Visita a Blagaj, Počitelj y Cascada de Kravica ✏️ Diarios de Viajes de Europa

Después de desayunar en el hotel y hoy con sol previsto para todo el día cogemos el coche para hacer un trayecto de unos 10km y unos 20' hasta el Monasterio de Blagaj o Tekija Blagaj. Al llegar a las proximidades del camino del Monasterio un "amable" bosnio nos indica que no se puede pasar hasta el parking señalizado y que hemos de dejar el coche en un descampado donde, por causalidad, se encuentra un colega suyo al que le hemos de pagar 2€ y nos da incluso un ticket.

Blagaj es un pueblo en la región sureste de la cuenca de Mostar, en el cantón Herzegovina-Neretva de Bosnia y Herzegovina. Esta pequeña aldea se encuentra a tan solo a 12 km al sur de Mostar. Probablemente, recibió su nombre debido a sus patrones de clima templado, ya que la palabra “blaga” en serbocroata significa “suave”. Blagaj está situado en el manantial kárstico del río Buna. Es uno de los manantiales más grandes de Europa. Este es considerado como el mejor ejemplo de río kárstico subterráneo. El río fluye desde una cueva kárstica ubicada debajo de unos acantilados de 240 m de altura. El recorrido del Buna es corto, de unos 9 kilómetros hacia el oeste, para acabar desembocando en el Río Neretva.

Con la llegada de los otomanos, el sultán turco de la expedición quedó maravillado con el espectáculo natural. En 1520 ordenó a construir un Tekija o Blagaj Tekke (el monasterio sufí de los derviches) en el punto exacto donde nace el río Buna. Los Derviches son una hermandad sufí conocida por su ascetismo. En este culto predica la dimensión más mística del islam en la que la contemplación pacífica de la naturaleza juega un papel muy importante. De ahí el posicionamiento estratégico del Tekke sobre el margen de las aguas.

Blagaj Tekke es una casa Derviche, mezcla de arquitectura otomana y estilo mediterráneo. Se caracteriza por tener un bonito acabado de madera de doble fachada blanca, techos de piedra, suelos cubiertos de alfombras, balcones, puertas talladas y baños con un techo de vidrios coloridos en forma de estrella. Durante sus muchos siglos de existencia, el complejo arquitectónico fue destruido con frecuencia por desprendimientos de rocas. Se sabe que, tras tales sufrimientos, la tekke fue reconstruida varias veces: a mediados del siglo XVII, en 1716, 1871, 1923, 1949, 1951, 1972 y 2011. Según su propósito, el edificio estaba destinado principalmente al zikr (glorificación de Dios y sus nombres), mientras que la actividad de musafirhana (hospitalidad y recepción de viajeros) era su única función profana.

El edificio de la tekija albergaba estos edificios en orden, en dirección al manantial: delante había un edificio a la altura de la tekija actual, detrás del cual se alzaba otro más pequeño, luego estaba la mezquita bajo la cúpula, y a continuación los edificios que aún existen: las turbes de Sari Saltuka y Acik-baša, y la propia tekija. Estos cinco edificios formaban una unidad arquitectónica única.En 1952, durante la reconstrucción del complejo, el Instituto para la Protección de los Monumentos Culturales de Bosnia y Herzegovina enterró los restos de todos los demás edificios, excepto la propia tekkia.

Lo que hicimos nosotros, como la mayoría de visitantes, es no visitarlo por dentro y dedicarnos a contemplar todo el paraje que es realmente precioso. Para ello se ha de cruzar el rio Buna y subir un poco por la ladera de la montaña para tener las mejores vistas del conjunto.

Después de un montón de fotos del paraje y de dar una vuelta por los variados puestos de venta de todo tipo de recuerdos, refrescos y productos alimenticios, banderas, gorras e imanes, etc regresamos al coche para ir hasta nuestra segunda visita. Si hubiésemos hecho esta visita algo más tarde nos hubiésemos quedado a comer en alguno de los restaurantes que hay a las orillas del rio Buna con vistas al Monasterio; pero somos españoles y eso de comer a las 12:00h no nos va.

