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Nuestro viaje empieza el jueves, 11 de abril, desde el aeropuerto de Barcelona. Como volamos con Ryanair, salimos desde la T2. Teníamos prevista la salida a las 20:50h para llegar a las 22:20h a Turín; pero la salida se retrasó a algo más de las 21:30h, por lo que aterrizamos en el aeropuerto de Caselle de Turín a eso de las 22:50h.
El aeropuerto de Turín es bastante pequeño e incluso te hacen descender del avión por la escalerilla y vas andando a la terminal, nada de bus ni de "finger", al menos en nuestro caso. Salimos del aeropuerto y ya eran más de las 23:00h. Después de un rato intentando localizar a nuestra conductora asignada para el traslado (reserva hecha vía Booking al ser la opción más económica y cómoda por la hora) la llamo y le habían dado mal mis datos para localizarme. 
Bueno, salvado el inconveniente, nos lleva en unos 30' hasta nuestro alojamiento en un cómodo y simpático traslado.
Llegamos casi a las 24:00h a nuestro alojamiento y el anfitrión nos está esperando. Previamente le había avisado de nuestro retraso acumulado. Cuando llegamos nos hace todas las explicaciones pertinentes de llaves, menaje, utensilios, etc y, ya casi a la 01:00h, damos por finalizado el trasiego y esperando empezar a visitar la ciudad.
Bueno, salvado el inconveniente, nos lleva en unos 30' hasta nuestro alojamiento en un cómodo y simpático traslado.Llegamos casi a las 24:00h a nuestro alojamiento y el anfitrión nos está esperando. Previamente le había avisado de nuestro retraso acumulado. Cuando llegamos nos hace todas las explicaciones pertinentes de llaves, menaje, utensilios, etc y, ya casi a la 01:00h, damos por finalizado el trasiego y esperando empezar a visitar la ciudad.
El viernes, día 12 de abril, es nuestro primer día completo en la ciudad y vamos a aprovecharlo. Lo divido en dos partes que se corresponden, una primera parte, lejos de lo conocido como centro de Turín (es decir, desde Porta Nuova o Corso Vittorio Emanuele II hacia el norte, hacia la Piazza Repubblica) que incluye Lingotto y San Salvario y una segunda parte que incluye desde Borgo Po hacia el centro.
Lo que haremos este primer día es básicamente lo que queda dentro de los recuadros del siguiente mapa: verde por la mañana, rojo por la tarde a lo que hay que sumar la primera visita más al sur del recuadro verde.
Para ir hasta nuestro primer destino, el Museo Nazionale dell'Automobile (MAUTO)tomamos un Uber que en 10' nos deja en la puerta.
Precio: 15€, reducido para jóvenes entre 18 y 25 años, 12€ y gratis con la Torino + Piamonte Card
El Museo Nazionale dell'Automobile (MAUTO) cuenta con una de las colecciones más raras e interesantes de su tipo, con más de 200 coches originales de 80 marcas de todo el mundo. El núcleo más antiguo de la colección está ligado a la historia de su fundador, Carlo Biscaretti di Ruffia, que con entusiasmo y determinación reunió coches, chasis y motores. Los coches expuestos representan la creatividad, la excelencia técnica y el conocimiento de fabricación, pero igualmente importantes son las historias vinculadas a cada pieza de la colección, cada protagonista de una gesta histórica, deportiva, social o costumbrista: el itinerario de la exposición recorre la evolución continua del automóvil, proyectos reveladores realizados con éxito (o concluidos con fracaso), fruto de la gran pasión por el progreso que empujó a fabricantes, empresarios y pilotos a centrarse en el medio de transporte simbólico del siglo XX.
El MAUTO (Museo Nacional del Automóvil) es uno de los museos más antiguos en su género. En 1932, Cesare Goria Gatti y Roberto Biscaretti di Ruffia, dos de los fundadores del Automóvil Club de Turín en 1898 y de Fiat al año siguiente, tuvieron la idea de crear un museo dedicado a un objeto cuya historia acababa de comenzar: el automóvil. Carlo Biscaretti di Ruffia (hijo de Roberto) fue nombrado «encargado provisional» el 19 de julio de 1933, y fue él quien reunió la colección inicial y luchó para que esa idea visionaria se convirtiera en realidad. Fallecido en 1959, se le dedicó la sede actual de Corso Unità d'Italia, construida según el proyecto del arquitecto Amedeo Albertini e inaugurada solemnemente el 3 de noviembre de 1960.
