Kaamanen 2 dias ✏️ Diarios de Viajes de Finlandia

---

Tras 4 horas y media llegamos al destino, el lugar se llama Jokitorma, en Kaamasentie 2709. Espectacular cabaña de troncos de madera a la orilla de un río por donde pasan unos rápidos (completamente congelados y nevados) , estábamos en mitad de la nada, árboles y más árboles, en medio de un bosque nevado. Un silencio completo que hasta daba miedo.

Al llegar nos esperaba una amable señora con mofletes rojos, una pequeñas gafas y muy sonriente a la que pusimos de mote Joulupukka, en realidad era un amor.

Nos indicó dónde estaba la cabaña llamada Tapio, a unos 6 km de su casita.

Esta cabaña nos costó 224 euros (la estancia completa entre las tres, caben 7 personas) , no le faltaba detalle, era tan silenciosa que el ruido del reloj de la cocina nos molestaba así que tuvimos que quitarlo. Tenía sauna con una pequeña ventana por donde se veía el bosque y dos dormitorios. Decidimos dormir las tres en uno, a ver quien era la lista que dormía sola, a mi hermana le dió por decir que igual aparecía por la noche un destripador...en fin... que la que más miedo tenía era ella, cuánto daño hacen las películas de terror!


Alrededor teníamos huellas de varios animales, la mayoría de pezuñas de renos, y una huella de zorro o algo así. Quisimos pensar que eran de zorro y no de oso, viva nuestra ignorancia!

Eran como las 22h y hacía mucho frío afuera yo creo que -19º o -20º C, pero decidimos salir y alejarnos con el coche de los árboles para ver si conseguíamos ver la aurora boreal. Pudimos aguantar como una hora y media, vaya tres peregrinas mirando al cielo y visualizando que la veíamos confiando en la ley de la atracción, y nada, no hubo suerte . Pero en realidad ver la aurora boreal no es fácil, se tienen que dar una serie de condiciones climatológicas y aún así, muchas veces ni se ve. Por eso aconsejo evitar las excursiones que la ofertan, ya que la mayoria de las veces se pierde el dinero.

Al regresar a la cabaña deseando entrar en calor y tomar algo caliente, hice un giro con el coche para dar un cambio de sentido en la carretera completamente cubierta por la nieve y se salió el coche a la cuneta , no resbaló, ni patinó, yo creo que simplemente no ví el arcén y me salí yo solita. JAJAJAJAAJAJAJ y ahí estábamos, cavando la nieve que cubría casi la mitad de las ruedas traseras y empujando el coche en plena noche helada, como podeis imaginar, no pasaba por allí ni un alma! todo oscuro y sin luz en la carretera, menos mal que aun quedaba más de la mitad de la luna y veíamos algo....conseguimos sacar el coche de allí , pero aún me duele la mano de empujar

Al día siguiente madrugamos e hicimos una pequeña ruta de senderismo en los alrededores de la cañana, muy relajante y bonita. Daban ganas de fotografiarlo todo!


Después fuimos a visitar Inari, una pequeña población con un gran lago nevado precioso. Parecía un lugar acogedor, aunque con el frío que hacía no había nadie en la calle. Hicimos unas compras y repostamos la gasolina (1,64 euros/l).

Allí se puede ver un museo llamado Siida (significa Sami del Norte) muestra cómo es la cultura Sami mayoritariamente. No entramos porque no quisimos repetir la historia del Arkticum, pero me quedé con las ganas.

Anochece muy pronto, por lo que fuimos a visitar a la señora Joulupukka para preguntarle la probabilidad de ver la Aurora Boreal esa noche, era poca pero la esperanza no se pierde nunca!.

De camino a la cabaña nos paramos en Kaamanen a tomar unas cerves, un bar que me recordaba a las pelis de vaqueros, el único bar de la localidad. (2 cervezas 11 euros)

Fuimos a la cabaña y estuvimos relajándonos en la sauna hasta la hora de cenar.

Mi hermana puso fuet en la puerta de la cabaña para ver si se acercaba algún animal y lo podíamos ver por las ventanas, y allí estábamos emocionadas mirando con todas las luces apagadas, velas encendidas y una música chill out de fondo, fué uno de los momentos más bonitos del viaje. Pero los animales son muy listos, y sabían que estábamos dentro. Así que no se acercaron hasta que nos dormimos.
Una noche más no tuvimos suerte con ese fenómeno climatológico. Pero no nos importaba, era todo tan bonito que restaba importancia a verla o no.

Al día siguiente madrugamos para viajar de día, nos despedimos de nuestra adorable Joulupukka y fuimos rumbo a Vikajärvi.

---