. Varios edificios y pabellones rodearían la parte más interna y bajarían por la ladera hacia las costas del Bósforo. El complejo estaba rodeado por grandes murallas, algunas de las cuales de la época de la acrópolis bizantina. Este diseño original continuó siendo el corazón del palacio incluso tras varias ampliaciones y renovaciones. La apariencia del palacio de Topkapi era única. Los otomanos lo denominaban como "el palacio de la felicidad". Uno de los dogmas principales era la observación del silencio en los patios interiores. El principio de reclusión imperial, una tradición instaurada por Mehmed II en 1477, se reflejó en el estilo constructivo y en los preparativos de varias estancias y edificios. Los arquitectos debían asegurar que, incluso en el interior del palacio, el sultán y su familia pudieran disfrutar de la mayor privacidad y discreción, haciendo uso de ventanas y pasadizos secretos.


El palacio se amplió entre 1520 y 1560, durante el reinado de Solimán el Magnífico. El Imperio otomano se había expandido rápidamente y Solimán deseaba que su residencia mostrara su creciente poder. En 1574, tras el gran incendio que destruyó las cocinas, el sultán Selim II hizo reconstruir las partes dañadas del palacio y las amplió como también el harén, los baños, las estancias privadas. Hacia finales del siglo XVI, el palacio adquirió su aspecto actual con un surtido de edificios bajos construidos en torno a patios, interconectados con galerías y pasadizos. Visto desde el aire, los jardines del palacio se dividen en cuatro grandes patios y el harén. El primero de ellos era el más accesible, mientras que los otros y el harén tenían un control más restrictivo y eran controlados con grandes murallas y puertas. No obstante, existen más patios de pequeño tamaño en todo el complejo.


Salas o espacios
• Entrada:
Puerta imperial (Bab-Ι Hümayun)
• El primer patio:
Puerta de la Acogida (Bab-üs-Selâm)
• El segundo patio:
Patio de ceremonias
Establos reales (Has Ahirlar)
Consejo privado (Kubbealti)
Colección de armas
Mezquita de personal de la cocina
Patio de las cocinas
Cocinas reales
Colección porcelana europea y orfebrería en plata
Puerta de los eunucos blancos (Bab-üs-Saadet)
Habitaciones de los eunucos blancos
• El tercer patio: (puerta de la felicidad)
Salón de la audiencia (Arz Odasi)
Biblioteca de Ahmed III
Mezquita de los Aghas Blancos
Colegio de los pajes exploradores
Tesoro
Residencia director museo
Colección caligrafía, miniaturas y retratos
Colección relojes
Pabellón del Santo Manto y las Reliquias Sagradas
• El cuarto patio:
Mezquita «Sofa»
Pabellón ornamentado (Mecidiye Köşkü)
Residencia del médico (Hekimbaşi Odasi)
Pabellón del zaguán (Sofa Köşkü)
Pabellón de Revan (Revan Köşkü)
Pabellón de Bagdad (Bagdad Köşkü)
Pabellón de la circuncisión
El pórtico de Iftar
• El harén
Algunas explicaciones (no acabaríamos nunca)
Puerta Imperial
La Puerta Imperial (Bab-i Hümayun) es hoy en día la entrada principal al palacio. Fue construida bajo el mandato de Mehmet II.
Puerta de la Acogida
Esta puerta (Bâb-üs Selâm) está tras la puerta imperial y el gran patio en dónde está situada la iglesia de Santa Irene. La puerta construida durante el reinado de Mehmet II tiene dos torres adosadas octogonales construidas durante el reinado de Süleyman I.

