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Dejamos la maleta en el hotel de Quimper:
Escale Oceania Quimper Center
El hotel está muy bien, muy céntrico y tiene un parking público justo al lado y no excesivamente caro. Las habitaciones muy bien, quizá el baño un poco pequeño pero lo recomiendo también.
Vamos al centro, de Quimper había oído muchas cosas, como que no tenía gran cosa o que no era bonito, pero nada más lejos de la realidad. Para ir al centro tenemos que cruzar el río Odet por uno de sus múltiples puentes, todos decorados con flores, también el centro aparece adornado con flores, es algo común en toda la bretaña, y me encanta.
Tiene también casas con entramado de madera, calles empedradas y peatonales, es agradable de pasear.
La catedral es muy curiosa porque tiene reconstruido el ábside, durante cientos de años un montón de reformas han hecho que se note en su interior y es la primera catedral torcida que veo... sí sí, torcida, recta es la galería hasta que llega al fondo que hace una curva y está girada hacia un lado, un tanto extraño pero curioso.
En Quimper y siguiendo un canal desde el centro, donde están las exclusas encontramos en parque infantil para que nuestra hija se desfogue.
Cenamos pronto y volvemos al hotel, mañana queremos ir a las Islas Glénan desde Benodet. Es un archipiélago de islas pequeñas y atolones, de agua cristalina y arena blanca. La idea es hacer picnic y pasar el día en la playa pero las previsiones no son buenas y dan nubes y lluvia así que tenemos que preparar el plan B.
CONCARNEAU
El plan alternativo para hoy es visitar el Pointe du Pen'hir o el Pointe du Raz o Concarneau. Al final como hace tan malo, viento y vamos con una niña pequeña decidimos no visitar acantilados y vamos directamente a Concarneau.
Ehhhmm no me gusta. Siento que he perdido el día porque realmente Concarneau NO ME GUSTA. De todos es el peor sitio visitado, no le encuentro la gracia. Es tan solo una calle, muy marítima sí pero nada espectacular, ni tan siquiera el paseo por lo alto de su muralla merece la pena... ni las vistas, nada. Es que no pongo ni fotos.
En realidad no entiendo por qué se pone como algo imprescindible, yo no le encuentro el encanto y mi marido tampoco.
Aun con esas echamos la mañana y comemos un menú del día extramuros donde está todo muy rico. Por aquí también hay mucho marisco, se nota que es y ha sido puerto pesquero.
Por la tarde regresamos a Quimper y aprovechamos para pasear, hacer compras, jugar, etc.
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