En la actualidad, el MAUTO alberga una colección de automóviles única en el mundo, revalorizada por la espectacular contextualización escenográfica creada por François Confino y por la reestructuración realizada por el arquitecto Cino Zucchi con ocasión del 150.° aniversario de la unificación de Italia: más de 200 vehículos originales de 80 marcas procedentes de todo el mundo divididas en un recorrido expositivo articulado en tres plantas: El automóvil y el siglo XX, El automóvil y el hombre y Exposiciones temporales y de diseño.
Completan el recorrido museístico el Centro de Documentación, Mauto Labs, donde se desarrollan las diversas actividades didácticas propuestas por el museo y, lo más destacado, el Centro de Restauración, que lleva a cabo actividades de conservación y restauración de los vehículos históricos en colaboración con ACI – Automóvil Club Italia, socio colaborador del museo con el fin de transmitir de generación en generación el valor cultural, tecnológico y social de los coches históricos.
Curiosidades:
La colección del museo cuenta con 217 vehículos, de los cuales 189 son coches, 14 motocicletas, triciclos y cuatriciclos a motor, 40 motores y 28 chasis.
Entre los automóviles más valiosos, destaca el increíble Peugeot Tipo 3 de 1892, el primer automóvil que circuló en Italia.
En 2013, el Times lo clasificó entre los 50 museos más bellos del mundo.
MAUTO ha ganado en varias ocasiones el reconocimiento más codiciado de TripAdvisor: el premio Travelers' Choice, basado en los comentarios y opiniones de la comunidad global de viajeros
La colección del museo cuenta con 217 vehículos, de los cuales 189 son coches, 14 motocicletas, triciclos y cuatriciclos a motor, 40 motores y 28 chasis.
Entre los automóviles más valiosos, destaca el increíble Peugeot Tipo 3 de 1892, el primer automóvil que circuló en Italia.
En 2013, el Times lo clasificó entre los 50 museos más bellos del mundo.
MAUTO ha ganado en varias ocasiones el reconocimiento más codiciado de TripAdvisor: el premio Travelers' Choice, basado en los comentarios y opiniones de la comunidad global de viajeros
En el hall de la entrada hay un par de simuladores que se puede probar por un precio a parte y también unos "asientos" bastante divertidos y giratorios. He de decir que la exposición, a poco que te gusten los coches, es brutal.
Al salir del Museo pillamos un taxi que en 5' nos lleva hasta el Parco Valentino
El Parco del Valentino (Parch dël Valentin en piamontés) es un famoso parque público de la ciudad situado a lo largo de las orillas del Po. Limita al este con la orilla izquierda del río Po, al norte con el Corso Vittorio Emanuele II y al oeste con el Corso Massimo D'Azeglio. Al sur se estrecha, siguiendo la Via Francesco Petrarca y su continuación, el Corso Sclopis, y continúa a lo largo del curso del río Po y del Corso Unità d'Italia hacia Moncalieri. Tiene una extensión de 421 000 m² y, según la clasificación de TripAdvisor, es el parque italiano más valorado por los turistas.
Es el parque más conocido de la capital piamontesa, el segundo más extenso tras el Parco della Pellerina y uno de los símbolos históricos de la ciudad. Según documentos del siglo XIII, aquí había una antiquísima capilla dedicada a San Valentín (176-273), que conservaba una parte de las reliquias del santo patrón de los enamorados traídas directamente de Terni. No está claro si la capilla posteriormente se deterioró o fue destruida, pero las reliquias fueron trasladadas a la vecina iglesia de San Vito, en la colina, al otro lado del río. Manuel Filiberto de Saboya compró toda la zona hacia mediados del siglo XVI. Entre 1630 y 1660 se construyó el Castello Valentino, un imponente edificio obra de Carlo y Amedeo di Castellamonte, usado como residencia de verano de los Saboya, al que luego haré referencia. Con ocasión de la Esposizione Generale Italiana de 1884, se construyó el conocido Borgo Medievale en la parte meridional del parque, según el proyecto coordinado por Alfredo d'Andrade, apasionado de la arquitectura medieval. El Borgo reproduce estilos arquitectónicos inspirados en los castillos piamonteses de la Edad Media, pero hoy se encuentra cerrado al público y según su web hasta junio de 2026. En el parque se han realizado con el paso de los años numerosas exposiciones de flores (como FLOR 61, realizada en ocasión del centenario de la unificación italiana), de las cuales permanecen como recuerdo el «jardín rocoso» y el «jardín de montaña», con pequeñas cascadas, fuentes y pequeños cursos de agua.
