Lucca y Pisa
Nos levantamos, duchamos, almorzamos y a las ocho y cuarto ya estamos a la estación para comprar los billetes de tren hacia Luca. Nos cuestan 5:10 por persona y la salida es a las nueve y diez. El viaje no tiene problemas;vamos con un tren bastante moderno a pesar de ser un regional.Tiene pantallas de televisión que avisan de las estaciones y enchufes para ordenador o para recargar baterías.
Al salir de la estación vamos a ver el Duomo de San Martino.La catedral es de visita gratuita. Ya dentro,vemos detrás de la puerta principal y a mano izquierda la escultura de San Martino a caballo compartiendo su capa con un pobre que resultó ser Cristo. También se ve la tumba de mármol de Illaria del Carreto(obra maestra de Jacopo della Quercia (1405),segunda mujer del señor de Luca,Paolo Guinigui(se pagan dos euros por verla). Teóricamente no se pueden hacer fotos. Yo creo que no vale la pena. La catedral está en obras sobre todo la parte izquierda del transcepto porque es la que se está hundiendo. Su fachada es muy particular, tiene un pórtico de 3 arcos, el de la derecha más estrecho. Antes de entrar a mano derecha y en el mismo pórtico, se ve un laberinto.
En la plaza Napoleone fotografiamos la estatua de Giusseppe Garibaldi, el unificador de Italia y jefe militar del rey Vittorio Emmanuelle I (1865-1870). En la misma plaza enfrente está el antiguo edificio del gobernador de la ciudad y curiosamente una “N” a la puerta;lo cual nos recuerda que la hermana de Napoleón, Elisa Bacciocchi fue gobernadora de la ciudad. En la vía Beccheria compramos una bolsa de unos dulces llamados “Brigidino”. Son como los barquillos pero demasiado dulces incluso para mí.
Bellísima fachada de San Michelle in foro
Seguimos por via Beccheria hasta la plaza de San Michele in foro(siglo XII);la vemos por fuera . Su fachada es lo más atractivo de esta iglesia: se recupera la tradición oriental y el gusto por las arcadas y columnas. La parte alta es impresionante, es sólo una pared que se sostiene no sabemos cómo... asemeja el remate triangular de las casas amsterdamesas y por detrás se ven las escaleras adosadas a la pared que permiten subir y tocar las campanas. Vemos la fachada del Palazzo Prettorio y la casa museo de Giacomo Puccini (compositor de óperas cómo Turandot), que por cierto está muy deteriorada. Pa chinchar entono “una furtiva lacrima” que es de Donizzetti.Pasamos por el palacio Controri Pfanner (s. XVIII) y vamos a ver la iglesia de San Frediano, pero eran las 12’15 y ya estaba cerrada. Esta iglesia tiene en la parte alta de su fachada un gran mosaico de estilo bizantino del siglo XII y que representa la ascensión de Cristo. Al estar cerrada no hemos podido ver el sarcófago de santa Zita, patrona de Luca donde está su cuerpo intacto. Su torre me ha gustado mucho.
Mosaico en la fachada de San Frediano en Lucca. Sin comentarios.
De allí vamos a la plaza del mercado: su forma se debe al anfiteatro romano que había. Las casas están edificadas sobre los cimientos del edificio romano y la arena se aprovechó como plaza: es encantadora con alguna que otra terraza. Paseamos por Lucca, fotografiamos muchas cosas, entre ellas la iglesia de Santo Pietro Sumaldi del siglo XII y que está encima de otra del s. VIII, la puerta de San Gervasio (s.XIII), ... y siguiendo la via del Fosso llegamos a un parque que está en las murallas donde comemos. El lugar es muy agradable.
De allí hemos cogido el tren de Pisa a las 13:42 y hemos llegado a las 14:07 a la parada de Pisa San Rossore. El precio por billete 2’40 por persona. Cuando llegas y para no faltar a nuestra cita anual de perdernos salimos por la vía Guido Pisano en vez de la de Andrea Pisano pero no pasa nada.Es un paralelo y en cinco minutos tienes el baptisterio a la vista.Está muy cerca. La visión, una vez cruzas las murallas, es impresionante: tres edificios blancos y enormes, contrastados por el verde del césped y rebaños de turistas como hormigas moviéndose por el espacio haciéndose la foto freaky(YO NO). Compramos los tickets para ver la catedral, el baptisterio y el cementerio. Se venden en una oficina que hay en el museo en medio de los tenderetes. No nos enteramos demasiado bien de los importes de los tickets aún con el mural explicativo que hay a la entrada.Menos mal que nos atendieron bien. Si quieres ver la catedral son dos euros y si quieres subir a la torre vale quince euros y tienes que esperar tu turno pero si son billetes combinados ya nos perdemos.
