Foro de Política Internacional y Viajes: Arreglando el mundo. Mensajes relacionados con política internacional y factores que afectan a los viajeros, a los viajes y al mundo en general.
Dr. Livingstone Registrado: 31-05-2011 Mensajes: 9992
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Publico un bonito reportaje que me ha hecho llegar Gulpiyuri (Hvala )
Es del blog de viajes de Paco Nadal del periódico El País (fecha 22-24/06/2011)
Postales desde Vukovar (la ciudad mártir de Croacia)
He venido hasta Eslavonia, la región más oriental de Croacia, para saldar una deuda conmigo mismo. No la contraje yo solo, la contrajimos todos los europeos. Yo he venido a pagar mi pedacito de culpa.
Dentro de tres días se cumple el 20 aniversario de la declaración de independencia de Croacia y Eslovenia, un hecho que como todo el mundo sabe provocó la ruptura de la antigua Yugoslavia y desencadenó la última Guerra de los Balcanes. Fue el 25 de junio de 1991.
La minoría serbia en Croacia se rebeló contra esa declaración y con ayuda del antiguo Ejercito Popular Yugoslavo (JNA) y los paramilitares chetniks serbios lanzaron un ataque contra las poblaciones más orientales de Eslavonia, situadas junto a la frontera que aquí forma el río Danubio, expulsando a punta de pistola a la mayoría croata. Pero cuando el 27 de agosto llegaron a las puertas de Vukovar, una ciudad de 42.000 habitantes, ésta resistió el ataque. Durante los tres siguientes meses el mundo asistió estupefacto (y sin mover un dedo) al asedio cruel y casi medieval de Vukovar, una ciudad en el corazón de Europa.
El asedio de Vukovar me produjo una especial huella en la conciencia. Recuerdo perfectamente aquellos días del otoño de 1991, las noticias en los periódicos, los informativos de televisión. Una ciudad estaba siendo sitiada y masacrada. No había alimentos, ni medicinas, ni agua potable. Todos los días caía sobre ella una lluvia de proyectiles. Murieron varios miles de personas, la mayoría civiles inocentes. Y nadie hacía nada. No podía dar crédito a lo que veía. Y lo peor era que no estaba pasando en el medievo ni en la lejana África. ¡Ocurría a dos horas de vuelo de Barcelona, en plena Europa, a finales de siglo XX!
Sé que la mayoría de la gente no sabe ni que existe un lugar llamado Vukovar, pero a mi aquel asedio me marcó y desde entonces Vukovar se convirtió en un topónimo que asocio con vergüenza colectiva.
Así que acabo de llegar a Vukovar, la ciudad mártir de Croacia, a saldar mi deuda emocional con ella. He entrado por la carretera de Osijek, conocida como el Cementerio de los Tanques, porque el 18 de septiembre los defensores croatas tendieron en ella una emboscada a una columna de carros blindados del JNA destruyendo casi un centenar.
Vukovar es hoy una apacible ciudad de llanura, en la confluencia entre el Danubio y el Vuka. Tiene un activo puerto fluvial , varios edificios del barroco austrohúngaro, otros de aire soviético y muchas huellas aún de la batalla. Es lo primero que te sorprende al llegar: mientras en el resto de Croacia aquella guerra es solo un recuerdo en los museos, las calles de Vukovar están aún llenas de edificios en ruinas, con los techos hundidos y las fachadas agujereadas por la metralla. Y eso que según me cuentan solo en los últimos cinco años se ha acelerado la reconstrucción.
Lo segundo que sorprende es que no es una ciudad gris y triste (razones no le faltaría). Todo lo contrario. No he visto gente más amable, dicharachera y simpática que los vukovarci. La calle Mayor, que de grande tiene poco, cuenta con animadas terrazas y varios maceteros con flores que parecen alegrarse de la llegada de la primavera. La gente te sonríe como si te conociera de siempre.