El Parco del Valentino de Turín alberga otras obras de arte:
• Fuente de Ceppi (1898), más conocida como de los Dodici Mesi («doce meses»), un imponente monumento de Carlo Ceppi constituido por un gran estanque de estilo rococó rodeado por doce estatuas que representan los doce meses del año.
• Monumento al artillero (también conocido como Arco del Valentino o Arco di Trionfo), arco de triunfo situado en la entrada norte, en el inicio del Corso Vittorio Emanuele II/Ponte Umberto I, construido en 1930 y dedicado al Arma de Artillería.
• Estatua ecuestre, situada en la plaza de entrada al recorrido floral, al lado de Torino Esposizioni, dedicada a Amadeo I (1845-1890), primer duque de Saboya-Aosta, monumento obra de Davide Calandra (1902).
• Numerosas esculturas de alambre con diferentes formas y el conocido como banco de los enamorados.
• Fuente de Ceppi (1898), más conocida como de los Dodici Mesi («doce meses»), un imponente monumento de Carlo Ceppi constituido por un gran estanque de estilo rococó rodeado por doce estatuas que representan los doce meses del año.
• Monumento al artillero (también conocido como Arco del Valentino o Arco di Trionfo), arco de triunfo situado en la entrada norte, en el inicio del Corso Vittorio Emanuele II/Ponte Umberto I, construido en 1930 y dedicado al Arma de Artillería.
• Estatua ecuestre, situada en la plaza de entrada al recorrido floral, al lado de Torino Esposizioni, dedicada a Amadeo I (1845-1890), primer duque de Saboya-Aosta, monumento obra de Davide Calandra (1902).
• Numerosas esculturas de alambre con diferentes formas y el conocido como banco de los enamorados.
Cerca de la entrada del Borgo Medievale existe una columna que marca las crecidas del río Po y el nivel de las aguas alcanzado en el interior del parque: la mayor fue la del 17 de octubre de 1839 (88 cm desde la tierra), seguida por la más reciente del 16 de octubre de 2000 (58 cm desde tierra).
Vale la pena darse una vuelta y, sobre todo, por visitar o contemplar el Castello del Valentino que se encuentra en el medio de la zona ocupada por el Parco Valentino.
El Castello del Valentino es la sede actual de la Facultad de Arquitectura de Turín y patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Horario: Días de apertura con visita: Sábados de cada mes, 10:00 y 11:30. La duración es de 1 h aproximadamente. Las visitas guiadas son en italiano. En su web (castellodelvalentino.polito.it) hay un apartado para reservar la visita; pero es difícil obtener reserva. Si no se puede reservar, la propia web hace constar que:"Si la fecha escogida para la visita está completa quiere decir que los puestos que se pueden reservar se han agotado. Les invitamos, sin embargo, a seguir la web porque en caso de cancelaciones, las fechas estarán disponibles inmediatamente. O pueden seguir las indicaciones para los sin reserva que se pueden presentar directamente en el castillo 15' antes del inicio de las visitas y colocarse en la cola correspondiente (cola sin reserva) y el acceso será posible sólo en caso de anulación de reservas y en cualquier caso sin llegar a 30 personas en grupo... En el caso que haya disponibilidad de puestos, los visitantes sin reserva se unirán a los grupos siguiendo el orden de llegada a la cola...."
Precio: si se consigue es gratuita la entrada
Precio: si se consigue es gratuita la entrada
Durante el sábado de nuestra estancia en Turín no había disponibilidad en ninguna franja horaria; por lo que nos acercamos a verlo desde su exterior.
Adquirido por Emanuele Filiberto de Saboya en 1564, tras el traslado de la capital del ducado de Saboya a Turín tras la paz de Cateau-Cambrésis, el Castillo Valentino debe su nombre a las características geomorfológicas de la región, ya denominada «Vallantinum» en los documentos. del siglo XVII porque el territorio no es llano y uniforme, sino marcado por la presencia de un valle atravesado por un curso de agua, la Bealera del Valentino, que aún discurre bajo tierra.
Fue Cristina de Francia, esposa de Vittorio Amadeo I y, tras la muerte de su marido, primera Madama Real, quien impulsó la obra que en el siglo XVII transformó el edificio en una maison de plaisance de modelo transalpino. Se diseñó un imponente palacio que duplica la estructura preexistente, cerrándola con dos torres, conectadas con pórticos escalonados a dos nuevos pabellones, elevados hacia Turín y comunicado por una exedra semicircular. La simetría de toda la composición está marcada, hacia el río, por una parte delantera y, hacia la ciudad, por un atrio del que parten dos escaleras dobles que llegan a la logia, en la planta principal, y desembocan en el salón principal.
