Detrás de comer y tras haber descansado un rato, sobre las 18:30h nos acercamos a ver una de las cascadas más impresionantes de La Vera, de momento de todas las que he visto junto a las pozas y piscinas naturales, es la que más me ha gustado y no es para menos, preciosa.

La Cascada del Diablo es un espectacular salto formado por la Garganta de Gualtaminos en su recorrido hacia el río Tiétar. Las aguas bravas procedentes de la Sierra de Gredos, se abren camino a través de las rocas.

Por la carretera EX-203 y a la salida de Villanueva de la Vera, llegarás al inicio de la cascada donde te encontrarás un parking de tierra gratuito para dejar el coche. Una vez aparcado el vehículo, descendemos unos 150 metros por una pista asfaltada hasta un área recreativa. Llegamos al mirador de la cascada donde hay un cartel explicativo.

Descendemos por unas escaleras un tanto empinadas y junto a la cascada, si tienes ganas de bañarte, dependerá de tu destreza ya que tendrás que salirte del camino habilitado e ir trepando por las piedras para acceder a los pequeños saltos de agua o pozas que verás en el recorrido.


La Cascada del Diablo tiene unos 30 metros de largo, llegando alcanzar hasta los 70 metros de alto. El recorrido es una maravilla y más cuando lo estamos disfrutando las dos solas. Me quedé con las ganas de bañarme en la poza grande que es donde tiene una de las mayores cascadas pero me dio un poco de respeto, ya que el agua era un poco oscura y ya me empiezo a imaginar los bichos a mi alrededor y entro en pánico, jajajaja, aunque a veces le echo valor y me meto, pero esta vez me lo pensé demasiado, otra vez será.



El agua fluye entre grandes rocas y alrededor hay una exuberante vegetación que pareces estar en plena selva, se puede visitar en cualquier época del año, aunque si quieres verla en su máximo esplendor, lo ideal es que la visites en primavera o después del deshielo o si ha llovido mucho, será cuando la veas con más agua.


En esta poza nos encontramos con tres chicos y su perro que estaba disfrutando del agua, uno de los muchachos estaba completamente desnudo, hice la foto sin que salieran ellos para que no pensaran que les hacía la foto por estar desnudo, jajajaja, me dio ganas de meterme al agua con ellos porque la poza estaba muy bien, pero ya íbamos a ser demasiados, jajajaja.

Anduvimos por este camino hasta otra especie de mirador y después nos dimos la vuelta hasta el coche.

Nos despedimos de este maravilloso lugar al que espero volver este año y animarme a bañarme


