Jueves 4 de octubre: Llegada y toma de contacto. ✏️ Diarios de Viajes de HolandaNuestro vuelo salía a las 11. Para el viaje llevamos la silla (dudamos entre la silla ligera o el buggaboo, y decidimos la segunda por comodidad para el bebe) y la mochila portabebes. Así podíamos turnarlos. Cuando la niña estuviese cansada, se...Diario: Amsterdam con niños pequeños.⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Etapas: 6 Localización: HolandaNuestro vuelo salía a las 11. Para el viaje llevamos la silla (dudamos entre la silla ligera o el buggaboo, y decidimos la segunda por comodidad para el bebe) y la mochila portabebes. Así podíamos turnarlos. Cuando la niña estuviese cansada, se podía acostar en la silla, y el bebé a la mochila. Cuando ella quisiera andar, acostaríamos al bebé en la silla. Llevamos la silla hasta el avión, pero facturamos gratis la bolsa de la silla junto a la maleta grande que llevábamos. El vuelo sin problemas, y sobre las 14 llegamos a Amsterdam. Por si alguien no lo sabe, la silla del bebé en la mayoría de aeropuertos llega en una cinta diferente a las maletas. Nosotros la primera vez no lo sabíamos y nos llevamos un buen susto al ver que no salía. Luego preguntamos y nos dijeron que sillas de paseo, bicicletas, sillas de ruedas...salen por una cinta especial, y así fue. En la misma sala de las cintas de equipajes ya se ven las máquinas amarillas donde comprar los billetes. Los niños menores de 4 años van gratis, así que compramos 2 billetes de adultos hacia Amsterdam Central, pero nosotros nos bajamos en Sloterdijk, que esta antes. El billete lo compras hasta el destino y luego te puedes bajar en una parada intermedia, pero siempre lo pagas por todo el trayecto. El billete desde el aeropuerto vale unos 5 euros + 1 euro por emitirlo en papel. Sólo dejas de pagar ese euro si usas tarjeta de transporte recargable. En unos 15 minutos estábamos en Sloterdijk. En todas las estaciones tienes que usar el billete para entrar en los tornos, para salir, pero tambien para acceder a ascensores, por ejemplo. Muy importante llevarlo a mano y no tirarlo hasta estar fuera. Salimos a la calle y a menos de un minuto teníamos el hotel. También hay ascensores para hacerlo más fácil. Sólo hay que buscarlos. Nosotros elegimos el hotel Menninger West. Es un hotel gigante, con mucha gente joven y mucho movimiento. Pero las habitaciones super silenciosas. Lo elegimos por precio: 4 noches en habitación cuádruple (cama de matrimonio enorme + litera) con desayuno incluido (no es gran cosa, pero con niños te quitas preocupación de buscar algo a primera hora) por unos 400 euros. En realidad los niños no pagan, nos habría costado lo mismo si sólo fuéramos 2. Esta alejado del centro,pero la estación está a 50 metros, y en tren se tarda 6 minutos a Amsterdam Centraal (Sólo es una parada). Al final si queríamos venir a descansar al hotel a mediodía, en 20 minutos estábamos aquí, y sin andar. El hotel tiene zona de cocina donde puedes cocinar... A nosotros nos interesaba por el microondas, así podíamos calentar los biberones sin problemas. Yo el hotel lo recomiendo mucho. También hay sala de recreo con billar, zona infantil...Tiene un super Spar al lado que cierra tarde, más caro que los supermercados del centro. Por todas partes encontraréis los super de la cadena Albert Heijn, con letras azules, que están bien de precio (Para ser Ámsterdam). El primer día compramos 2 billetes sencillos de tren para ir al centro (unos 6 euros ida+vuelta por persona) y llegamos en seguida a Amsterdam Centraal. Pagamos la novatada y bajamos por la primera escalera por la que bajaba todo el mundo, que salía directamente a la calle. Un poco complicado, con mi hija por un lado y el bebé en la silla por otro. Luego descubrimos que si seguíamos andando a lo largo de la vía, al fondo había un ascensor que te dejaba en el Hall de la estación. De todas formas hay que decir que los holandeses, en general, son amables y educados y si te ven en apuros te brindan su ayuda para subir y bajar del tren, escaleras... Nada más salir la primera estampa de Amsterdam impresiona, con el hotel Victoria y la Iglesia de San Nicolás enfrente, y al mirar hacia atrás la impresionante estación Amsterdam Centraal que tantas veces visitaremos los siguientes día. Pero sobre todo, el bullicio y la cantidad de gente en bici. ***Las bicicletas en Amsterdam*** Simplemente son los amos de la ciudad. No se detienen ante nada y ante nadie. Para ellos, no existen los semaforos, pasos de peatones y demás chorradas. Es así, y solo te queda tener cuidado y cada vez que vayas a cruzar un carril bici, al otro lado de la calle, o por un callejón...mira a todos lados y reza, y si viene una bici no cuentes con que va a parar. Sólo tocará el timbre y seguirá. Avisados estáis. Esa primera tarde nos dedicamos pasear por la zona del centro. Todo estaba "petao" . Una de esas ciudades con movimiento por todas partes. En eso me recordó un poco a Londres o Nueva York. Gente por todos lados, turistas, gente comiendo, y ese olor a marihuana que frecuentemente te asalta... Nos dirigimos a plaza Dam por la calle Damrak, una de las principales vías de la ciudad. A la derecha, justo antes del Primark, hay un pasaje muy bonito que comunica con otra calle peatonal muy comercial, y en cuyo interior hay una cabeza de pez en la pared, parecida a la boca de la verdad, y si metes la mano se enciende una luz en el interior y sale un chorro de agua. A mi hija le encantó, y a partir de entonces casi todos los días, la "Boca de pez" era visita obligada. Llegamos a la famosa plaza Dam. Como eran las 18 de la tarde, la iglesia Nueva estaba cerrada . Cruzamos y entramos en el centro comercial Magna Plaza, dimos una pequeña vuelta y salimos en seguida. No nos pareció gran cosa. Continuamos por Kalverstraat viendo tiendas hasta el Bgijnhoj, también cerrado. Vimos unas casas super inclinadas al lado e hicimos unas fotos . Al día siguiente volveríamos a ambos sitios en el Tour gratuito que teníamos contratado. Por fin llegamos al primer canal. Fuimos paseando a lo largo del mismo, pasamos al lado del mercado de las flores (sin saberlo) y paseando llegamos a Nieuwmarkt. El bebe tenia que comer, y yo aproveché para entrar a comprar unas cosas en un super que había allí. Continuamos nuestro paseo a través del barrio rojo. Se nota que es zona de marcha y empezaba a hacer mucho ajetreo. Nosotros pasamos por delante de algunos escaparates y continuamos hasta que llegamos de nuevo a plaza Dam. Entramos a un McDonald's que había al lado, en que no solemos frecuentarlo, teníamos hambre y era lo más fácil. De ahí, volvimos a la estación, g cogimos el tren de vuelta.en 15 ,minutos estábamos en la habitación. Imagenes relacionadas Índice del Diario: Amsterdam con niños pequeños.
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