En el interior, dos apartamentos laterales simétricos, iguales en número y disposición de las habitaciones. La decoración, los temas y las historias contadas fueron elegidos por el conde Filippo di San Martino d'Agliè, hombre de letras y cortesano cercano a Cristina de Francia. El apartamento del sur, destinado a la duquesa, se caracteriza por el dorado del estuco, mientras que las habitaciones del apartamento del norte, destinado al príncipe heredero, se caracterizan por el estuco blanco.
A principios del siglo XIX el palacio no era residencia de la corte y albergaba la Escuela de Veterinaria y, por tanto, sirvió como cuartel militar hasta que pasó de la Corona a propiedad del Estado en 1850. A mediados de siglo, siguiendo la extendida cultura del eclecticismo, con un lenguaje historicista, las terrazas que conectaban las torres fueron sustituidas por dos grandes galerías y se modificó parte del aparato decorativo de las estancias de la planta principal. Las obras del siglo XIX trastocaron definitivamente la visión principal hacia Turín, marcando la transición de la idea de palacio a la idea decimonónica de "castillo". A partir de finales del s XIX, el Castillo se convirtió en sede universitaria, lugar de investigaciones y estudios en profundidad, así como de experimentos científicos y tecnológicos.
La planta baja del Castillo Valentino está ocupada en el centro por la Sala delle Colonne (Sala de las Columnas), espacio representativo del palacio del siglo XVI transformado en la primera mitad del siglo XVII, y por algunas habitaciones. La Sala delle Colonne se caracteriza por 6 robustas columnas de brecha similares a las del pórtico abierto hacia Turín y contienen bustos de emperadores romanos, compuestos a partir de una parte de la colección ducal completada por artistas locales.
La Capilla está situado en la planta baja del pabellón noroeste, de pequeñas dimensiones, tiene planta rectangular y se caracteriza por una cubierta formada por dos bóvedas de crucería colocadas una al lado de la otra, finamente decorada con motivos de estuco blanco que representan elementos vegetales, festones de flores. y frutos y cabezas de querubines. Parte de la decoración continúa en las paredes, donde enmarca las cuatro ventanas, dos de las cuales dan al jardín botánico por el norte, mientras que las dos restantes se abren en la parte sur a estancias actualmente utilizadas como oficinas administrativas Hoy el acceso a la capilla está mediado por una pequeña sala -originalmente probablemente sacristía, hoy también utilizada como despacho- situada al oeste.
Una importante decoración de estucos y frescos caracteriza el primer piso del Castillo Valentino, el piso noble y representativo de la corte donde se encuentra el Salón de Honor, en el centro de una composición diseñada por dos apartamentos simétricos, originalmente destinados a Cristina de Francia y a la joven Carlos Emanuele.
En el centro de la planta principal del palacio construido en el «Vallantinum», el Salón de Honor o Gran Sala, se encuentra el eje de la renovación de principios del siglo XVII, el punto de apoyo de la composición de los dos apartamentos destinados a la duquesa, al sur, y el príncipe heredero, al norte. La decoración de la Sala, de la que se conservan los frescos de las paredes, es obra de artistas capaces de coordinar arquitectura y decoración para resolver incluso grandes superficies.
Otras salas del primer piso, entre otras muchas, son:
La Sala Verde: por el color dominante de la tapicería de las paredes en "corame con fondo verde" con flores doradas". El verde, fondo de toda la bóveda, aparece en diferentes tonalidades, oscuras y claras, elegidas como símbolo de la muerte del héroe y de su regeneración, en una referencia precisa a la muerte de Vittorio Amadeo I, que murió en 1637.
Sala de Guerra: abre, hacia el río, la enfilada de habitaciones del apartamento de estuco blanco dedicado al príncipe heredero. El Salón de Guerra enseña el arte militar para la conquista y defensa del Estado.
La Sala Verde: por el color dominante de la tapicería de las paredes en "corame con fondo verde" con flores doradas". El verde, fondo de toda la bóveda, aparece en diferentes tonalidades, oscuras y claras, elegidas como símbolo de la muerte del héroe y de su regeneración, en una referencia precisa a la muerte de Vittorio Amadeo I, que murió en 1637.
Sala de Guerra: abre, hacia el río, la enfilada de habitaciones del apartamento de estuco blanco dedicado al príncipe heredero. El Salón de Guerra enseña el arte militar para la conquista y defensa del Estado.