El patio de ceremonias o segundo patio era el lugar elegido por los sultanes para efectuar los actos protocolarios más importantes del imperio. Se efectuaban en este espacio todo tipo de ceremonias: entronizaciones, fiestas de carácter religioso o reparto de dulces.
Harén
Suntuosas alcobas, salas de recepción, hammans. Destaca el dormitorio del cuerpo de guardia, los aposentos de la valide sultán, el salón imperial y las habitaciones gemelas del heredero.
Establos reales
Los establos reales fueron construidos durante el reinado de Mehmet II, dividiéndose en dos dependencias. Las dos salas forman los establos actuales y el gran establo mayor.
Consejo privado
La sala del consejo privado era en el lugar en el cual se reunían todos los martes tras la oración matinal los oficiales de alto grado del ejército con sus uniformes de gala. Este recinto lo conforman tres salas, la sala del consejo, la oficina de registro y la oficina del gran visir del imperio.
Colección de armas
Este edificio era ocupado en sus comienzos por el tesoro. En el año 1928, se inicia la exposición de armas de los sultanes, las cuales abarcan unas 400 piezas que van desde el siglo VII hasta el siglo XIX.
Cocinas reales
Las antiguas cocinas reales estaban formadas realmente por tres que eran:
La gran cocina cuya función era la de preparar la comida para los invitados del sultán. Podía dar de comer hasta cuatro mil personas.
La Helvahane, era la cocina para la preparación de las delicias turcas, postres y dulces.
La Kuşhane era la cocina privada del sultán y la que preparaba su comida y la de sus familiares.
Hoy en día la cocina alberga una de las exposiciones de porcelana y cristal más importantes del mundo.
Tesoro
El tesoro es uno de los más espectaculares del mundo. Las piezas provienen de regalos por mandatarios extranjeros, joyas de los diferentes sultanes, botines de guerra o herencias. El tesoro se encuentra expuesto a lo largo de cuatro salas:
La sala de las perlas: En esta sala se encuentran la figura del esclavo negro y la del jeque sentado en su trono.
Segunda sala: En esta sala cabe destacar el trono de Ahmed I y la nave de jade. En esta sala se encuentra la famosa daga Topkapi. Es el puñal más caro del mundo y está elaborado con oro, diamantes, esmeraldas y piedras preciosas. Su robo ficticio fue el argumento de la famosa película Topkapi (1964) de Jules Dassin.
Tercera sala: En esta sala se encuentra el diamante del cucharero, el tercer diamante más grande del mundo, de ochenta y seis quilates.
Cuarta sala: En esta sala lo más relevante es el trono indio-turco del siglo XVIII.


Pabellón del Santo Manto y las Reliquias Sagradas
En los que fueran los apartamentos privados del sultán Mehmed II se exhiben al público desde 1962 objetos religiosos. Entre los objetos más importantes se encuentran el Santo Manto del fundador del islam, el profeta Mahoma, así como un pelo de su barba, el relicario donde se conserva uno de sus dientes, y el arco y la espada del profeta. También hay tierra de la tumba de Mahoma, una huella de su pie enmarcada en bronce, 139 ejemplares del Corán de gran importancia histórica para el islamismo, llaves de la Kaaba de la mezquita sagrada en La Meca y elementos personales de los compañeros del profeta como espadas, una bandeja de Abraham, un bastón de Moisés, la espada de David y la túnica de José (patriarca). Las reliquias que se conservan en el Palacio de Topkapi son consideradas "las más sagradas del mundo musulmán" y se exhiben bajo una luz tenue para mantenerlas en buen estado de conservación
Luego volvemos al hotel a descansar un poco y relajarnos con estas vistas desde la piscina del hotel

Una vez repuestas las fuerzas y teniendo en cuenta que la afluencia de gente a Santa Sofía baja por la tarde noche vamos hasta allí para esta vez sí, conseguir entrar.


Horario: Todos los días hasta la noche. Este verano estaba abierta hasta las 23:00h (cuidado con los horario de los rezos)
Gratuita
Actualización:
Horario: Cualquier día de 9:00h a 19:30h. Cerrada a las visitas turísticas durante las horas de oración.
Precio: Desde el 15 de enero de 2024, 25€ o 850 LT (la audio guía se paga aparte).
Recorrido restringido para los turistas
Horario: Cualquier día de 9:00h a 19:30h. Cerrada a las visitas turísticas durante las horas de oración.
Precio: Desde el 15 de enero de 2024, 25€ o 850 LT (la audio guía se paga aparte).
Recorrido restringido para los turistas
Santa Sofía o Hagia Sophia (en griego: Άγια Σοφία, «Santa Sabiduría»; en turco: Ayasofya) fue desde su inauguración en el 537 hasta 1453 la catedral ortodoxa bizantina de rito oriental de Constantinopla, excepto entre el 1204 y 1261 en que fue catedral católica de rito latino durante el patriarcado de Constantinopla del Imperio latino, fundado por los cruzados. Fue la sede del patriarca de Constantinopla de la Iglesia ortodoxa bizantina por casi mil años. En esta iglesia el cardenal Humberto excomulgó a Miguel I Cerulario en 1054; acto considerado como el comienzo del Gran Cisma de la Iglesia romana. Tras la Conquista de Constantinopla por el Imperio otomano fue transformada en mezquita, En 1453 Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos, bajo las órdenes del sultán Mehmed II, se convirtió en mezquita. Las campanas, el altar, el iconostasio y los vasos de sacrificio fueron retirados y muchos de los mosaicos fueron enlucidos. Durante el dominio otomano se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos, como el mihrab, el minbar y cuatro minaretes. Fue mezquita desde el 29 de mayo de 1453 hasta 1931, fecha en que fue secularizado. El 1 de febrero de 1935 reabrió como museo hasta que, en julio de 2020, Erdoğan (presidente de Turquía) anunció que, a partir del 1 de agosto de 2020, sería transformada de nuevo en mezquita. Muchos de los mosaicos con representaciones humanas ya no son visibles, pues han sido tapados.


