Día 5: Martes 19 de Agosto
Hoy tocaba un buen madrugón, ya que primeramente debíamos visitar el Lago Jasna (situado a escasos 2 kilómetros de Kranjska Gora) que tiene bastante afluencia turística, por lo que para encontrar sitio con la autocaravana debíamos ir muy temprano. Así que a las 8 de la mañana ya estábamos aparcados en un ancho arcén junto al lago donde había otras campers. La zona ofrece vistas panorámicas de los Alpes julianos y está rodeada de áreas verdes que proporcionan un espacio tranquilo para el baño y el descanso. Hace calor y apetece el baño, aunque el agua está congelada, yo solo mojé las piernas…

El lago Jasna está compuesto de dos lagos artificiales conectados que surgen de la confluencia de dos arroyos. Sus cristalinas aguas de color turquesa reflejan las montañas colindantes, lo que le convierte en un gran destino para los aficionados a la fotografía. Su arquitectura rústica y el puente de madera que lo cruza añaden un encanto especial al paisaje, a lo que se añaden un buen número de senderos señalizados que os permitirán explorar la zona si tenéis tiempo. Además hay áreas de sombra y puestos para tomar un tentempié lo que nos ayudó a pasar una agradable mañana. Sin duda un lugar de visita obligada.

Antes de la hora de comer ya estamos en camino hacia el destino estrella del día, la Cascada Pericnik, situada a escasos 20 kilómetros del lago. Nos dirigimos a un parking de pago situado junto a la carretera, a las afueras de la localidad de Mojstrana, por donde cada hora pasa un autobús lanzadera que te lleva hasta la cascada. Tras situarnos, pagar 3 horas de parking (unos 2 euros) y comer, cogemos la lanzadera de las 15,20. Durante el trayecto, va parando en diferentes lugares para recoger gente. La verdad es que la carretera es muy estrecha y algo complicada ya que constantemente estás encontrando coches en la otra dirección y mucha gente. Con Caravana es imposible llegar pero tampoco recomendaría ir en coche.
El autobús, tras unos 15 minutos de trayecto, te deja a pie de la caída de la cascada, desde donde se aprecia perfectamente. Pero aún queda una buena subida de 10-15 minutos hasta la propia cascada. La caída de agua es de 52 metros, donde el agua se precipita desde un acantilado de roca caliza en dos niveles distintos, creando un impresionante espectáculo visual. Además se pueda caminar detrás de la cortina de agua, ofreciendo una vista casi única (me recordó a Seljalanfoss, en Islandia), donde evidentemente acabarás bastante mojado. De hecho, parece que llueve, ya que cae un agua fina por todos lados, no molesta en absoluto. Sin duda una experiencia de lo más recomendable, para mí uno de los imprescindibles de Eslovenia.

A la vuelta, aprovechando que hacía bastante calor y el parking se encuentra junto al río Sava, nos tomamos un bañito. Para variar, el agua estaba congelada, pero la verdad es que apetecía bastante. A última hora de la tarde, y sin ninguna prisa, partimos buscando ya un lugar para pasar la noche camino de la Garganta de Vintgar. No teníamos nada buscado así que improvisamos. Encontramos un área de autopista con zona de autocaravanas donde no indicaba en ningún lugar que no se pudiese pernoctar, y gratis!. Teníamos baños, toma de agua y luz mesas y bancos e incluso una máquina de café y snacks. Así que allí nos quedamos. Al poco tiempo llegaron un par de campers que compartieron noche con nosotros e hicieron que nos sintiéramos acompañados.
Total recorrido: 35 km.
Precio del Área: 0€

Día 6: Miércoles 20 de Agosto
Desde primera hora de la mañana había bastante movimiento en el Área de carretera. Los viajeros paraban para descansar e ir al baño, así que madrugamos bastante. Teníamos hora para la Garganta de Vintgar a las 10:10 pero antes debíamos encontrar sitio en el parking y coger la lanzadera que te acerca desde allí hasta la entrada, no teníamos tiempo que perder. Sobre las 9: 30 estábamos ya en el ubicados en el parking (increíblemente no nos cobraron nada) y antes de las 10 la lanzadera nos dejó en la entrada. Este lugar tiene la peculiaridad de que no te dejan entrar hasta la hora que tienes asignada, así que no sirve de mucho llegar con antelación, hasta tu hora no podrás entrar. Es importante ir con calzado cómodo, aunque la verdad es que el recorrido es bastante sencillo.

Una vez dentro, te entregan el casco de rigor y empieza la aventura. Tallada por el río Radova durante miles de años, la garganta se extiende durante 1,6 Kilómetros por un desfiladero que alcanza los 100 metros de profundidad donde el agua toma colores esmeralda y turquesa debido al juego de luces y sombras que se crean por la gran profundidad. A lo largo del recorrido vas avanzando por pasarelas de madera y algún que otro puente sobre los rápidos y cascadas que vas observando bajo tus pies, incluyendo la cascada de Sum, que con sus 16 metros de caída es una de las más impresionantes del país. Como curiosidad, este lugar fue descubierto a finales del S, XIX, cuando se construyeron las pasarelas actuales y se abrió al público para su disfrute.

Es un sendero sólo de ida que se recorre en poco más de media hora, con lo que al llegar al final, deberás devolver el casco y volver al punto de partida por otro camino a través del bosque. El recorrido de vuelta dura unos 45 minutos para un total de 4 Km aproximadamente. Para regresar al punto de partida se debe coger el camino de la izquierda, una vez finalizado el cañón. En total son unas 2 horas para hacer un recorrido totalmente adecuado para niños (vimos incluso bebés).El precio de la entrada a las gargantas es de 15€ para adultos y de 5€ para menores de 15 años. Nosotros las habíamos comprado on-line, creo que es lo más recomendable para tener seguridad.