En Vukovar hoy vuelven a vivir juntos croatas y serbios, hay un par de buenos hoteles, una isla con playa fluvial donde la gente va a comer y acampar los fines de semana, restaurantes y alguna discoteca. Y una oficina de Turismo, que representa algo así como la vuelta a la normalidad. El aforismo de que una ciudad es la gente que la habita se hace realidad en Vukovar. Hay poco que hacer si vienes de turista convencional, pero sus gentes son aún testigos directos de una de las mayores ignominias cometidas en Europa desde la SegundaGuerraMundial. Y están dispuestas a contarlo.
A través de la oficina de Turismo logré multitud de contactos en la ciudad. Todos estaban encantados de recibirme en sus casas. Y me dispuse a escucharlos. Estos son sus relatos:
Branco Božić. 61 años. El coleccionista de postales.
Como todos los croatas de la ciudad, Branco tuvo que huir aquel otoño de 1991. Se instaló en la vecina Vinkovci pensado que jamás volvería a su pueblo y a su casa. Dos años después cayó en sus manos de forma casual una postal antigua de Vukovar. Y decidió buscar más. Se dio cuenta de que aquellas viejas postales en blanco y negro podrían devolverle el recuerdo de una ciudad que ya no existía. Qué podía ser una terapia personal e incluso colectiva para vencer la pesadilla del olvido. Y se decidió a preservar con ellas la memoria de su ciudad arrasada. Desde entonces ha logrado reunir 1.100 de los 1.300 tipos diferentes de postales de Vukovar que se editaron desde 1897. La más antigua que conserva es de ese año; las más recientes las imprimieron los propios serbios en 1991, al tomar la ciudad, y muestran Vukovar en ruinas. Branco vive en una casa de planta baja con jardín no lejos del centro. Cuando pudo regresar en 1998 la vivienda no era más que cuatro muros quemados. Tuvieron que empezar de cero. Me ofrece albaricoques y un vaso de licor mientras despliega ante mi docenas de álbumes llenos de postales, muchas de ellas centenarias. Se le ve orgulloso de su colección y me dice que esas fotos han sido utilizadas por diversos arquitectos para reconstruir los edificios dañados. Y mientras la saca con primor de sus fundas de plástico me doy cuenta de que lo que me muestra no son postales. Es la propia memoria de Branco, la que le devolvió su ciudad arrasada.
Zdrako Komšič, 55 años. El encargado del memorial de la granja Očvara.
El 18 de noviembre de 1991 los rebeldes serbios vencieron la última resistencia de Vukovar y tomaron por fin la ciudad. Los defensores que quedaban con vida se refugiaron en el hospital pensado que allí estarían protegidos por la Convención de Ginebra. Zdrako Komsič era uno de ellos. Pero el mayor serbio Veselin Šljivančanin, al mando de las fuerzas atacantes, ordenó detener a 400 personas allí refugiadas, entre heridos, personal médico y soldados. Los trasladaron a una granja de cerdos cercana y durante los dos días siguientes fusilaron a 261 de ellos, enterrándolos en dos fosas comunes. "Solo Dios sabe por qué a mi no me fusilaron. Al resto nos llevaron a campos de concentración en Serbia donde pasé nueve meses en el infierno". ¿Reconciliación? me alegro de que oficialmente haya reconciliación pero para mi y los que estuvimos aquí esa noche solo es una palabra. Jamás podré estar en paz con Serbia, más aún cuando a Šljivančanin solo lo condenaron a 5 años por aquello. Para las miles de personas que murieron en Vukovar no habrá nunca reconciliación". La granja Očvara es hoy un lugar de memoria y recuerdo. En la oscuridad de la nave, las fotos de los 261 caídos se iluminan alternativamente mientras una espiral luminosa con sus nombres gira en tono a una vela. Cerca, en donde estuvo las mayor de las dos fosas comunes, descubierta porque uno de los prisioneros logró escapar y más tarde dio pistas de hacia dónde se dirigían los autobuses con los condenados (la segunda, con 60 cuerpos jamás fue localizada), un monolito y velas que los visitantes se encargan de mantener siempre encendidas recuerdan aquella vileza conocida como la masacre de Vukovar.