La iglesia estaba dedicada a la Divina Sabiduría, una imagen tomada del Libro de la Sabiduría del Antiguo Testamento en referencia a la personificación de la sabiduría de Dios o segunda persona de la Santísima Trinidad. Su fiesta se celebra el 25 de diciembre, el aniversario de la encarnación del Verbo en Cristo.
Famosa por su enorme cúpula, está considerada como el epítome de la arquitectura bizantina, y se dice de ella que «cambió la historia de la arquitectura». Fue la catedral con mayor superficie del mundo durante casi mil años, desbancada por la catedral de Sevilla en 1520. El edificio actual de Santa Sofía fue reconstruido entre 532 y 537 para ser usado como iglesia, por orden del emperador bizantino Justiniano I, siendo la tercera iglesia de la Santa Sabiduría edificada en ese mismo emplazamiento.
Mezquita principal de Estambul durante casi 500 años, Santa Sofía sirvió como modelo para muchas otras mezquitas otomanas, como la mezquita del Sultán Ahmed —también conocida como la mezquita Azul—, la mezquita de Sehzade, la mezquita de Solimán, y otras.
Primera iglesia
La primera iglesia se conoció como «Iglesia Grande» o Magna Ecclesia debido a que sus dimensiones eran mayores que las de las iglesias contemporáneas de la ciudad. Fue inaugurada el año 360 durante el reinado de Constancio II. La cercana iglesia de Santa Irene fue terminada antes y sirvió como catedral hasta que se terminó la iglesia de Santa Sofía. Ambas fueron conjuntamente las principales iglesias del Imperio bizantino. El Patriarca de Constantinopla, Juan Crisóstomo, entró en conflicto con la emperatriz, esposa del emperador Arcadio, y fue enviado al exilio el 20 de junio de 404. Durante los disturbios que se produjeron tras este hecho, la iglesia fue quemada y derrumbada en gran parte y en la actualidad no se conserva nada de este primer edificio.
Segunda iglesia
El emperador Teodosio II ordenó la construcción de una segunda iglesia, que inauguró el 10 de octubre de 415. Sin embargo, durante los disturbios de Niká (Reyertas entre los bandos «azul» y «verde» de las carreras de carros del hipódromo de Constantinopla) se desató un incendio que quemó y derrumbó este segundo edificio, entre el 13 y el 14 de enero de 532. Aún sobreviven algunos bloques de mármol de esta segunda iglesia. Entre ellos unos relieves que muestran doce corderos, representando a los doce apóstoles, y que originalmente formaban parte de una monumental puerta de entrada. En la actualidad estos bloques se encuentran en una excavación junto a la entrada del museo.
Tercera iglesia (construcción actual)
El 23 de febrero de 532, el emperador Justiniano I decidió construir una tercera basílica completamente diferente, más grande y más majestuosa que sus predecesoras. Justiniano eligió al físico Isidoro de Mileto y al matemático Antemio de Tralles como arquitectos, aunque Antemio murió durante el primer año de la empresa. Se emplearon más de diez mil personas para la construcción y el emperador hizo traer material procedente de todo el imperio, como las columnas helenísticas del Templo de Artemisa en Éfeso, grandes piedras de las canteras de pórfido de Egipto, mármol verde de Tesalia, piedra negra de la región del Bósforo y piedra amarilla de Siria. El emperador, junto con el patriarca Eutiquio, inauguró la nueva basílica el 27 de diciembre de 537. Los mosaicos del interior de la iglesia se completaron bajo el reinado del emperador Justino II (565-578). Santa Sofía fue la sede del patriarca ortodoxo de Constantinopla y el escenario principal de las ceremonias imperiales bizantinas, como las coronaciones. La basílica también ofrecía asilo a los malhechores. Los terremotos de 553 y de 557 causaron grietas en la cúpula principal y en la media cúpula oriental. La cúpula principal se derrumbó por completo durante un terremoto de 558 que también destruyó el ambón, el altar y el copón. El emperador ordenó la restauración inmediata utilizándose materiales más ligeros elevando la cúpula su altura interior actual de 55,6 metros. Se cambió el tipo de bóveda, erigiendo una cúpula nervada con pechinas. Esta reconstrucción, que dio a la iglesia su actual forma se completó en el año 562.
En 726, el emperador León el Isáurico publicó unos edictos contra la veneración de imágenes y ordenó destruir todos los iconos —inaugurando el período de la iconoclasia bizantina—. En ese momento, todas las imágenes y estatuas religiosas se retiraron de Santa Sofía. Después de un breve periodo durante el mandato de la emperatriz Irene (797-802), los iconoclastas reaparecieron. El emperador Teófilo (829-842), influido por el arte islámico, prohibió las imágenes.
La basílica volvería a sufrir daños: primero por un incendio en 859, por un terremoto en enero de 869 que colapsó media cúpula. En octubre de 989, un nuevo terremoto arruinó la cúpula. La magnitud de los daños requirió seis años de reparación y reconstrucción, hasta que la iglesia fue reabierta en mayo de 994.
Tras la toma de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada la iglesia fue saqueada por los cristianos latinos. Muchas reliquias de la iglesia —como una piedra de la tumba de Jesús, la leche de la Virgen María, la mortaja de Jesús y los huesos de varios santos— fueron enviadas a iglesias de occidente y actualmente se encuentran en varios museos. Durante la ocupación latina de Constantinopla (1204-1261) la iglesia se convirtió en una catedral católica. En ella fue coronado emperador Balduino I de Constantinopla, en una ceremonia que siguió de cerca las prácticas bizantinas, el 16 de mayo de 1204.
Mezquita
En 1453 el sultán Mehmed puso cerco a Constantinopla. El sultán prometió a sus soldados tres días de saqueo ilimitado antes de reclamar los contenidos de la ciudad. La iglesia de Santa Sofía no estuvo exenta de saqueos. Durante el asedio, en la iglesia se estuvo celebrando la Liturgia, siendo un refugio para los ciudadanos. Atrapados en la iglesia, feligreses y refugiados se convirtieron en parte del botín de los invasores. El edificio fue profanado y saqueado, y sus ocupantes esclavizados o asesinados. Cuando el sultán entró en la iglesia con su cohorte, ordenó la transformación en mezquita, tras lo cual un ulema subió al púlpito para recitar el shahada o profesión de fe islámica
Después de la toma, el sultán Mehmed II ordenó la limpieza de la iglesia y su conversión. Asistió a la primera oración del viernes en la mezquita el 1 de junio de 1453. Santa Sofía se convirtió en la primera mezquita imperial de Estambul.
Durante el reinado de Selim II (1566-1577), el edificio comenzó a mostrar signos de fatiga y fue reforzado con la adición de contrafuertes exteriores., se construyó los dos grandes minaretes adicionales en el extremo oeste del edificio, el palco del sultán, y el Turbe (mausoleo) de Selim II en el sureste del edificio. Por otra parte, una media luna de oro se montó en la parte superior de la cúpula, mientras que se creaba una zona de respeto de 35 arşin (alrededor de 24 metros) de ancho, alrededor del edificio, derribando todas las casas que se habían construido en el entorno. Más tarde su Turbe acogió también 43 tumbas de los príncipes otomanos. En 1594, se construyó la Turbe de Murad III (1574-1595), donde el sultán y su favorita, fueron enterrados. El mausoleo octogonal de su hijo Mehmed III (1595-1603) y su favorita se construyó al lado.
Más recientemente se añadieron nuevos elementos, como el minbar decorado con mármoles, y una logia para el almuédano (quien convoca al rezo) El sultán Murad III (1574-1595) puso a ambos lados de la nave sendas urnas helenísticas de alabastro, traídas desde Pérgamo. El sultán Mahmud I ordenó la restauración del edificio en 1739 y añadió una madrasa (escuela coránica, actualmente biblioteca del museo), una cocina para dar sopa a los pobres, una biblioteca y, en 1740, una fuente de abluciones rituales (Şadirvan).
Entre 1847 y 1849. ordenada por el sultán Abdülmecid,se restauró de nuevo y los trabajos cosistieron en la consolidación de la cúpula y de las bóvedas, la recuperación de las columnas y la revisión de la decoración interior y exterior. Se limpiaron los mosaicos de la galería. Las viejas lámparas se remplazaron por otras nuevas, más accesibles. Se añadió un minbar y se adosaron a los cuatro pilares centrales unos paneles de 7,5 m de diámetro, con los nombres de Alá, del profeta del islam Mahoma y de los cuatro primeros califas Abu Bakr, Omar, Uthman y Ali, así como los dos nietos de Mahoma: Hasan y Husáin.


