Praslin ✏️ Diarios de Viajes de Seychelles

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Día 6: Praslin. Llegamos en ferry temprano y en el puerto de Praslin nos tenían que estar esperando con los dos coches de alquiler, gestionado directamente con nuestro alojamiento desde España, pero allí no había nadie... estuvimos esperando mucho rato, hablando con la gente de allí que nos ofrecía otros coches, intentando aclarar el malentendido porque vino una persona de la compañía, pero daba otro nombre y no el mío y además solo tenía un coche cuando nosotros habíamos pedido dos. En fin, cuando por fin solucionamos el tema y conseguimos llegar al hotel e instalarnos ya casi era la hora de comer.

Nuestro hotel era un complejo de apartamentos con piscina en Anse Posession: Sea View Lodge. El alojamiento era realmente barato, tiene cocina, pero también hay un restaurante donde ofrecen desayunos, comidas y cenas. La variedad no es muy amplia, pero es aceptable. El alojamiento muy normal, el complejo es chulo y está bien ubicado para visitar la isla, pero tenía aspectos a mejorar, como la limpieza de la cocina.

Anse Posession no es apta para el baño, prácticamente desaparece con la marea alta, el agua está turbia e infestada de rayas. Aquí vimos hasta un pequeño tiburón.

Está cerca de Cote D’Or. Esta otra playa es muy bonita, de arena blanca y aguas azules, aunque con marea alta apenas queda arena y también hay rayas, aun así, la gente se baña sin miedo.

Nosotros después de comer fuimos directos a Anse Lazio que desde Anse Posession hay apenas 15 minutos en coche. Anse Lazio es preciosa. Una de las mejores playas que vimos, aquí había bastante más gente, supongo que es porque es una de las pocas playas aptas para el baño en Praslin (ojo, hablo del mes de junio, no sé el resto del año cómo estarán las aguas). Para llegar hay que pagar el parquin, creo recordar que fueron unos 6 euros. Pero si le dices al de la caseta que vas a comer en el restaurante Mabuya el parquin no se paga, aunque probablemente os pida el tiket a la salida.


Bueno pues había unas olas super divertidas, sin resaca, geniales para cogerlas, saltarlas... lo estábamos pasando super bien con los niños hasta que mi marido cerca de la orilla pisó algo. Salió del agua y vimos que le sangraba el pie muchísimo. Mi amiga es enfermera y llevaba un botiquín grande consigo así que comenzó a hacerle las primeras curas, pero el pie se le empezó a hinchar, poner gris, a doler y mi marido amarillo medio mareado... pregunté en el restaurante si había algún puesto médico en la playa y me dijeron que no (aunque al día siguiente, lunes, volvimos y vimos uno).

Total, que directos al hospital. El hospital de Praslin está muy cerca del puerto en Baie Saint Anne, para cuando llegamos mi marido se moría del dolor, un dolor a ráfagas, ardiente. Le atendieron enseguida, y le pincharon algo para el dolor en el pie que creemos que fue un anestésico, una inyección de corticoides en el culo y le recetaron antibióticos para 5 días que nos dieron allí mismo, además no podía mojar la herida y debería mantener la pierna en alto por algunos días. En el registro de consultas pusieron como motivo de la visita “Ray Fish”. Sí, a mi marido le picó una raya en Anse Lazio, en una playa en la que se supone que no hay. Supongo que fue mala suerte.

Por cierto, la factura fue de 358 rupias (unos 24 euros al cambio).

Día 7: Anse Lazio. Este día decidimos volver a Anse Lazio. Esta segunda vez le dijimos al señor del parquin que comeríamos en el restaurante y no pagamos. Nos pidió que al marcharnos le enseñaramos el ticket, pero como nos quedamos hasta la puesta de sol cuando volvimos al coche el chico ya no estaba, no sé el horario exacto del parquin, pero la caseta estaba cerrada.