Como ésta última visita se encuentra cerca del apartamento vamos a comer pronto al local de comida preparada sin gluten que tenemos en la misma calle (Turin Langa) para poder dedicar toda la tarde a otro recorrido teniendo en cuenta que la mayor parte de las atracciones cierran a las 19:00h.
Después de comer salimos del apartamento de nuevo para alejarnos bastante del centro turístico. Así que tomamos un taxi, esta vez creo que no era Uber, sino wetaxi, para que nos lleva cómodamente, en unos 10', hasta el Monte dei Cappuccini desde donde se obtienen las típicas imágenes de la ciudad sobresaliendo la Mole y con el fondo de los Alpes.
Puede que no sea el mejor momento del día para la vista (o las fotos), pero así nos ahorramos las aglomeraciones y nos permite seguir con nuestro itinerario porque los horarios de los sitios a visitar, como ya he dicho antes, son hasta las 19:30h.
Aquí se encuentra la Chiesa di Santa Maria al Monte dei Cappuccini.
Horario: L-D 09:00 a 19:00h
Precio: Gratis
El edificio fue diseñado en 1584 por Ascanio Vitozzi y consagrado en 1656, mientras que el altar mayor es de Carlo y Amedeo di Castellamonte. La arquitectura es renacentista tardía y manierista con interiores barrocos. La iglesia y el convento fueron confiados a los frailes capuchinos, de ahí el nombre.
En este templo se recuerda al conocido como "El milagro eucarístico del 12 de mayo de 1640": Durante el asedio francés de 1640, el Monte fue identificado como un lugar de importancia estratégica. El príncipe Tomás Francisco de Saboya ordenó entonces al conde de Harcourt conquistar la colina y el monasterio; los soldados franceses no tuvieron dificultad en vencer la resistencia de la población, pero, al entrar en la iglesia, una lengua de fuego se elevó del tabernáculo para proteger las hostias consagradas. El padre Pier Maria da Cambiano afirma: «Una lengua de fuego que salía del Santo Copón alcanzó al audaz y sacrílego francés en el pecho, quemándole la ropa y el rostro. Entonces, asustado, arrojándose al suelo, gritó "¡Mon Dieu! ¡Mon Dieu!". Pronto la iglesia se llenó de un espeso humo y ante el asombro de todos, el vandalismo cesó." Los franceses desistieron así del saqueo del lugar sagrado. El episodio místico, todavía muy querido por los turineses, es recordado por una pintura expuesta en el atrio de la iglesia. Los golpes de bayoneta y las huellas del supuesto fuego divino en el sagrario aún son visibles hoy. Sin embargo, los soldados franceses llevaron a cabo la masacre de los defensores y los enterraron en una fosa común, que salió a la luz en 1937.
El interior de la iglesia está enriquecido con decoraciones barrocas clásicas. El altar lateral izquierdo, conocido como San Maurizio, patrón de la Casa de Saboya, presenta un óleo sobre lienzo contemporáneo de Guglielmo Caccia, conocido como "il Moncalvo", que representa el martirio del santo. Bajo la mesa reposan los restos de Sant'Ignazio da Santhià (siglo XVII), nacido Lorenzo Maurizio Belvisotti, canonizado por el Papa Juan Pablo II en 2002. Este fraile capuchino vivió sus últimos años en Santa Maria del Monte, donde allí murió en septiembre de 1770, tras años de servicio a los pobres y también muy estimado por la familia real.
Luego andando y en descenso se llega muy fácilmente a la siguiente parada: Chiesa della Gran Madre di Dio, dejo el recorrido fácil y agradable del descenso.
Chiesa della Gran Madre di Dio
Horario: L-D 08:00 a 19:00h
Precio: Gratis
Es uno de los lugares de culto católico más importantes de Turín. Ubicado en la plaza del mismo nombre, se encuentra en la margen derecha del río Po, en el distrito de Borgo Po, con vistas inmediatas al Puente Vittorio Emanuele I y a la céntrica Piazza Vittorio Veneto.
El proyecto fue obra del arquitecto de la corte de Saboya, Ferdinando Bonsignore (1760-1843), quien dio a la iglesia formas y proporciones abiertamente inspiradas en las del Panteón de Roma, en estilo neoclásico-adrianiano. La primera piedra fue colocada por Vittorio Emanuele I el 23 de julio de 1818 y las obras finalizaron en 1831 como parte de la quinta ampliación de la ciudad de Turín pretendida por Carlo Felice.
