
Es una de las Cícladas que sigue siendo muy auténtica, la mayor parte del turismo es griego.
Tiene 74 km2 y una costa de 70 km.
Famosa por su cerámica y la belleza de sus numerosos monasterios. Tiene playas de fina arena.

Cuenta la leyenda que los ricos sifniotas olvidaron mandar a Delfos la décima parte del producto de sus minas y que en consecuencia, éstas fueron sumergidas en el mar.
En Kamares se encuentra el puerto de la isla, es una hermosa localidad costera con una bahía llena de tiendas y restaurantes.
Apolonia es su capital, pueblo muy acogedor con calles estrechas y sus casas blancas muy cuidada.
El pueblo de Artemonas se junta con Petani y sus calles empedradas con sus casas blancas, buganvillas y molinos.
Kastro era la antigua capital de Sifnos has 1836, es un pueblo con aire medieval que conserva una antigua fortaleza y algunos restos de la antigua acrópolis. Sus calles estrechas, sus galerías abovedas, sus patios minúsculos y sus vistas panorámicas la hacen única.
Una visita imprescindible es a la iglesia Epta Martyres que está en lo alto de unas rocas y se accee por un camino encantador. Debajo de la iglesia hay una zona de baño bajando por las rocas de fácil acceso, si la marea está en calma, no dudes en bajar y disfrutar de las vistas y el mar.

Hace mucho viento, vamos a Agios Sostis a la plataforma que está resguardada del viento un par de horitas, el ferry lo tenemos a la 13:15.
Dejamos el coche y al ferry que en 20 minutos estamos en Sifnos, aquí hace mucho menos viento. Como es hora de comer elegimos un italiano, passione italiana, está en la calle del puerto al bajar del ferry. Pizza con bordes gordotes, spaguettis con olivas, tiramisú y café de cafetera italiana (31€).
El coche lo tenemos a las 18:00 porque el anterior ferry antes de que nos lo cambiaran llegaba a esa hora, pero como ya hemos planeado comer y e ir al súper a comprar los desayunos y cositas, al pasar por la empresa de los coches les preguntamos si ya lo tienen disponible para cogerlo ya y nos dicen que sí. Así que con el coche nos vamos al apartamento en Kastro, el señor del apartamento nos está esperando en la zona de parking. El apartamento nos encanta, es pequeñito pero con dos terrazas en el tejado que nos vienen de lujo para cenar y disfrutar de las vistas y las estrellas.

Como tenemos prácticamente al lado el camino para la iglesia Epta Martires, decidimos bajar primero y luego callejear. Aquí si que pega el viento a estas horas. El camino lo tienen muy bonito con piedras y cómodo de bajar, las vistas a la iglesia por el camino son muy especiales, como lo tenemos al lado lo disfrutaremos mucho.

Kastro nos gusta mucho, paseamos por sus callejuelas laberínticas, sus pasadizos, su tranquilidad.... no hay nadie, sólo gatos. Es una gozada este pueblito.

En el apartamento nos visita un gato que es del propietario y vive unas casas más arriba, tiene bastante confianza el gato y hasta entra con nosotros a echarse la siesta en el sofá jejejeje


Está un poco nublado y vamos a los pueblos Kato Petali y Appollonia, se nota que ya apenas hay turismo y hay bastantes sitios ya cerrados.

Vamos a la iglesia Chryssopighi y tiene zonas de roca para estar y poderte bañar, la zona de la iglesia es muy bonita y bien merece una visita. Está en Faros un pequeño puerto pesquero con una bahía preciosa y con vistas al Monasterio.

La playa de Saoures está al lado andando pero no nos convence y nos quedamos en Apokofto (hay ducha), aquí hay dos restaurantes pero están cerrados.
Al rato vemos que abren los restaurantes, por aquí hay bastante turismo mayor alemán, igual han abierto por ellos que tienen reservado, pero nos viene genial jejejeje
Comemos en el más alejado de la iglesia To Apokofto, unas patates, anchovis, souvlaki de pollo y agua (22’70€).

Vemos Faro y Glyfo y decidimos ir a Fasolou, más apartada y tiene embarcadero y hay ducha, aquí pasamos la tarde.

Cuando anochece nos acercamos al camino de la iglesia Epta Martires para verla de noche, es lo bueno de tener el alojamiento al lado del camino.