Se construyó una nueva galería para el sultán en estilo neobizantino, unida al pabellón real sito tras la mezquita. Fuera del edificio se construyeron un nuevo edificio para el guardián del tiempo y una nueva madrasa. Se modificaron los minaretes para igualar su altura. Acabada la restauración, se reabrió la mezquita con fastuosas ceremonias el 13 de julio de 1849.
En 1931, durante el mandato de Mustafa Kemal Atatürk, la mezquita se cierra al público, y se abre nuevamente en 1935, pero esta vez como museo. Aunque desde entonces y hasta 2020 el uso como lugar de culto (mezquita o iglesia) estaba prohibido en 2006 el gobierno turco permitió la asignación de una pequeña habitación del templo como sala de oración para musulmanes y cristianos. Desde 2013, el almuédano canta la llamada a la oración dos veces al día por la tarde desde los minaretes de Santa Sofía.
En marzo de 2019, Erdoğan anunció el cambio de estatus de Santa Sofía de un museo a una mezquita y agregó que fue "un gran error" de Atatürk, convertirlo en un museo. El 29 de mayo de 2020, el Gobierno de Turquía celebró el 567 aniversario de la conquista otomana de Estambul con una oración islámica en Santa Sofía. Durante el evento se leyeron pasajes del Corán. Grecia condenó esta acción.
El 10 de julio de 2020, el Consejo de Estado aprobó la decisión del Consejo de Ministros de transformar la iglesia de Santa Sofía en mezquita. El llamado a la oración fue transmitido desde los minaretes poco después del anuncio del cambio. Los canales de redes sociales del Museo Hagia Sophia fueron retirados el mismo día.
Grecia denunció la conversión y la consideró una violación del título de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El Patriarca Cirilo I de Moscú, líder de la Iglesia ortodoxa rusa denunció la conversión del edificio en una mezquita como una "amenaza para toda la civilización cristiana". La UNESCO anunció que "lamenta profundamente" la conversión, "realizada sin debate previo", y pidió a Turquía que "abriera un diálogo sin demora", declarando que la falta de negociación era "lamentable". El Papa Francisco aseguró estar "muy dolido" por la reconversión de Santa Sofía en mezquita.
Fuentes turcas dijeron que los íconos y mosaicos cristianos serían preservados, pero casi todos están cubiertos con cortinas y alfombras. Se refirió que los mosaicos de la Virgen María con el Niño Jesús y del Arcángel Gabriel que se encuentran en el ábside del templo y que casualmente están orientados hacia La Meca, serían tapados durante las oraciones musulmanas. También especificó que los otros mosaicos de Jesús y otras figuras bíblicas destacadas no serían cubiertas porque no están localizadas en dirección a La Meca. Tras las oraciones, el recinto volverá a abrirse al público y los mosaicos serían descubiertos. Cosa que no creo que se cumpla actualmente; pero existir, existen y así, en el vestíbulo del edificio hay un impresionante panel de mosaico que representa a la Madre María y a los dos emperadores bizantinos Constantino y Justiniano a su lado y sobre la puerta de salida hay otro mosaico notable que muestra al emperador León VI arrodillado ante Cristo, con la Madre María y un arcángel a su lado.