Se eleva sobre la plaza circundante gracias a una base alta que consta de una amplia escalera al final de la cual se encuentra el gran pronaos hexástilo; en el interior del pronaos hay otras dos columnas, una a cada lado, flanqueadas por tres pilares adosados a los muros. Las diez columnas y los seis pilares llevan capiteles corintios y el pronaos en su conjunto confiere a la estructura un marcado aspecto neoclásico. Sobre el frontón alto se encuentra un tímpano esculpido con alto relieve de mármol de 1827 atribuido a Francesco Somaini di Maroggia (1795-1855), que representa a la Virgen con el Niño recibiendo homenaje de los decuriones de Turín, que encargaron el edificio religioso. Bajo el pronaos, a los lados del portal, hay dos nichos que contienen estatuas de santos: San Marcos evangelista a la derecha, con el Evangelio en la mano y un pie por encima del león, obra de Giuseppe Chialli (1828) y San Carlo Borromeo a la izquierda, obra de Giuseppe Bogliani (1829)
Al pie de la escalera, cada una sobre una gran base colocada al costado de la estructura, hay dos estatuas que representan la Fe y la Religión, creadas por el escultor de Carrara Carlo Chelli en 1828, a menudo interpretadas erróneamente como una representación de la Virgen. Fe, a la izquierda, está representada por una figura femenina con una cinta tejida en el pecho y un manto que la cubre por completo, dejando al descubierto, además del rostro y las manos, su pie izquierdo que calza el mismo tipo de sandalia que la segunda estatua, la Religión. Con la mano derecha sostiene un libro abierto, en la mano izquierda levantada hacia el cielo sostiene un cáliz. A su derecha hay un ángel pequeño, semidesnudo, de pie, con un palo en la mano derecha y la izquierda mirando a la mujer. La religión, a la derecha, está representada por una mujer con un vestido largo cerrado con una cinta y cubierta con un manto. Impasible, mira hacia el horizonte y parece no darse cuenta del joven que está arrodillado a su lado y le tiende dos mesas de piedra blanca. Con su mano derecha sostiene una cruz.
Vittorio Emanuele I de Saboya, en el centro, al pie de la escalera, está representado con una colosal estatua de mármol de casi 10m, obra de Giuseppe Gaggini, iniciada en 1849 y completada en 1869. Fue terminada por orden del rey Vittorio Emanuele II, como lo indica la inscripción en el reverso de la base, decorada con el escudo municipal: "VITTORIO EMANUELE II REY DE ITALIA ESTA ESTATUA DONÓ A LOS TURINES EN EL AÑO MDCCCLXIX".
En el anverso de la base, sin embargo, una segunda inscripción describe el tema: "VICTOR EMANUELE I REY DE CERDEÑA REGRESÓ A SU PUEBLO EL 20 DE MAYO MDCCCXIV CORONÓ SU SIGLO DE LEALTAD". La obra no fue colocada sobre el pedestal, con ceremonia oficial, hasta 1885.
La iglesia no tiene campanario, sino que el campanario con reloj fue erigido en el lado derecho de la plaza. El interior de la iglesia es de una sola nave y planta circular; el altar mayor situado al este en un ábside semicircular caracterizado por dos grandes columnas de pórfido rojo, frente a las otras dos similares que flanquean el portal de acceso, situadas al oeste. En la base de la cúpula existe una decoración formada por guirnaldas esculpidas que se alternan con cuatro bajorrelieves que narran episodios de la Vida de la Virgen, a saber: Natividad, Presentación en el Templo, Matrimonio, Coronación.
La parte más importante de la iglesia es la cúpula. Se caracteriza por cinco órdenes de cofres octogonales de tamaño decreciente decorados en estuco y se considera una obra maestra del neoclasicismo piamontés; la estructura es íntegramente de hormigón y remata con un óculo circular de más de tres metros de diámetro por donde se filtra la luz cenital. El óculo fue diseñado para que la luz proveniente de él ilumine la estatua de Juan Bautista en su fiesta el 24 de junio. En las salas inferiores situadas en el interior de la base de la iglesia, en una cripta diseñada por Giovanni Ricci, se encuentra el Santuario de los Caídos de la IGMl, inaugurado el 25 de octubre de 1932, en presencia de Benito Mussolini.
