Al igual que en la anterior etapa, la voy a dividir entre lo que teníamos planificado y lo que hicimos en realidad.
Planificado: Nos levantaremos muy temprano para iniciar la caminata del día en la que hay que subir, por un período de 3 a 4 horas, hasta la parte más alta del cañón. En el camino, que se iniciará de noche, podremos ver el amanecer a medida que avanza el trekking. En la parte más alta, tendremos un tiempo para descansar y observar la hazaña que acabamos de completar. Luego, caminaremos un poco más hasta Cabanaconde, a 3300 m de altitud, donde podremos tomar desayuno. Después, el transporte nos llevará por varios miradores y visitaremos los baños termales, donde podremos relajarnos y descansar también del trekking. Luego, continuaremos hasta Chivay para el almuerzo, después de lo que comenzará el viaje de retorno, parando en el mirador de volcanes a 4190 m de altitud, antes de llegar a la ciudad de Arequipa, donde termina la actividad. Daremos una vuelta por Arequipa, cenar y descansar en el hotel.
Realidad: Hacemos la excursión de todo el día por las salinas. En la excursión, nos llevan al mirador de Chiguata donde podemos observar y contemplar las hermosas vistas de los volcanes Misti, Chachani y Pichupichu.
Después nos llevan a desayunar antes de continuar hacia la reserva natural para ver llamas y alpacas. Una vez en el salar, nos hacen típicas fotos jugando con los reflejos del agua (un poco turistada jaja) y tenemos tiempo libre para caminar y contemplar el paisaje.
La última parada es una visita a los minivolcánes de Lojen, de donde brotan las aguas para que puedas bañarte opcionalmente a 4000 metros sobre el nivel del mar en piscinas naturales al aire libre. (Aquí ya se empieza a notar el mal de altura).
Sobre las 17:00 de la tarde regresamos a Arequipa y aprovechamos para dar una vuelta y tomarnos unas cervezas en una terraza con vistas a la Plaza de Armas (Waya Lookout). Aquí ya por fin empezamos a encontrarnos un poco mejor





