Un nuevo día, vamos al desayuno y los peques terminan rápido para volver a los hinchables:

Este es el de los más peques, pero como estaban solos aprovechan
Luego con el coche de alquiler nos vamos al centro de París, unos 50 minutos desde el hotel, para lo que he reservado en una página que se llama Parkingmeter un parking junto al metro de Bir-Hakeim, es decir, al lado de la imponente Torre Eiffel (17€/8 horas) y la verdad que muy bien: llegas, coges el ticket, dejas el coche y te despreocupas.


Es otro día soleado, yo no he apeado el pantalón corto, nos vamos junto a la Torre Eiffel y comprobamos que esta toda vallada ahora, para acceder debajo de ella hay controles, cosa que no existía en nuestra última visita en 2016; compramos algún suvenir y vamos al animado Campo de Marte, donde nos sentamos tranquilamente a comer en plan picnic.




A Marco le pareció más pequeña de lo que se pensaba


Tras pasar más rato allí del que yo tenía planeado, lo cierto es que el solete invitaba a ello, nos vamos a coger el metro y, tras hacer cambio de linea, llegamos a la parada de Notre Dame, en donde teníamos para las 13:30 la visita a la Saint Chapelle; son las 14 pero no hay ningún problema, menos mal que tenemos las entradas online porque ya no las venden, están completos. Sus vidrieras son una maravilla, además con el sol en ellas relucen todos sus colores, era algo que nos quedaba pendiente de nuestras anteriores visitas a París






Espectacular

Tras salir de aquí ya tenemos hambre por lo que nos dejamos caer por el famoso Barrio Latino parisino, que recordábamos de otras veces, y donde terminamos comiendo cómodamente en un burguer (40’60€ los 4); después nos tomamos unos helados + 1 café (14,60€) en un haagen dazs cercano, disfrutando del animado ambiente de esta parte de la ciudad.

En unos pasos estamos delante de la Catedral de Nuestra Señora de París, aun en reconstrucción tras el devastador incendio que sufrió no hace mucho; los niños se distraen intentando ver a Quasimodo en alguna de las torres ya que les he dicho que a veces se le ve tocar las campanas, bendita inocencia





Tengo entradas para el Louvre para las 16:00 h pero entre el sol y demás veo que va a ser meterles mucho tute y los peques están cansados, con lo cual decidimos dar una vuelta tranquilamente, disfrutando del excelente tiempo que nos ha tocado en París (la semana siguiente llovió y nevó…):


y volver al parking, cogiendo con las conexiones de metro correspondientes. Al llegar al parking entregamos el resguardo al encargado y nos abre la barrera, con lo que, conduciendo sin prisa, nos volvemos al hotel a eso de las 19:00 h de la tarde, en donde cenamos y los peques juegan en los hinchables y los recreativos.




Nos vamos a dormir y al día siguiente nos vamos con tiempo, tras haber desayunado, hacia el aeropuerto, llenando el depósito en una gasolinera cercana, puesto que hay que devolverlo lleno, y llegando al parking de Europcar siguiendo las señales de Car Rental sin mayores problemas.

Adiós Hotel Campanile!
El avión se retrasa media hora, sale a las 16, pero como tenemos que hacer escala en Barcelona, poco nos importa.


Cenamos en un Pans&Company del aeropuerto del Prat, los peques jugando con una niña asturiana, Marta, que han conocido en el vuelo de París, regresando todos a Asturias a eso de las 21:50, recogiendo el coche y dando por finalizada una escapada estupenda a Eurodisney, de donde nos venimos con muy buen sabor de boca (seguramente por el hecho de no haber tenido que hacer colas…) y con algunos suvenires de la inolvidable París:


¡HASTA LA PRÓXIMA!