Después cruzamos el rio Po por el Ponte di Vittorio Emanuele I
Es el puente principal de la ciudad, ya que conecta una parte importante del centro histórico (Piazza Vittorio Veneto) con la pequeña plaza Gran Madre di Dio, en la margen derecha del Po (distrito de Borgo Po). Los turineses suelen llamarlo simplemente puente Gran Madre, puente Piazza Vittorio o puente Murazzi.Durante la ocupación francesa de Turín a principios del siglo XIX, por orden directa de Napoleón se decidió construir un puente sólido y macizo, en sustitución del anterior puente de piedra. De hecho, el puente anterior que databa de 1404 sufrió diversos daños a lo largo del tiempo, uno de ellos una importante inundación del río Po en 1706, que destruyó algunos de los arcos, que luego fueron sustituidos por precarias estructuras de madera
En la época romana y luego en la Edad Media ya existían puentes temporales que daban acceso al castrum romano de Augusta Taurinorum hacia Porta Fibellona (Piazza Castello) /Via Po - y se llamaban Porta di Po - construido íntegramente en madera, cuya primera documentación cierta proviene de un puente levadizo encargado por el obispo Landulfo en 1037.
La colocación de la primera piedra del puente tuvo lugar en noviembre de 1810, en presencia del príncipe Camillo Borghese, marido de Paolina Bonaparte y entonces gobernador napoleónico del Piamonte: en el pilar central del puente se encontraban tapiadas 88 monedas y medallas que conmemoraban las campañas napoleónicas, así como una cinta métrica de plata. Las obras fueron realizadas basándose en un diseño de Claude La Ramée Pertinchamp, con cinco arcos, de 150 m de largo y 12,9 m de ancho, por lo que se terminaron en 1813. Un año después, con el fin de la ocupación francesa y con el regreso de los Saboya, se propuso demolerlo por ser el símbolo de la ocupación, pero el rey Vittorio Emanuele I se opuso a la idea y el puente recibió su nombre. En el mismo año de su regreso (1814), también se decidió la construcción de la plazoleta y de la iglesia de la Gran Madre di Dio, en el lado opuesto al puente, en el barrio de Borgo Po.
Una vez cruzado el puente se llega a la Piazza Vittorio Veneto
Llamada por los turineses simplemente Piazza Vittorio y situada al final de la Via Po, cerca del río Po, cerrándose en torno al ponte Vittorio Emanuele I que la une con la plaza de la Chiesa della Gran Madre di Dio y el barrio de Borgo Po. Tiene una superficie de unos 39 960 m² (360 m de longitud y 111 m de anchura máxima). La plaza es lugar de encuentro y reunión juvenil. Son muy numerosos los locales que hay en ella, más frecuentados por la tarde en semana y sobre todo los fines de semana.
El espacio entre la Via Po y el río fue usado durante mucho tiempo la función de "plaza de armas", debido, entre otros motivos, al leve desnivel del suelo que contribuyó a aumentar el efecto escénico con ocasión de las reuniones militares. Entre el lado en el que comienza Via Po y el del río hay 7,19 m de desnivel. En el periodo napoleónico la demolición de las murallas de la ciudad abrió la posibilidad de nuevas expansiones y en 1810 se procedió a la reconstrucción en piedra del puente sobre el río Po, entonces llamado Vittorio Emanuele I. Después de 1817 se decidió la ampliación de la ciudad hacia el río y la construcción de una plaza en eje con la via Po y el Borgo Nuovo; la plaza, completada en 1825 según el proyecto del arquitecto Giuseppe Frizzi, se llamó originalmente en honor a Víctor Manuel I y se le dio el nombre actual tras la IGM, cuando, al tener que elegir una plaza para dedicarla a la victoriosa batalla de Vittorio Veneto, se optó por ésta y porque popularmente ya era conocida como Piazza Vittorio. El arquitecto Giuseppe Frizzi, que proyectó los edificios porticados en los dos lados de la plaza, los diseñó de modo que se escondiera este desnivel. La plaza se usó a menudo durante el fascismo para reuniones militares y eventos oficiales como la visita del Duce, y también para el desfile tras la liberación de la ciudad. En los años sesenta se instaló la iluminación de la plaza con las típicas "farolas imperio con brazo a cornucopia". El 1 de mayo de 1971 la plaza fue escenario de un trágico hecho criminal, el asesinato con arma de fuego de cuatro personas en el bar en la esquina con el Lungopo Armando Diaz. Desde 1945 la plaza es lugar de reunión y salida de desfiles de trabajadores por la festividad del Uno de Mayo.