La mejor manera de llegar hasta Počitelj es tomar la M17 (no la M17.3) y en 30' para recorrer los 25 km de distancia desde el Monasterio se llega este encantador pueblo. Recomendación: en la M17, a la altura de unos restaurantes de carretera, se puede dejar el coche y no hace falta meterlo en el pueblo.

Počitelj es un asentamiento y un pueblo histórico en el municipio de Čapljina en el cantón de Herzegovina-Neretva de la Federación de Bosnia y Herzegovina. Su núcleo amurallado está protegido por el Monumento Nacional de Bosnia y Herzegovina. El asentamiento está situado en la orilla izquierda del río Neretva, en la carretera principal de Eurostar-Metković.

La primera mención o referencia registrada a Počitelj está en los estatutos del rey Alfonso V y Federico III de 1444 a 1448. Sin embargo, lo más probable es que el pueblo sea anterior a estos documentos. Es probable que la ciudad fortificada fuese construida por el rey bosnio Tvrtko I en algún momento de 1383. Durante los años posteriores a la caída del estado medieval bosnio y las conquistas otomanas, la ciudad fue fortificada por Vladislav Hercegović, con el apoyo de Dubrovnik, el rey Matías Corvino de Hungría y el Papa.En el período comprendido entre 1463 y 1471, la ciudad albergó una guarnición húngara y fue fortificada en un bastión de defensa estratégica. En 1471, después de un breve asedio, la ciudad fue conquistada por los otomanos, y permaneció dentro del Imperio Otomano hasta 1878. Después del establecimiento del dominio austrohúngaro en Bosnia y Herzegovina en 1878, Počitelj perdió su importancia estratégica y comenzó a deteriorarse rápidamente. Todo el sitio urbano histórico de Počitelj y el área circundante sufrieron daños durante la guerra de 1992-1995 en Bosnia y Herzegovina. Después del bombardeo, las obras maestras del siglo XVI de Počitelj del arte y la arquitectura islámicas fueron destruidas y una gran parte de la población de la ciudad fue limpiada étnicamente.

El Hamam, el antiguo baño público otomano. Data del siglo XVII y destaca por sus cúpulas metálicas y sus salas abovedadas. Fue diseñado por artesanos enviados desde Estambul. Se encuentra, en la parte baja de la localidad, cerca de la mezquita y la madrasa.

Torre del reloj o Sahat Kula. Uno de los símbolos de Pocitelj. Construida a finales del siglo XVII se utilizaba para alertar a la población en caso de peligro. Mide 16 m de altura y albergaba una gran campana, que dicen que fue fundida por los austro húngaros durante la Primera Guerra Mundial, para transformarla en artillería.

Si bien esta casi todo en ruinas, todavía destaca su torre hexagonal que permanece en relativo buen estado, a la cual puedes acceder tras sortear sus escaleras angostas y empinadas. La Ciudadela de Počitelj fue construida por el rey Tvrtko en 1383 y tuvo un papel en el control a través del valle en el mar. El componente más destacado de la ciudadela es su torre del homenaje, construida en el siglo XIV como parte de las fortificaciones originales. La torre se eleva sobre la ciudad, ofreciendo vistas estratégicas del valle del Neretva, y está rodeada por murallas que encierran el casco antiguo, reflejando el carácter defensivo de Počitelj.

Después de este breve recorrido comimos en la parte baja del pueblo en Bistro "Stari Grad", un lugar que tiene una amplia terraza y con unas bonitas vistas hacia el pueblo. Comimos bien y no excesivamente caro. Recomendable.

Una vez comidos fuimos a buscar el coche y hasta la tercera de las paradas del día: Las Cascadas de Kravica a unos 25 km de distancia.