Arquitectónicamente sus arquitectos cubrieron el edificio, de planta casi cuadrada, con una cúpula central sobre pechinas. Ésta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro pilares. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y los muros abiertos están asegurados por contrafuertes. En el centro de la cúpula hay un verso del Corán que dice: "Dios es la luz del mundo". Su arquitectura es eminentemente espacial, aunque el efecto exterior ha sido significativamente modificado por los otomanos, que lo enriquecieron con minaretes, espolones y grandes contrafuertes. La idea del edificio fue el que la gran cúpula que se iba a construir se sostuviera merced a cuatro arcos reforzados, mediante contrafuertes y semicúpulas que desviaran los empujes. Los tímpanos de los cinco arcos principales reflejan cómo se llevó el cuerpo de San Marcos a la basílica. La planta es un rectángulo de 77 x 71 m. La cúpula con forma de media naranja, de 56,6 m de altura y 31,87 de diámetro, se apoya sin tambor en cuatro pechinas y está reforzada por cuarenta nervios entre los que se practican otros tantos huecos de ventana, dando la sensación de estar «suspendida del cielo.
Merece la pena ver el ornamentado Mihrab, el nicho de oración orientado a la Meca. Se encuentra en el ábside. Está enmarcado por adornos dorados y paneles caligráficos con versos del Corán, así como por dos palos de vela gigantes.


En el exterior , en el jardín, hay unos hallazgos arqueológicos, como partes conservadas de la primera Santa Sofía del siglo antigua. También hay un reloj de sol y cronómetros utilizados para calcular las horas de oración, así como una fuente de forma redonda que data de 1740.
Después de la visita cruzamos por el hipódromo hacia la mezquita Azul aprovechando que la luz de tarde y la iluminación artificial la convierte en una mezquita rosa visitamos de nuevo su patio haciendo unas cuantas fotos más.
Salimos y nos dirigimos siguiendo el recorrido que engancho hasta la Iglesia de San Sergio y de San Baco, ahora reconvertida en la mezquita Pequeña Santa Sofía.
El recorrido nos adentra en algo mucho menos turístico de Estambul. Un recorrido que vale la pena descubrir.
La pequeña Iglesia fue construida por los emperadores Justiniano y Teodosio, entre los años 527 y 536 (antes que Santa Sofía). Es un edificio bizantino convertido en mezquita a principios del s.XVI quedando, muchos de sus elementos originales ocultos (yo diría que todos) desde la restauración de 2007.


