


Barcelona, desembarque, 29 Noviembre 2018
El día era precioso, ya estábamos en casa, pasaron volando los días. La noche anterior nos dejaron en la habitación las etiquetas para cumplimentarlas con nuestros datos y adjuntarlas a las maletas de en el pasillo de nuestra puerta. Después de desayunar desembarcamos. A diferencia del puerto de Copenhague que las maletas las dejaban en una sala todas juntas, aquí funcionaba como el aeropuerto. Nuestras etiquetas eran naranjas. Pasamos a la sala donde se cogían las maletas y en las pantallas se anunciaban por colores. Todo muy rápido y muy cómodo. Volvimos a coger el bus azul de 3€ en el mismo punto dónde nos dejo a la ida y de vuelta al metro línea verde de Drassanes.
Fin de nuestro crucero por el Mediterraneo.
Espero que os sea útil.