Nikola Petrovič, 59 años. El serbio que corre la maratón en 3h 30 min.
A Nikola lo conozco en un parque con grandes árboles que rodea Vukovar al que, una vez eliminadas las minas antipersona y anticarro, suelen a ir correr los aficionados al jogging. Él es el secretario del club local de maratonianos. Un personaje popular en el pueblo y con mucho amigos. Cuando le pregunto por aquellos días del asedio me dice que el volvió a Vukovar en diciembre de 1991. ¿Diciembre?, le pregunto a mi traductora. No debo de haber entendido su traducción al inglés. "En diciembre la ciudad ya había caído en manos serbias", le digo. "Si", me responde, "has entendido bien. Es que Nikola es serbio". Nikola era el director del hotel Dunav cuando empezó la guerra. Se fue de Vukovar en junio de 1991 con intención de no volver. Pero como al resto de serbios residentes en la región le amenazaron que si no regresaba a la ciudad sus propiedades serían confiscadas. "No, no tengo ningún problema con mis vecinos croatas. Siempre me he llevado bien con todos". Me enseña una página del diario local, fechada el 20 de abril de 1991, en la que junto a la noticia del primer vukovarci que corría una maratón (él) aparece otra que informa que, pese a los acuerdos, los tiroteos entre ambas comunidades continúan. Asegura que lo que mas impresión le causó cuando volvió es que no se oían los pájaros, durante tres años después de la batalla no se escucharon los pájaros en los jardines de Vukovar. Nikola es la confirmación de lo que mucha gente me ha expresado en Vukovar: "No nos atacó Serbia, nos atacaron unos rebeldes serbios con ayuda de los chetniks ultranacionalistas serbios. Pero no estuvimos ni estamos en guerra con Serbia".
Rozalija Jakumetovič. 53 años. La ganadora del premio anual de jardines.
Rozalija es un volcán de amabilidad y simpatía. Tiene su pequeño lugar en el cuadro de honor de la comunidad como ganadora del premio anual al mejor jardín en 2010. En él me recibe, entre primorosas rosaledas, un césped pulcramente cortado y unos setos que parecen podados por el jardinero de Versalles. Rozalija pertenece a la minoría húngara, aunque nació en Vukovar. Durante la guerra trabajaba en la farmacia del hospital y fue testigo de todas las heroicidades y los horrores que allí se vivieron. Me cuenta que durante el cerco recibieron en dos ocasiones paquetes con medicinas y material quirúrgico que lanzó un avión croata en paracaídas; pero a la tercera los serbios lo derribaron. En octubre logró entrar un camión de Médicos sin Fronteras. Y esa fue la última ayuda del exterior. Recogía agua de lluvia para desinfectar y curar heridas. "Podría estar hablando horas de aquello", me dice. El día que cayó la ciudad su marido Mario se refugio en el hospital y fue uno de los que los rebeldes serbios obligaron a montar en los fatídicos autobuses hacia la granja de Ocvara. Ella imagino que iban a la muerte segura e implorando a un alto mando serbio que conocía de su trabajo en el hospital logró que lo bajaran y salvara así la vida. Pero ni el recuerdo de aquellos días logra desdibujar la sonrisa de mujer valiente que parece acompañarle siempre.
Kristina Glumač, 23 años. La chica que se graduó en Cambridge.