Volvemos por dando otra vuelta por ese barrio subiendo hacia la mezquita Azul yendo hacia la cisterna de Teodosio, ahora ya cerrada, y regresando después hacia nuestro hotel y a cenar en nuestro restaurante cercano preferido.


La iglesia estaba dedicada a la Divina Sabiduría, una imagen tomada del Libro de la Sabiduría del Antiguo Testamento en referencia a la personificación de la sabiduría de Dios o segunda persona de la Santísima Trinidad. Su fiesta se celebra el 25 de diciembre, el aniversario de la encarnación del Verbo en Cristo.
Famosa por su enorme cúpula, está considerada como el epítome de la arquitectura bizantina, y se dice de ella que «cambió la historia de la arquitectura». Fue la catedral con mayor superficie del mundo durante casi mil años, desbancada por la catedral de Sevilla en 1520. El edificio actual de Santa Sofía fue reconstruido entre 532 y 537 para ser usado como iglesia, por orden del emperador bizantino Justiniano I, siendo la tercera iglesia de la Santa Sabiduría edificada en ese mismo emplazamiento.
Mezquita principal de Estambul durante casi 500 años, Santa Sofía sirvió como modelo para muchas otras mezquitas otomanas, como la mezquita del Sultán Ahmed —también conocida como la mezquita Azul—, la mezquita de Sehzade, la mezquita de Solimán, y otras.
Primera iglesia
La primera iglesia se conoció como «Iglesia Grande» o Magna Ecclesia debido a que sus dimensiones eran mayores que las de las iglesias contemporáneas de la ciudad. Fue inaugurada el año 360 durante el reinado de Constancio II. La cercana iglesia de Santa Irene fue terminada antes y sirvió como catedral hasta que se terminó la iglesia de Santa Sofía. Ambas fueron conjuntamente las principales iglesias del Imperio bizantino. El Patriarca de Constantinopla, Juan Crisóstomo, entró en conflicto con la emperatriz, esposa del emperador Arcadio, y fue enviado al exilio el 20 de junio de 404. Durante los disturbios que se produjeron tras este hecho, la iglesia fue quemada y derrumbada en gran parte y en la actualidad no se conserva nada de este primer edificio.
Segunda iglesia
El emperador Teodosio II ordenó la construcción de una segunda iglesia, que inauguró el 10 de octubre de 415. Sin embargo, durante los disturbios de Niká (Reyertas entre los bandos «azul» y «verde» de las carreras de carros del hipódromo de Constantinopla) se desató un incendio que quemó y derrumbó este segundo edificio, entre el 13 y el 14 de enero de 532. Aún sobreviven algunos bloques de mármol de esta segunda iglesia. Entre ellos unos relieves que muestran doce corderos, representando a los doce apóstoles, y que originalmente formaban parte de una monumental puerta de entrada. En la actualidad estos bloques se encuentran en una excavación junto a la entrada del museo.
Tercera iglesia (construcción actual)
El 23 de febrero de 532, el emperador Justiniano I decidió construir una tercera basílica completamente diferente, más grande y más majestuosa que sus predecesoras. Justiniano eligió al físico Isidoro de Mileto y al matemático Antemio de Tralles como arquitectos, aunque Antemio murió durante el primer año de la empresa. Se emplearon más de diez mil personas para la construcción y el emperador hizo traer material procedente de todo el imperio, como las columnas helenísticas del Templo de Artemisa en Éfeso, grandes piedras de las canteras de pórfido de Egipto, mármol verde de Tesalia, piedra negra de la región del Bósforo y piedra amarilla de Siria. El emperador, junto con el patriarca Eutiquio, inauguró la nueva basílica el 27 de diciembre de 537. Los mosaicos del interior de la iglesia se completaron bajo el reinado del emperador Justino II (565-578). Santa Sofía fue la sede del patriarca ortodoxo de Constantinopla y el escenario principal de las ceremonias imperiales bizantinas, como las coronaciones. La basílica también ofrecía asilo a los malhechores. Los terremotos de 553 y de 557 causaron grietas en la cúpula principal y en la media cúpula oriental. La cúpula principal se derrumbó por completo durante un terremoto de 558 que también destruyó el ambón, el altar y el copón. El emperador ordenó la restauración inmediata utilizándose materiales más ligeros elevando la cúpula su altura interior actual de 55,6 metros. Se cambió el tipo de bóveda, erigiendo una cúpula nervada con pechinas. Esta reconstrucción, que dio a la iglesia su actual forma se completó en el año 562.
