Me ha caído una tormenta por la noche que parecía que se fuera a hundir la tienda. Menos mal que ha aguantado bien y, con los tapones puestos, he podido dormir. Al despertarme, antes del amanecer, he abierto la tienda con el frontal puesto y se me ha metido una polilla. Al intentar echarla, resulta que es una luciérnaga. Cada vez que intentaba darle para echarla, brillaba. Es como un escarabajo alargado que, cuando vuela, brilla por el culo. Después de la pelea con Campanilla, me he salido a la zona cubierta y he desayunado unas galletas. Ya de día, en la montaña se ve niebla, pero de momento no llueve.
Por el camping ya se ve algún pajarillo. Me he encontrado con un mirlo pardo, el ave nacional de Costa Rica. Guatusas hay por todo el camping, ya no tienen ni gracia. La ruta ha sido por todo el bosque nublado. Han sido tres horas y media por puro bosque. La parte más alta, metido en niebla. Lo más bonito es la cantidad de mariposas que se ven. He visto las típicas que se camuflan perfectas con el árbol, unas transparentes que son dificilísimas de seguir, no hablemos ya de echarles fotos, y varias libando de unas flores rojas muy bonitas que se llaman labios de novia. Me he encontrado un grupo de pizotes, estos más tímidos que los de Tikal. La ruta pasa finalmente por un par de cascadas y varios miradores. Como dije ayer, un parque muy bonito, bien cuidado y con muchísima vida. He terminado empapado, no de la lluvia, sino del bochorno y la humedad que hace.
Aquí os dejo el enlace a la ruta de Wikiloc. TRACK DE LA RUTA
He llegado al campamento justo cuando ha empezado a llover. Viendo que así no iba a ponerme a recoger, me he ido para la cafetería y me he comido un sándwich de pollo mientras echaba fotos a los colibríes. Se ven al menos cinco especies. Los colibríes, por muy bonitos que sean, son súper agresivos; están todo el rato peleándose entre ellos cada vez que se acercan al comedero. Llegan a perseguirse pasando a centímetros de mí. Son como mini drones.
De vuelta al camping, y con la lluvia cayendo, he desarmado la tienda y la he metido bajo el techo corriendo. Ahí tranquilamente, y con un kilo de papel higiénico, la he secado como he podido y he recogido.
A las 13:00 ha venido un tuk-tuk que me ha llevado al pueblo, donde he cogido un bus hacia las cataratas de Pulhapanzak. Están a 30 minutos. El bus era como los de Belice. Por un momento se me han puesto los pelos de punta recordando Guatemala, pero nada que ver.
Las cataratas de Pulha se encuentran en una zona que, a primera vista, es cutre. Un restaurante sacado de los años 80 y una zona de baño con un toque muy casposo. Si te alejas de esa zona, la cosa cambia y las cataratas son muy espectaculares. He puesto la tienda bajo techado y, mientras llovía, he estado hablando con uno de los de seguridad. Aquí el tema siempre es o fútbol o mujeres. Esta vez ha tocado mujeres. tema: "El orgullo de la belleza de las mujeres nacional". No le falta razón
A la tarde, estaba yo solo en todo el parque. He estado mareando por el río y la cascada. Dicen que es la mas bonita de Centroamérica y la verdad que en el top 3 tiene que estar seguro. A la noche, rodeado de luciérnagas, me he ido a cenar al restaurante. Aquí está todo cerrado y me he tenido que salir fuera a buscar algún sitio para comprar algo. En una tienducha pequeña me han vendido como pan de pita, atún y queso y me he apañado con eso. Me dejan estar en las mesas del restaurante con luz y wifi y ahí he matado el tiempo. Dos guardias armados se van paseando por las instalaciones y me han acompañado un rato mientras cenaba; a uno de ellos no le entiendo ni media. Aunque dejen acampar, esto no está para acampar; no tienen ni duchas, y en el río no me pienso lavar. Hoy no toca ducha.
Está chispeando, pero a resguardo, con el sonido del río y un poquito de fresquete esto es otra cosa.