Kristina es muy joven, muy lista y muy guapa. Acaba de regresar a la ciudad después de graduarse en la universidad inglesa de Cambridge. Trabaja en el Ayuntamiento gestionando los programas de ayuda internacional y los proyectos de rehabilitación con diversas entidades privadas y públicas ¿"Que por qué he vuelto?, porque esta es mi ciudad. Y porque creo que hay mucho que hacer y que aportar. Yo tenía solo 3 años durante la guerra, mi generación no la vivió ni la sufrió, éramos unos niños, pero si hemos oídos a nuestros padres, a nuestros vecinos. Y tenemos mucho que hacer aquí, creo que tenemos un compromiso moral para hacer que Vukovar vuelva a ser la que era". En junio de 1991, cuando estalló la guerra, Vukovar tenía 45.000 habitantes. Ahora apenas llega a los 25.000. Mientras paseo con Kristina por la calles veo mucho locales vacíos. "Hay más viviendas y locales rehabilitados que gente para llenarlos", me dice.
Denis Zeko, 33 años. El campeón de equitación.
Denis y su mujer Giana simbolizan la nueva población de Vukovar. Tras el asedio y la toma de la ciudad Vukovar permaneció en manos de los rebeldes serbios hasta 1998, es decir, tres años después de que oficialmente acabara la guerra de los Balcanes con la firma de los Acuerdo de Dayton, en los que se especificaba que la ciudad debía de regresar a manos de la República de Croacia. Para repoblarla, el gobierno croata prometió ayudas a jóvenes que quisieran venir a vivir aquí. Denis, campeón de equitación y enamorado de los caballos, decidió mudarse desde Zagreb. Confiesa que al final las ayudas no fueron tantas como se prometían, pero que aún así se adaptaron bien a su nueva ciudad y decidieron seguir adelante con su cuadra, donde dan clases de equitación, ofrecen pupilajes y organizan rutas a caballo por las riberas del Danubio.
Indiana Jones Registrado: 06-12-2010 Mensajes: 1848
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Qué ganas de ir por favor!!!!!!!
Entre tú y Bajamonti me estáis haciendo "conocer" una zona maravillosa, hvala _________________ “Para mí, la fotografía es situar la cabeza, el corazón y los ojos en la misma línea visual. Es un estilo de vida”
Henry Cartier-Bresson
El serbobosnio Karadzic, condenado por crímenes contra la humanidad
El Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) ha encontrado a Radovan Karadzic, exlíder político serbobosnio, culpable de crímenes contra la humanidad, incluyendo asesinato y persecución. Los jueces le han absuelto de uno de los dos cargos de genocidio a los que se enfrentaba, pero aún deberán juzgarle por la matanza de Srebrenica.
Karadzic respondía este jueves a un total de 11 cargos “por haber organizado la campaña de destrucción de Bosnia y la posterior limpieza étnica de la población que no fuera de ascendencia serbia”, según la fiscalía. Solo dos de los delitos descritos en el pliego acusatorio, la toma de la ciudad de Srebrenica (1995) y el sitio de Sarajevo (1992-1996), la capital, sumaron alrededor de 20.000 muertos. En conjunto, la guerra librada en Bosnia costó unas 100.000 vidas, tragedia que Karadzic atribuye a “individuos que actuaron por su cuenta, no a soldados bajo su mando”.
El caso ha sido muy complicado porque la acusación debía demostrar, justamente, que había una relación directa entre los ejecutores de los delitos y el acusado, que se presenta como un hombre de paz. La repercusión del fallo en la propia Bosnia es otro extremo delicado. Las víctimas esperan que se reconozca su dolor. Los fiscales, que piden cadena perpetua, confían en que contribuya a la reconciliación de todos los habitantes, bosnios, serbios y croatas.
Capturado en Belgrado en 2008 tras una huida de 13 años, Karadzic se hacía llamar Dragan Dabic, tenía la documentación en regla y ejercía la medicina alternativa (es psiquiatra de profesión) en una clínica privada.
Willy Fog Registrado: 03-04-2008 Mensajes: 10023
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Una justicia tan lenta nunca sirve para reparar el daño; aún así, tenemos que quedarnos con lo positivo de esta noticia largamente esperada: Karadzic y algunos de sus criminales al fin han respondido de sus crímenes.