En 726, el emperador León el Isáurico publicó unos edictos contra la veneración de imágenes y ordenó destruir todos los iconos —inaugurando el período de la iconoclasia bizantina—. En ese momento, todas las imágenes y estatuas religiosas se retiraron de Santa Sofía. Después de un breve periodo durante el mandato de la emperatriz Irene (797-802), los iconoclastas reaparecieron. El emperador Teófilo (829-842), influido por el arte islámico, prohibió las imágenes.
La basílica volvería a sufrir daños: primero por un incendio en 859, por un terremoto en enero de 869 que colapsó media cúpula. En octubre de 989, un nuevo terremoto arruinó la cúpula. La magnitud de los daños requirió seis años de reparación y reconstrucción, hasta que la iglesia fue reabierta en mayo de 994.
Tras la toma de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada la iglesia fue saqueada por los cristianos latinos. Muchas reliquias de la iglesia —como una piedra de la tumba de Jesús, la leche de la Virgen María, la mortaja de Jesús y los huesos de varios santos— fueron enviadas a iglesias de occidente y actualmente se encuentran en varios museos. Durante la ocupación latina de Constantinopla (1204-1261) la iglesia se convirtió en una catedral católica. En ella fue coronado emperador Balduino I de Constantinopla, en una ceremonia que siguió de cerca las prácticas bizantinas, el 16 de mayo de 1204.
Mezquita
En 1453 el sultán Mehmed puso cerco a Constantinopla. El sultán prometió a sus soldados tres días de saqueo ilimitado antes de reclamar los contenidos de la ciudad. La iglesia de Santa Sofía no estuvo exenta de saqueos. Durante el asedio, en la iglesia se estuvo celebrando la Liturgia, siendo un refugio para los ciudadanos. Atrapados en la iglesia, feligreses y refugiados se convirtieron en parte del botín de los invasores. El edificio fue profanado y saqueado, y sus ocupantes esclavizados o asesinados. Cuando el sultán entró en la iglesia con su cohorte, ordenó la transformación en mezquita, tras lo cual un ulema subió al púlpito para recitar el shahada o profesión de fe islámica
Después de la toma, el sultán Mehmed II ordenó la limpieza de la iglesia y su conversión. Asistió a la primera oración del viernes en la mezquita el 1 de junio de 1453. Santa Sofía se convirtió en la primera mezquita imperial de Estambul.
Durante el reinado de Selim II (1566-1577), el edificio comenzó a mostrar signos de fatiga y fue reforzado con la adición de contrafuertes exteriores., se construyó los dos grandes minaretes adicionales en el extremo oeste del edificio, el palco del sultán, y el Turbe (mausoleo) de Selim II en el sureste del edificio. Por otra parte, una media luna de oro se montó en la parte superior de la cúpula, mientras que se creaba una zona de respeto de 35 arşin (alrededor de 24 metros) de ancho, alrededor del edificio, derribando todas las casas que se habían construido en el entorno. Más tarde su Turbe acogió también 43 tumbas de los príncipes otomanos. En 1594, se construyó la Turbe de Murad III (1574-1595), donde el sultán y su favorita, fueron enterrados. El mausoleo octogonal de su hijo Mehmed III (1595-1603) y su favorita se construyó al lado.
Más recientemente se añadieron nuevos elementos, como el minbar decorado con mármoles, y una logia para el almuédano (quien convoca al rezo) El sultán Murad III (1574-1595) puso a ambos lados de la nave sendas urnas helenísticas de alabastro, traídas desde Pérgamo. El sultán Mahmud I ordenó la restauración del edificio en 1739 y añadió una madrasa (escuela coránica, actualmente biblioteca del museo), una cocina para dar sopa a los pobres, una biblioteca y, en 1740, una fuente de abluciones rituales (Şadirvan).
Entre 1847 y 1849. ordenada por el sultán Abdülmecid,se restauró de nuevo y los trabajos cosistieron en la consolidación de la cúpula y de las bóvedas, la recuperación de las columnas y la revisión de la decoración interior y exterior. Se limpiaron los mosaicos de la galería. Las viejas lámparas se remplazaron por otras nuevas, más accesibles. Se añadió un minbar y se adosaron a los cuatro pilares centrales unos paneles de 7,5 m de diámetro, con los nombres de Alá, del profeta del islam Mahoma y de los cuatro primeros califas Abu Bakr, Omar, Uthman y Ali, así como los dos nietos de Mahoma: Hasan y Husáin.


