Todo empezó hace unas semanas en el momento en que me ofrecieron dos invitaciones para un evento en las instalaciones del parque. El plan tampoco es que me sedujera en exceso pero por hacer algo diferente y como a caballo regalado..... El caso es que se lo comenté al cuñao, le pareció bien (él también estuvo en el parque hace ya unos cuantos años) y allá que nos plantamos siguiendo los pasos de Dº Carlos Gardel:
Volver con la frente marchita
Las nieves del tiempo platearon mi sien
Sentir que es un soplo la vida
Que veinte años no es nada
Que febril la mirada, errante en las sombras
Te busca y te nombra
Vivir con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez[[i]/align]
En el convencimiento de que en un sábado de junio la afluencia de público iba a ser considerable decidimos acercarnos prontito y evitarnos colas indeseadas por lo que, siendo la apertura a las 12:00, a las 11:00 ya estábamos estacionando en el amplio aparcamiento disponible y viendo como ya se formaban las primeras retenciones en el acceso.
[align=center]APARCAMIENTO PARQUE WARNER
Volver con la frente marchita
Las nieves del tiempo platearon mi sien
Sentir que es un soplo la vida
Que veinte años no es nada
Que febril la mirada, errante en las sombras
Te busca y te nombra
Vivir con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez[[i]/align]
En el convencimiento de que en un sábado de junio la afluencia de público iba a ser considerable decidimos acercarnos prontito y evitarnos colas indeseadas por lo que, siendo la apertura a las 12:00, a las 11:00 ya estábamos estacionando en el amplio aparcamiento disponible y viendo como ya se formaban las primeras retenciones en el acceso.

No sé si pecamos de cautos pero el caso es que cuando llegamos a la entrada principal las colas eran ya de aúpa y se palpaba en el ambiente el ansia por entrar. Teniendo en cuenta que todavía faltaba tiempo y que ya apetecía la sombra nos dimos bien de crema protectora solar, nos calzamos nuestras gorras y recorrimos las inmediaciones.
A la derecha del acceso principal, junto a los aseos, nos encontramos un conjunto de taquillas que ofrece el parque para la guarda de objetos y que pueda ser interesante para que el que quiera dejar bártulos y no quiera ir yendo y viniendo al coche, en su caso, o para quien haya venido en bus y no tengo otro sitio donde dejar según qué cosas.

Llega la hora, se abren las puertas y el público empieza a moverse en desbandada hacia las atracciones de su elección. Como el evento al que habíamos sido invitados no empezaba hasta las 12:30 y el lugar donde se celebraba estaba muy cerca de "La Aventura de Scooby Doo" propongo que nos acerquemos inmediatamente para no pillar cola, hagamos la atracción y luego nos dirijamos al motivo del viaje.
Efectivamente, llegamos a las inmediaciones de Cartoon Village y el recinto de Scooby Doo y hay una cinta que impide pasar hacia adelante. El personal se agolpa sobre la misma y todo nos retrotrae a la famosa espera en las puertas de El Corte Inglés el primer día de rebajas justo antes de la apertura. Se masca la ansiedad, el anhelo y la perspectiva de un día fantástico en los semblantes de niños, jóvenes, adultos y maduritos.
En sus marcas...
Listos....
Ya....
Continuará.