DÍA 1. Madrid -Amman y DÍA 2 AMMAN- TEATRO ROMANO -CIUDADELA ✏️ Diarios de Viajes de Jordania

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Llegamos de noche, el trayecto hasta el hotel lo hicimos en taxi y ya fue anecdótico. El conductor iba a toda velocidad, con el teléfono en una mano, hablando con nosotros, cada vez que me hablaba miraba hacia atrás… Para habernos matado… Mi marido y yo nos mirábamos y no sabíamos si llorar o reír. Cuando llegamos al hotel, besamos el suelo como el Papa.
En principio, teníamos la idea de alquilar un coche pero viendo cómo conducen por allí, la sensación de caos que tuvimos respecto al tráfico, los carteles en árabe…, decidimos que para movernos a los distintos sitios que queríamos visitar lo haríamos en taxi. También estaba la opción de ir en autobús pero el precio que finalmente pactábamos con los taxistas no nos pareció excesivo y sólo utilizamos el bus para ir a Petra y a Jerusalen (este fue con taxi+autobús) Algunas veces lo alquilábamos por todo el día, pero eso sí, de confianza, no un loco del volante. El recepcionista, el tío Ibrahim como se hacía llamar, nos ayudó en esta tarea. Aunque en este país hay que regatear, antes de comprar o alquilar nada.


DÍA 2 AMMAN- TEATRO ROMANO -CIUDADELA
Nos alojamos en el centro de la ciudad en pleno zoco, viviendo en primera persona el día a día de los jordanos, lo negativo es que teníamos muy cerca la mezquita del rey Hussein y cada día a las 5 de la mañana nos despertaba la llamada a la oración…

Nuestro primer día empezó visitando el teatro romano que quedaba muy cerca de nuestro hotel. Recuerdo que para cruzar la calle, un guardia de los denominados policía turística que estaba por allí paro el tráfico para que pudiéramos pasar. Los jordanos desde nuestra experiencia son gente muy amable.
El anfiteatro fue construido bajo el mandato del emperador Antoninus Pius (138-161), originalmente su foro tenía capacidad para albergar 6.000 personas sentadas. Fue construido mirando al norte para evitar el sol en la cara de los espectadores. Desde la parte superior se tiene una gran vista de la ciudad. Tras la restauración del fórum y del odeón, tienen lugar actuaciones musicales. Nada más llegar, un guía espontáneo nos hizo un tour explicándonos detalles del mismo. Luego le dimos una propinilla.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Los accesos laterales del escenario llevan a los pequeños museos de Folklore y Tradiciones Populares, donde se muestran trajes tradicionales, joyas antiguas y algunos mosaicos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Frente al teatro quedaba el foro, y a su derecha el Odeón (siglo II), con capacidad para 500 espectadores, usado principalmente para actuaciones musicales. Justo al lado de la zona anterior está la plaza Hachemita.

Desde ahí, y tras concertar con el taxi (regatear)el precio a pagar, subimos a la Ciudadela que se encuentra en lo alto de una de las numerosas colinas por las que se extiende la capital de Jordania. Paseamos por la ciudadela y contemplamos desde los diferentes miradores las vistas de la ciudad, viendo el teatro romano, el centro histórico y el conglomerado de casas bajas dispuestas en las laderas de las colinas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y, cómo no, la gigantesca bandera visible a varios kilómetros a la redonda.
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El lugar más emblemático es el Templo de Hércules, construido por los romanos en el año 161 d.C. También vimos los restos del palacio de los Omeya, el cual data de los años 720-750 d.C, y cuya cúpula de bronce está siendo restaurada en la actualidad por arqueólogos españoles. Y también los de una iglesia bizantina del siglo V, con unas columnas corintias. Visitamos el Museo Arqueológico que alberga yacimientos prehistóricos de Jordania hasta el siglo XV.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Luego fuimos a comer a uno de los restaurantes árabes recomendado por nuestro hotel. Probamos el plato típico nacional, el Mansaf, una mezcla de arroz, cordero y salsa de yogurt. Creo recordar que la carta sólo estaba en árabe.
La verdad que esta comida no nos dijo mucho. Menos mal que para días posteriores descubrimos un restaurante llamado Afra, muy cerca del hotel en el cual realizamos la mayoría de nuestras cenas. Al final ya éramos amigos de los camareros.

En este restaurante vimos a la gente fumando las famosas shisas También aquí pudimos ver muchas mujeres jóvenes vistiendo al estilo occidental, con pantalones y llevando su velo en la cabeza y dándole a la shisa que no veas. *** Imagen borrada de Tinypic ***

Más tarde entramos a una pastelería famosa Habibah Sweets, en Al-Hazzar St, donde venden pastelitos y bizcochos típicos. Aquí un señor que estaba comprando me hablo en inglés y se ofreció a ayudarme a elegir y comprar el dulce.
Todo Amman viene aquí a comer knafeh, un postre tradicional libanés elaborado con pasta filo, queso y pistachos. Se vende a peso.

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