Se construyó una nueva galería para el sultán en estilo neobizantino, unida al pabellón real sito tras la mezquita. Fuera del edificio se construyeron un nuevo edificio para el guardián del tiempo y una nueva madrasa. Se modificaron los minaretes para igualar su altura. Acabada la restauración, se reabrió la mezquita con fastuosas ceremonias el 13 de julio de 1849.
En 1931, durante el mandato de Mustafa Kemal Atatürk, la mezquita se cierra al público, y se abre nuevamente en 1935, pero esta vez como museo. Aunque desde entonces y hasta 2020 el uso como lugar de culto (mezquita o iglesia) estaba prohibido en 2006 el gobierno turco permitió la asignación de una pequeña habitación del templo como sala de oración para musulmanes y cristianos. Desde 2013, el almuédano canta la llamada a la oración dos veces al día por la tarde desde los minaretes de Santa Sofía.
En marzo de 2019, Erdoğan anunció el cambio de estatus de Santa Sofía de un museo a una mezquita y agregó que fue "un gran error" de Atatürk, convertirlo en un museo. El 29 de mayo de 2020, el Gobierno de Turquía celebró el 567 aniversario de la conquista otomana de Estambul con una oración islámica en Santa Sofía. Durante el evento se leyeron pasajes del Corán. Grecia condenó esta acción.
El 10 de julio de 2020, el Consejo de Estado aprobó la decisión del Consejo de Ministros de transformar la iglesia de Santa Sofía en mezquita. El llamado a la oración fue transmitido desde los minaretes poco después del anuncio del cambio. Los canales de redes sociales del Museo Hagia Sophia fueron retirados el mismo día.
Grecia denunció la conversión y la consideró una violación del título de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El Patriarca Cirilo I de Moscú, líder de la Iglesia ortodoxa rusa denunció la conversión del edificio en una mezquita como una "amenaza para toda la civilización cristiana". La UNESCO anunció que "lamenta profundamente" la conversión, "realizada sin debate previo", y pidió a Turquía que "abriera un diálogo sin demora", declarando que la falta de negociación era "lamentable". El Papa Francisco aseguró estar "muy dolido" por la reconversión de Santa Sofía en mezquita.



Arquitectónicamente sus arquitectos cubrieron el edificio, de planta casi cuadrada, con una cúpula central sobre pechinas. Ésta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro pilares. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y los muros abiertos están asegurados por contrafuertes. En el centro de la cúpula hay un verso del Corán que dice: "Dios es la luz del mundo". Su arquitectura es eminentemente espacial, aunque el efecto exterior ha sido significativamente modificado por los otomanos, que lo enriquecieron con minaretes, espolones y grandes contrafuertes. La idea del edificio fue el que la gran cúpula que se iba a construir se sostuviera merced a cuatro arcos reforzados, mediante contrafuertes y semicúpulas que desviaran los empujes. Los tímpanos de los cinco arcos principales reflejan cómo se llevó el cuerpo de San Marcos a la basílica. La planta es un rectángulo de 77 x 71 m. La cúpula con forma de media naranja, de 56,6 m de altura y 31,87 de diámetro, se apoya sin tambor en cuatro pechinas y está reforzada por cuarenta nervios entre los que se practican otros tantos huecos de ventana, dando la sensación de estar «suspendida del cielo.
Merece la pena ver el ornamentado Mihrab, el nicho de oración orientado a la Meca. Se encuentra en el ábside. Está enmarcado por adornos dorados y paneles caligráficos con versos del Corán, así como por dos palos de vela gigantes.


En el exterior , en el jardín, hay unos hallazgos arqueológicos, como partes conservadas de la primera Santa Sofía del siglo antigua. También hay un reloj de sol y cronómetros utilizados para calcular las horas de oración, así como una fuente de forma redonda que data de 1740.
Después de la visita cruzamos por el hipódromo hacia la mezquita Azul aprovechando que la luz de tarde y la iluminación artificial la convierte en una mezquita rosa visitamos de nuevo su patio haciendo unas cuantas fotos más.
Salimos y nos dirigimos siguiendo el recorrido que engancho hasta la Iglesia de San Sergio y de San Baco, ahora reconvertida en la mezquita Pequeña Santa Sofía.

El recorrido nos adentra en algo mucho menos turístico de Estambul. Un recorrido que vale la pena descubrir.
La pequeña Iglesia fue construida por los emperadores Justiniano y Teodosio, entre los años 527 y 536 (antes que Santa Sofía). Es un edificio bizantino convertido en mezquita a principios del s.XVI quedando, muchos de sus elementos originales ocultos (yo diría que todos) desde la restauración de 2007.


Volvemos por dando otra vuelta por ese barrio subiendo hacia la mezquita Azul yendo hacia la cisterna de Teodosio, ahora ya cerrada, y regresando después hacia nuestro hotel y a cenar en nuestro restaurante cercano preferido.