Este día lo dedicamos a conocer Évora sin prisa, pero con mucho calor.

Teníamos todo el tiempo que quisiéramos, ya que esa noche dormíamos en casa, por lo que paseamos con tranquilidad y vimos el templo romano, la catedral, el Palácio de Dom Manuel en el Jardim Público. No entramos en la Capilla de los Huesos, pero os recuerdo que allí encontramos una de las más famosas... Nosotros recorrimos lo que era el antiguo casco entero y llegamos hasta el acueducto.

Y así, finalizó nuestro viaje, pues cuando consideramos, nos subimos al coche de vuelta a Madrid, pasando por Badajoz.

Es cierto que el agua del Algarve está fría, por lo que se agradece que haga un calor lo suficientemente alto como para animar a meterse, no obstante, esta zona que ya no es costera (ni Algarve), que ya es Alentejo, quizá es mejor conocerla con menos calor, por lo que la recomendaría para primavera/otoño, para que sea agradable pero pueda disfrutarse aún así con mucha luz.