El gato viene a desayunar y darnos los buenos días, vamos a dar un paseo por Kastro que es una maravilla dar una vuelta a primera hora por sus calles tan tranquilas.

Luego vamos a Artemonas y a la playa Vathi, es inmensa y de arena fina dorada que se extiende por más de 1 km. Los árboles que nacen en la arena aboserben el agua salada por el día y por la noche sueltan la sal por su hojas. A su derecha, delante de su pequeño puerto está la pequeña iglesia Taxiarches que tienen una pequeña playa y un restaurante donde comeremos.

Comemos en To Tsikali que está pasando la iglesia, Kalamari, patates tiganites, souvlaki, yogur, frappé (32€)

Vamos a Platis Gialos y demasiado hotel, bar, pinta de pijerío pero poca gente, siesta, baño y al apartamento.
Vamos a cenar en kastro “Dolci”, unas tostas foccacio, gofre y dos cubatas, piña colada y White russia (a mi ese no me gusta todo para el pichín, yo me quedo con mi piñita colada).

En la terraza del apartamento no hace viento así que estamos un rato viendo las estrellas.

Hoy no hace nada de viento y no dudamos en ir a bañarnos a Epta mártires, que ya le teníamos ganas, se está de lujo, es una gozada porque es todo rocas y un mar azul impresionante. Estamos solos y parece que es nuestro sitio privilegiado privado, una auténtica maravilla. Y menuda diferencia con el mar bravo o el mar en calma. Si estáis por aquí y toca día calmado, no dudes en bajar y disfrutar de la zona.

Después vamos a Poulati muy bonito el sitio pero hay gente, aquí un baño. Es una zona rocosa y por sus vistas merece acercarse. Hay pista asfaltada y luego de piedras, se termina accediendo andando hasta llegar a la iglesia y desde aquí se baja por unas escaleras empinadas hasta llegar a sus aguas cristalinas.

Luego nos vamos hasta Heronissos a comer, vaya revuelta la carretera para llegar. El pueblito es muy cuqui y a comer una ensaladita griega, patates, berenjena frita, crema de queso picante con guindillas al parecer, yogur y frappé (30€).
Es un sitio muy tranquilo de relax.

Vamos a la aventura de la playa Vroulidia, se puede bajar bastante con el coche con cuidado. Hay un parking pero se puede seguir bajando hasta pasar un alojamiento, hay dos zonas bien asfaltadas y luego ya en una curva amplia se deja el coche y bajas andando el último tramo de cuesta.
Está a 4 km de Heronissos, una playa tranquila y bonita, es de arena y guijarros con aguas poco profundas y cristalinas.
Un entorno muy bonito, La subida es interesante.

Antes de llegar a Kastro hay indicado un supermercado bastante amplio y nuevo, tiene de todo y más, hemos comprado hasta para hacer palomitas en el microondas y hacerlas para comer en la terraza del apartamento viendo las estrellas.

Hoy algunas nubes, nos despedimos ya hoy del gatito que nos ha acompañado todos los días a las noches y en los desayunos. Recogemos todo y nos bajamos a bañarnos en Epta Martyres, nos da mucha pena irnos, este rinconcito de la isla es muy especial.

A comer a Kamares en el italiano, focaccia de anchoas y pizza de jamón y parmesano (22€), el postre nos lo tomamos en el Café Stavros que tiene silloncitos, batido, frappé con baileys y gofre con Nutella (16€).

Devolvemos el coche y nos vamos al ferry a las 19:00 con llegada al Pireo a las 21:00
Ya hemos reservado taxi al aeropuerto para mañana temprano.
Hoy dormimos en el hotel Piraeus Acropole (40€) que está bastante bien, llegamos ya cansandos del día y el hotel nos sorprende para bien siendo hotel trotero.

Nos toca madrugar, el vuelo es a las 8:50 y el taxista está puntual en el hotel, el vuelo todo en hora y tras llegar a Madrid a las 11:40, nos toca ir al coche y volver a la realidad llegando a casa.
Ha sido un viaje liberador después de las cancelaciones y la incertidumbre de si podríamos viajar o no, por suerte lo hemos podido realizar ya que eran unas islas muy esperadas para poder conocerlar.
Gracias Grecia otra vez por sorprendernos y acogernos con tanto cariño, es nuestro segundo hogar.
FIN