Las cascadas de Kravica se encuentran en el río Trebižat, a 7 km de Ljubuški. Son una belleza natural única, formada por el río Trebižat que fluye a través de un terreno calizo y deposita toba. El río Trebižat se eleva 28 m sobre el nivel del mar por debajo de las cataratas, mientras que por encima alcanza los 54 m. La parte superior de las cataratas forma un semicírculo de aproximadamente 120 m de ancho y está formada por rocas calizas.
Durante los meses de verano, el nivel de agua más bajo bajo las cataratas permite nadar y practicar deportes (excepto cuando ha llovido la noche anterior torrecialmente y el nivel sube mucho) En cada estación, debido a las mayores fluctuaciones del nivel del agua y, naturalmente, a los cambios en la vegetación, las cataratas de Kravica ofrecen una experiencia diferente y única.

Las cascadas de Kravice están ubicadas al sur del país, a unos 30 km de la frontera con Croacia. El agua cae en múltiples arroyos o corrientes sobre un conjunto de rocas cubiertas de musgo y vegetación, creando una serie de cascadas en diferentes niveles. Esto da lugar a un efecto visual impresionante, con el agua dividiéndose y fluyendo a través de varias ramificaciones antes de caer en la piscina natural que se forma en la base. Las cascadas están rodeadas de una vegetación exuberante, que incluye árboles, arbustos y plantas que prosperan gracias a la humedad constante generada por la caída de agua.

Las cascadas de Kravice son un impresionante conjunto de cascadas en el río Trebižat. Estas cascadas se han formado gracias a procesos geológicos y erosivos que han tenido lugar durante miles de años. Son cascadas kársticas, que se formaron gracias a la erosión del agua del río Trebizat que ha originado depósitos de travertino, creando escalones sobre los cuales el agua fluye, dando lugar a las cascadas. A lo largo de los siglos, el río ha continuado erosionando y depositando materiales en el área, lo que ha dado lugar a la configuración actual de las cascadas, que tienen aproximadamente 25 m de altura y se extienden a lo largo de un ancho de 200 m.

Al llegar se ve una amplia zona de parking donde aparcar el coche. La tarifa para un coche es de 3 BAM/hora o 6 BAM todo el día. Nosotros vimos que antes de la barrera del parking, a mano izquierda, hay un descampado donde habían coches aparcados. En ese descampado hay un tipo que vende licor de la zona y si le compras un chupito u otra cosa (3 BAM) su compinche no te pide nada por dejar el coche; pero si no le compras, mejor dar esa contribución por aparcar Le dimos sos 3 BAM y pudimos estar todo el rato que quisiéramos.

Al fondo del parking están las taquillas y desde allí se accede al camino hacia la cascada. Hay que seguir un sendero asfaltado de bajada, unos 10’, que os llevará hasta el lago donde terminan las cascadas. Si no os apetece caminar, hay un trenecito que realiza este trayecto, pero creo que es de pago.

Durante el descensohay diferentes miradores desde los que se tiene unas vistas espectaculares de las cascadas de Kravice. Junto al lago hay vestuarios donde podréis cambiaros si queréis bañaros y varios restaurantes para comer o tomar algo.

• Ruta Circular de Kravice: es una ruta corta y fácil que os permitirá explorar los alrededores de las cascadas y disfrutar de diferentes perspectivas de las mismas. Comienza en el área de estacionamiento principal y sigue un sendero que bordea el río Trebižat. A lo largo del recorrido, se pueden encontrar varios miradores naturales donde se pueden apreciar las cascadas desde diferentes ángulos. Dificultad: Fácil. Duración: Aproximadamente 1-2 horas.

Aunque durante nuestra visita estaba prohibido el baño por la crecida del nivel del agua debido a la lluvia de días anteriores pudimos meternos hasta la rodilla en sus frías aguas, dar un bonito paseo, tomar un refresco y hacer un montón de fotos desde todos los miradores que encontramos. Fue una más que agradable experiencia

Salimos del recinto, recogimos el coche y pusimos rumbo al hotel en Mostar por la mejor ruta, algo más larga, la E73/M17, al que llegamos en 1h y algo. Directos al super cercano a buscar la cena, baño y salida hasta el Lucki Most para ver el Stari Most iluminado, pobremente iluminado. Y así finalizó el día