Este día el agua estaba más tranquila, con marea alta queda poco espacio de arena, pero suficiente para resguardarte a la sombra de las palmeras o árboles. Era lunes y fui a caminar por la playa, aparte del restaurante Mabuya, a otro al final de la isla, ambos tienen precios caros, pero al menos en el Mabuya comimos bien. Caminando por la playa vi el puesto de salvamento abierto, desconozco si el día anterior domingo estaba abierto, el caso es en el restaurante no me dijeron que sí.

Mi marido no pudo bañarse y el resto lo hicimos con más miedo que vergüenza. Ya por la tarde una señora francesa le comentó a mi hija y su amiga que tuvieran cuidado porque había visto una mantarraya. No sé si es que vienen con la marea baja, por la tarde o esa era una despistada.

Mi consejo es que entréis en esta playa con escarpines, por si ayuda en algo.




Día 8 – Valle de Mai. Hoy teníamos previsto visitar el valle de Mai por la mañana y Anse Georgette por la tarde. Contacté con el hotel Lemuria un par de días antes por email para el permiso de entrada a sus instalaciones para llegar hasta la playa. El email es: request@lemuriaresort.com, también podéis llamar al +248 4281 281.

Como mi marido no podía caminar el resto del grupo decidimos visitar el valle de Mai y volver al hotel para comer él y ver qué hacíamos por la tarde.

La entrada al Valle de Mai me pareció cara, 550 rupias el adulto creo recordar, sin guía. No hay guía en español así que nosotros hicimos la visita por libre. Son 3 recorridos posibles, el más largo de 2 kilómetros y es circular, nosotros empezamos por el lado norte y creo que fue la opción buena, hay algunas subidas, escalones, etc pero en general es un camino muy fácil. Dentro del bosque hay mucha humedad y se suda mucho, llevad bien de agua.

Es un sitio tranquilo, es decir, no esperes ver muchos animales porque no los hay. El loro gris, que es la estrella, no se deja ver, al menos nosotros no lo conseguimos. Puedes ver sobre todo invertebrados: lagartos, caracoles, babosas, ranas y cangrejos. Has de ser observador, si no únicamente te darás un paseo por la selva. Por eso creo que la visita con guía debe ser interesante.


Regresamos al hotel a recoger a mi marido y volvimos hacer el camino para atravesar la isla hasta Gran Anse Beach. Esta zona tiene más población, pero no me bañaría en su playa. Según atraviesas la población puedes oler a cloaca, creo que desaguan al mar por ahí, imagínate tener el olor cerca de tu alojamiento... no me arriesgaría.

Comimos en Lobster Bay restaurante, muchos platos de pescado, pasta y pizza. Todo lo que pedimos estaba muy bueno. Mi marido se pidió un plato con varias elaboraciones típicas de Seychelles que incluían tiburón, una salchicha típica como guisadita, pulpo con curry y otro más que no recuerdo.
En este punto barajamos ir a Anse Georgette y que mi marido y yo nos quedáramos en algún restaurante del hotel tomando algo para que el resto pudiera visitar la playa, pero como tampoco hacía muy buen tiempo nos volvimos a Cote D’or. Aquí pasamos el resto de la tarde en la playa paseando y jugando a las palas (sin bañarnos, se veían las rayas y además no hacía muy buen tiempo).

Día 9: Regreso. Mañana de preparar maletas y de descanso en el hotel, ferry por la tarde y vuelta a Mahe. Nosotros con la web de Seychelles ferry reservamos también el bus shuttle que te traslada del puerto al aeropuerto (10€ por persona). Nuestro vuelo salía a medianoche así que fuimos con tiempo de sobra. De haber estado mi marido al 100% podríamos haber aprovechado el día de otra manera, pero las cosas se dieron así.

¡¡¡Y fin del viaje!!!

Como balance insisto en que le daría más noches a La Digue y una menos a Praslin. Praslin es una isla salvaje, muy bonita con mucha vegetación, pero a menos que quieras repetir playa en Anse Lazio o Anse Georgette con dos días tienes suficiente. En fin, esto ya es a gusto de cada uno.

Feliz viaje.

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