Cruzamos la plaza y salimos de ella por la via Po y andando bajo los soportales hasta la via Montebello a la derecha para salir recto a la Mole Antonelliana (Museo del Cine) (www.museocinema.it/it)
Precio: Hay varios tipos de entrada, pero básicamente son estos tres:
- Museo: 12€; 10€ (jóvenes de 6 a 26 años); gratis con la Torino + Piamonte Card
- Museo + Ascensor: 17€; 14€ (jóvenes de 6 a 26 años); gratis con la Torino + Piamonte Card
- Ascensor Panorámico: 9€; 7€ (jóvenes de 6 a 26 años); gratis con la Torino + Piamonte Card
Horario tanto del Museo como del Ascensor: Miércoles a Lunes de 09:00h a 19:00h
El problema es que los tickets para el ascensor son escasos y mejor reservarlos con antelación. Pero al reservarlos te hacen escoger una franja horaria del día con disponibilidad. En definitiva, nosotros nos quedamos sin subir en ascensor (un motivos para regresar a Turín :D)
- Museo: 12€; 10€ (jóvenes de 6 a 26 años); gratis con la Torino + Piamonte Card
- Museo + Ascensor: 17€; 14€ (jóvenes de 6 a 26 años); gratis con la Torino + Piamonte Card
- Ascensor Panorámico: 9€; 7€ (jóvenes de 6 a 26 años); gratis con la Torino + Piamonte Card
Horario tanto del Museo como del Ascensor: Miércoles a Lunes de 09:00h a 19:00h
El problema es que los tickets para el ascensor son escasos y mejor reservarlos con antelación. Pero al reservarlos te hacen escoger una franja horaria del día con disponibilidad. En definitiva, nosotros nos quedamos sin subir en ascensor (un motivos para regresar a Turín :D)
Entre los más importantes del mundo por la riqueza de su patrimonio, el Museo Nacional del Cine debe su singularidad a la peculiaridad del diseño expositivo. Ubicado en la Mole Antonelliana, monumento simbólico de Turín, el Museo se desarrolla en espiral hacia arriba, en varios niveles, dando vida a una presentación espectacular: en un entorno de decorados, proyecciones y juegos de luces, te sumerges en la magia del cine, tal como sucede cuando ves una película. Podrás descubrir de primera mano los secretos que se esconden detrás de la cámara y las fases que preceden a la proyección de la película, en un itinerario fantástico e interactivo: desde el teatro de sombras y las primeras fascinantes linternas mágicas hasta los efectos especiales más espectaculares de la actualidad y realidad virtual.
La Mole Antonelliana es el símbolo arquitectónico de la ciudad de Turín. Inicialmente fue concebida como una Sinagoga, pero posteriormente fue adquirida por el Ayuntamiento para hacer un monumento a la Unidad Nacional. Actualmente, desde el año 2000, acoge el Museo Nazionale del Cinema (Museo Nacional del Cine).
Su nombre se debe al arquitecto por el que fue proyectada, Alessandro Antonelli. En el año 1863 inició el proyecto y también su construcción, que finalizó en 1889. En aquella época, con sus 167,5 metros de altitud, era el edificio más alto de Europa. También fue durante muchos años el edificio más alto de Turín hasta 2017.
El ascensor panorámico de la Mole fue inaugurado en 1961, con ocasión de las celebraciones del Centenario de la Unidad Italiana. Posteriormente, ha sido renovado en 1999. Actualmente permite subir a 85 m de altura y admirar unas extraordinarias vistas de la ciudad y de los Alpes que la rodean.
De aquí nos echaron a las 19:00h y es que, a pesar de que te indiquen que el tiempo medio de la visita son 90', a poco que te guste el cine se te van a pasar las horas sin darte cuenta. Lo recomiendo totalmente si te gusta el cine.
Pues después de salir del Museo salimos de nuevo a la via Po y a la derecha hasta dar con Alberto Marchetti Gelaterie, donde degustamos unos muy buenos helados y anduvimos algo más por esa via hasta cruzarla y tomar via Accademia Albertina y luego al llegar a corso Vittorio Emanuele II girar a la derecha hasta Porta Nuova y por via Nizza hasta nuestro apartamento. Ese recorrido es de unos 40' y si tenéis el alojamiento por San Salvario intentad no tomar via Nizza desde Porta Nuova. El tramo de esa vía que abarca todo el lateral de la estación de tren es lo peor que vimos en Turín: sucio, lleno de gente con problemas de alcohol u otras adicciones, prostitución callejera,.... Id por otra calle, como por ejemplo Madama Cristina o Principe Tommaso. Si que es cierto que, una vez pasada la estación, via Nizza mejora, pero si lo podéis evitar, mejor.
Como ya son más de las 20:30h vamos al supermercado Carrefour (abierto 24h) de la via Madama Cristina, cercano al apartamento para comprar algo de cena y nos lo subimos a nuestra magnífica residencia turinesa y descansar hasta el día siguiente.
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