Son las 15:00 y estamos dentro del baptisterio: es el más grande de Italia, tiene una circunferencia de 107’25 metros; es incluso un poco más alto que la torre inclinada, hay un altar y un púlpito de mármol de Pisano.Cada media hora, se cierran las puertas de acceso y uno de los empleados se dirige hacia el centro –pila bautismal- y lanza algunos sonidos para demostrar la acústica del edificio: cómo se oíaaaaaaaa.... No está tan decorado como el de Siena ni el de Florencia, pero es más alto. En el centro tiene la pila bautismal y octogonal de San Juan Baptista (1246) obra de Guido Bigarelli da Como y la escultura del centro de la pila del mismo santo es de Italo Griselli. Tardó muchos siglos en ser acabado, esto explica el estilo románico de la parte inferior y el gótico de la superior. La estancia tiene 8 pilares redondos y 4 cuadrados. Tres escalones laterales bordean interiormente todo el baptisterio,son bastante anchos y te puedes sentar. En la pila bautismal también hay tres escalones que la bordean y figuras escultóricas de Donatello. Hay una galería superior, donde se puede subir por una escalera estrechada y empinada y así hacer alguna foto y vídeo desde arriba hacia el interior.
De aquí al cementerio: fue construido a partir de 1278. Se trajo tierra sagrada de Jerusalén, del Gòlgota, durante la IV Cruzada con el fin de que los pisanos pudieran ser enterrados en tierra santa. Hay dos entradas, en una de ellas, un tabernáculo: la Virgen con el niño rodeada de cuatro santos (segunda mitad s. XIV). En el interior hay unas seiscientas lápidas desde la época romana hasta la actualidad. En una de ellas, está el americano que contribuyó a que no desapareciera este camposanto después de sufrir un bombardeo incendiario durante la guerra. También se pueden contemplar en una gran sala dos frescos impresionantes; destaca uno: ”El Triunfo de la muerte” (anónimo s. XIV). Hay que verlo, es un fresco enorme e indescriptible.
Detalle de "El Triunfo de la Muerte".Impresionante.Observad el caballero que se tapa la nariz.Viste de azul claro.
La catedral es muy bonita con un púlpito de Giovanni Pisano (1302-1310), parecido al de Luca. También están los huesos de San Ranieri el santo patrón de Pisa. El interior tiene columnas con capiteles corintios y en el ábside hay un mosaico que representa Dios in Majestas con un libro abierto que dice “ego sum lux mundi”(yo soy la luz del mundo). Debió de ser modelo de otros pues tiene cien años más que el de Florencia. También tiene una capilla dedicada a la “Madona di voto gli organi” atribuida a Berlinghieri.
Detalle de "El Triunfo de la Muerte".Un demonio se lleva el alma de una mujer
A la torre no subimos, tienes que esperar turno y se sube en grupos de 30 personas. Se inició su construcción en agosto de 1173. Su altura es de 55’7 metros. Tiene 8 niveles, una base de arcos ciegos con 15 columnas y 6 niveles con una columnata externa. La escalera interna en espiral tiene 294 escalones. De allí vamos a pasear por las calles y ver la plaza dei Cavalieri donde estaban celebrando un mercado de antiguedades(perdí de vista mi santa pero es que cuando ve un mercado pierde el sentido) y daban abrazos gratis pero la noche anterior en la tele decían que utilizaban tácticas de estas para robarte la cartera y no abracé a nadie a pesar de que la rubia era guapa. Vale,machista el comentario
Calles muy animadas no sé si por ser hoy sábado. Por la vía Ulisse Dini y Borgo Stretto,llegamos a la piazza Garibaldi donde descubrimos la bottega del gelato.De aquí y siguiendo nuestro itinerario vamos paseando por el lungarno Pacinotti donde vemos el Palacio Rojo y después el Palazzo Reale para pasar el Arno por el Ponte Solferino y vamos a ver “La iglesia de la Espina”, atribuida a Lupo di Francesco (1230). Primeramente, fue construida más cerca del río y en el s. XIX, fue desplazada donde ahora está ubicada. Es pequeña y de estilo gótico. Se denomina así pues conserva como reliquia una espina de la corona de Jesucristo traída en 1333. La iglesia está cerrada e hicimos fotos por fuera. De allí ya vamos cansados por Vía Francesco Crispi hacia la estación a coger el tren de las 18:54 hacia casa, hacia Florencia. El precio: 5,70 por persona. El trayecto una hora y media.
Cuando llegamos vemos el horario del tren para mañana hacia al aeropuerto: 11:27 horas y vamos a despedirnos de Florencia yendo a la pizzería Lady Bar. No sé si es por ser el último día, pero creo que los champiñones no saben igual. Estamos tristes como siempre que se acaba un viaje.