Dr. Livingstone Registrado: 31-05-2011 Mensajes: 9992
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A Mladic también le tocará; espero que viva para vivir su condena....
Os dejo una conversación cualquiera de un día cualquiera durante el sitio de Sarajevo:
"... Estamos buscando a alguien que venga al estudio por las noches a escuchar The Voice of America y nos lo traduzca. ¿Crees que podrías hacerlo? (..) The Voice of America era un programa de noticias y una de las pocas fuentes de información que teníamos del exterior.
-Lo intentaré -respondí entusiasmada-. Sería estupendo volver a usar un poco la cabeza.
-Ahora mismo el estudio es un caos, pero esperamos tener todo el equipo arreglado dentro de poco. Si sigues viva, ¿por qué no te pasas alguna noche de la semana que viene, después del toque de queda?"
Lo leí ayer en el libro Adiós Sarajevo, de Atka Reid y Hana Schofield.
Indiana Jones Registrado: 06-12-2010 Mensajes: 1848
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Ankara98 Escribió:
A Mladic también le tocará; espero que viva para vivir su condena....
Os dejo una conversación cualquiera de un día cualquiera durante el sitio de Sarajevo:
"... Estamos buscando a alguien que venga al estudio por las noches a escuchar The Voice of America y nos lo traduzca. ¿Crees que podrías hacerlo? (..) The Voice of America era un programa de noticias y una de las pocas fuentes de información que teníamos del exterior.
-Lo intentaré -respondí entusiasmada-. Sería estupendo volver a usar un poco la cabeza.
-Ahora mismo el estudio es un caos, pero esperamos tener todo el equipo arreglado dentro de poco. Si sigues viva, ¿por qué no te pasas alguna noche de la semana que viene, después del toque de queda?"
Lo leí ayer en el libro Adiós Sarajevo, de Atka Reid y Hana Schofield.
Gracias
En breve diré hola Sarajevo _________________ “Para mí, la fotografía es situar la cabeza, el corazón y los ojos en la misma línea visual. Es un estilo de vida”
Henry Cartier-Bresson
Indiana Jones Registrado: 06-12-2010 Mensajes: 1848
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Ankara98 Escribió:
traveller3 Escribió:
Gracias Ankara98 por el relato "postales desde Vukovar"
Gracias a Gulpiyuri, sobre todo
No, no, no, las gracias a Paco Nadal _________________ “Para mí, la fotografía es situar la cabeza, el corazón y los ojos en la misma línea visual. Es un estilo de vida”
Henry Cartier-Bresson
Willy Fog Registrado: 03-04-2008 Mensajes: 10023
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El año pasado leí una historia de ficción que recrea la batalla de Vukovar, dentro de una de las novelas del escritor noruego Jo Nesbo. Aunque ya conocía el hecho histórico, la verdad es que me conmovió la épica contenida en el trágico relato.
Dr. Livingstone Registrado: 31-05-2011 Mensajes: 9992
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Abdelkrim Escribió:
El año pasado leí una historia de ficción que recrea la batalla de Vukovar, dentro de una de las novelas del escritor noruego Jo Nesbo. Aunque ya conocía el hecho histórico, la verdad es que me conmovió la épica contenida en el trágico relato.
Willy Fog Registrado: 03-04-2008 Mensajes: 10023
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Se titula El redentor. A mí Nesbo me parece un autor muy flojo y sus historias están pasadas de vueltas, en realidad lo único que me interesó de su obra son un par de subtramas con trasfondo histórico: esa de Vukovar y otra que trata de los voluntarios noruegos que lucharon en la Wehrmacht.
Dr. Livingstone Registrado: 31-05-2011 Mensajes: 9992
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Muchísimas gracias por la información, Abdelkrim. No he leído nada de él, apenas me sonaba. Ya tengo el libro. Es una historia en particular (la de Vukovar) o se desarrolla a lo largo del libro??