Este día era el penúltimo puerto, llegábamos a las 9 a.m. y partíamos a las 19 horas, nosotros ya estuvimos con otro crucero en Copenhague pero hacía mucho tiempo, lo visitamos con una excursión, en esta ocasión lo hicimos por nuestra cuenta y pudimos ver cosas que no habíamos visto, como la famosa sirenita.
Este día como el puerto estaba muy lejos de centro histórico, decidimos contratar la lanzadera del barco que nos dejaba justo en la sirenita, punto imprescindible a visitar, una vez nos hicimos las correspondientes fotos nos echamos a andar para visitar todo el centro histórico de la ciudad, pudimos ver en los palacios el cambio de guardia, llegamos a uno de los canales mas famosos de la ciudad donde tomamos el aperitivo y seguimos nuestra caminata hasta el Ayuntamiento donde despues de recorrer el entorno cogimos un Uber para desplazarnos de nuevo hasta la sirenita donde cogimos de nuevo la lanzadera que nos llevó devuelta al barco.
Este día volvimos al barco sobre las 16 horas para comer de lo que aun quedaba abierto en el buffe y después de tocaba ir al camarote, en este caso no para descansar sino para preparar las maletas había que dejarlas en la puerta del camarote antes de las 11 de la noche, nosotros la dejamos preparadas y sacadas antes de ir a la cena, esa noche la cena fue muy emotiva tocaba despedirse de nuestros camareros y de nuestros amigos argentinos Sandra y Carlos, después de la cena nos fuimos a tomar la última copa en la sala donde esa noche daban el karaoke, mi señora que había cantado casi todas las noches se quería despedir cantando y por supuesto de los animadores que organizaban el evento. Desde ahí nos fuimos a nuestros camarotes, ya se habían llevados las maletas, al día siguiente llegábamos al final de nuestro crucero, Warnemünde, Alemania.



