Londres es la ciudad más grande de Europa. De la antigua London queda muy poco, ya que un tremendo incendio en la segunda mitad del siglo XVII la arrasó por completo. Los romanos la fundaron en el año 43 y la bautizaron como Londinium rodeándolas de murallas.

Era la ciudad más rica del Imperio Romano. Tres días enteros estuvimos recorriéndola. Nos asombró que existieran 40 culturas diferentes y se hablaran más de 300 lenguas. Es una ciudad multiétnica: indios con turbantes, asiáticos, africanos, musulmanes, latinos, y los eternos jóvenes punk con raros peinados, botas y pantalones de corte militar aún sobreviven compartiendo la escena musical con los que vienen del hip-hop, rock y pop británico.

Visitamos los famosos pubs londinenses con sus pintas de cervezas y su famosa Guinnes, siempre repletos de gente de todas las edades. A pesar del clima, las veredas están ocupadas por jóvenes con la consigna de beber y...también de fumar.
Comimos siempre en estos lugares, los platos están todos combinados y su base es el pescado, la carne, los huevos, las salchichas con sopas, legumbres y papas fritas. Con 4 libras cada uno comíamos (si sabés un poco de inglés te invito a leer el menú del Pub O'Neill), yo pedí:
Irish Stew – Crock Pot-
Mutton and root vegetables, cooked in a pale ale, rosemary and thyme gravy, served with irish soda bread.
Adela comió:
Limerick Ham & Irish Cheddar Quiche
Limerick ham and mature irish, Cheddar quiche, served with new potatoes and salad.
Los lugares emblemáticos de Londres son: el Parlamento con la famosa Torre del Big Ben, Notting Hill y su famosa librería, Hyde Park el pulmón verde de la ciudad donde cualquier ciudadano en el llamado SPEAKER'S CORNER puede hablar en público del tema que desee (siempre que se suba a una silla, un banco o una escalera); también hay que visitar Trafalgar Square, Buckingham Palace y su famoso cambio de Guardia; Oxford Street y la famosa abadía de Westminster, santuario y tumba de reyes, construida la mitad de mármol y la otra mitad de ladrillo (dicen que debido a la falta de presupuesto). La Catedral de San Pablo famosa por una boda monárquica, en este caso de Carlos y Lady Di, la Torre de Londres antiguo palacio fortificado con las joyas de la Corona, y el relato que el día que los 7 cuervos negros que la escoltan abandonen la torre es el fin de la monarquía.

Siempre el famoso río Támesis que nos vio pasar incontables veces con sus numerosos puentes que comunican ambas márgenes.

Teníamos curiosidad por ir a Camdem, un gran mercado, inaugurado en 1974 que hoy es tan emblemático como el mal clima inglés. Alberga a cielo abierto una inagotable selección de antigüedades y ropa alternativa, usada y de diseño independiente. Llovía pero fuimos igual.
Camdem es enorme, estaba lleno de gente, mirando, comprando poco y comiendo mucho. Todos lo hacían sin beber. La comida estaba en cajitas de plástico y era en gran medida oriental. Es una experiencia muy peculiar, multitud de etnias, tiendas exclusivas, curiosidades diversas, ropa de segunda mano y puestos de frutas y verduras. Un caos. Un verdadero bazar multicultural.
Y también conocimos el London rico y el London pobre...Las viviendas de lujo, los autos importantes como un Porsche que estaba estacionado a un costado de una calle que cruzamos y en simultáneo, un joven rubio muy bello y maltrecho que abrió su bolsa de dormir, se acomodó, se colocó su gastado gorrito en su cabeza y dispuso delante suyo un vasito descartable de café Costa para esperar que algún caminante le depositara monedas.
Luisa, la joven señora ecuatoriana, bajita, humilde y muy simpática, que hace la limpieza del hotel donde estamos hospedados tuvo una reveladora conversación con nosotros:
-Hola, los estaba observando y parece que son latinos.
Dirigiéndose a Melina, Luisa relató que con su esposo vinieron hace dos años de su país donde la situación económica era muy difícil.
-Llegamos a trabajar, pero entramos al país como turistas.
- ¿Y después qué pasó? preguntamos.
- Cuando pasaron los tres meses nos quedamos, pero sin papeles, somos ilegales.
- ¿Y cómo hacen con el trabajo?
Su relato fue en voz baja y acongojada dijo:
- Acá la mayoría de los latinos hacen trabajos de limpieza y construcción con el salario mínimo. Nos discriminan por nuestro origen, nuestra dificultad con el inglés y por no tener la documentación. Conseguimos con otra familia que está en situación legal un departamento subvencionado por el Estado y compartimos la vivienda. No vamos a ningún lado, miramos televisión y siempre pensamos que quizás los jóvenes que pululan en el barrio nos roben, porque en nuestro barrio la policía entra poco.
-Siempre vemos en la calle a personas que la policía persigue pidiéndoles los papeles. Si eres asiático, negro o latino te miran aún peor.
Con su cara triste y arrastrando los pies nuestra reciente amiga Luisa se fue para otro lado de este alojamiento donde los dueños son indios que alguna vez fueron colonia británica y donde seguramente muchos son ilegales y otros tendrán sus papeles en regla.
En fin, la riqueza y la pobreza, el poder y la injusticia reinan en todo el mundo. Adela, en nuestra última noche en Londres, se fue cabizbaja y como ausente a nuestra habitación y de su mochila gastada vi que sacaba un cuaderno bastante gordo con muchas anotaciones.
Me acerqué y en voz alta leyó un párrafo del libro Vidas Imaginarias de Marcel Schwob escritor francés que sólo vivió 37 años...me resultó inspirador y reconfortante lo que escuché. "No existe nada idéntico. Observen la hoja de un árbol, con sus caprichosas nervaduras, sus colores que varían por efecto de la sombra y el sol, la hinchazón levantada por la caída de una gota de lluvia, la picadura que le deja un insecto, la huella plateada del pequeño caracol, el primer dorado mortal que ha marcado el otoño; y busquen una hoja exactamente igual en todos los grandes bosques de la tierra; yo los desafío a que lo hagan".
Parece que Schwob negaba lo idéntico... Decía que siempre había sentido que una vida regulada como la de todos los demás era su principal enemigo. La monotonía persistente de las acciones habituales lo exasperaba. Parece que este escritor luchaba contra esa sensación de soledad e injusticia ante lo disímil, lo discontinuo.
Nosotras estamos interrogando al mundo y descubriendo respuestas. Tenemos necesidad de ese proceso, nos está marcando la diferencia. Nos fuimos a dormir. Mañana temprano partiremos a Liverpool.