Os presento hoy un segundo rincón poco conocido de Roma en el día de su 2762º cumpleaños: la Porta Maggiore
La Porta Maggiore es una de las puerta, o mejor, puertas, que formaban el acceso a la muralla romana. Es un lugar poco conocido de la capital, pero no por ello menos interesante, ya que en un radio de pocos metros se concentran, tanto restos históricos muy curiosos, como elementos del “ambiente social” de la actual capital italiana. También la puerta es, para los que proceden del aeropuerto de Fiumicino, una de las primeras zonas de contacto con el legado romano ya que se encuentra junto al acceso al campo de vías de la estación Termini.
La Porta Maggiore se llama así por ser uno de los accesos directos a la Basílica de Sta María la Maggiore. En realidad, en ella confluían dos vías romanas, la Paestrina y la Labicana y de ahí las dos puertas de acceso que tiene.
Conserva en gran parte el revestimiento de mármol que tenían las construcciones romanas, y encima de ambas portadas, y aprovechando la propia muralla se añadieron a la misma dos acueductos (el de Claudio y el de Anio), uno encima de otro. Este carácter práctico se puede observar si miramos la puerta desde un lateral. Este es un ejemplo más del carácter práctico, perdurable y monumental del arte romano.
Pero hay más. Al observar la parte exterior de la puerta, entre ambos accesos, a escasos metros hay una extraña construcción en forma de torre. En realidad se trata de un sepulcro, el de Eurisace y su esposa Atinia, del periodo republicano romano. Reproduce por su forma un horno de pan, ya que el difunto era panadero. Algunos relieves, bastante deteriorados, que decoran el monumento presentan la actividad de elaboración y venta del pan.
Junto a la puerta y el sepulcro, esta zona es muy especial para el tráfico. Aquí confluyen ocho viales de la actual Roma y la muralla esta horadada por algunos accesos modernos. El paso para los peatones, aunque existe, apenas son restos de señales en el suelo. Para mí es una de las zonas en las que el grado de riesgo de los peatones al atravesar la calzada es de los mayores de Roma. Aquí es donde se puede vivir en propia carne, y nunca mejor dicho, eso de la llamada “jungla del asfalto”, donde el peatón parece ser un estorbo para el tráfico rodado y donde impera la dictadura del espacio ocupado, el “es mío y no de cualquiera, por encima de normas y prioridades”. Podéis pasar un buen rato viendo todo esto desde la parada (fermata) del tranvía, o desde la acera de via Eleniana. Una persona que pretenda atravesar estas calzadas puede estar minutos y minutos hasta que al final opte por el riesgo de atravesar, una a una las calzadas. Un riesgo que se siente a veces en forma de grito o roce.
En este enlace del portal flick podéis ver una panorámica de la puerta Maggiore y el Sepulcro de Eurisace
Antoni, fantástico homenaje para hoy, Natale di Roma.
Tanto los apuntes de la Porta Maggiore como de la Porta Màgica son estupendos.
Sobre todo la Porta Màgica es un lugar que me encanta y al que suelo llevar a la gente porque alucinan. ¡Puro esoterismo!
_________________ Deseo ser mi gato en lugar de mi gato.
Para mañana tengo preparado una pequeña sorpresa: un lugar que encontré buscando otro. Descubrí algo que me hizo sentir una especie de mezcla de Indiana Jones y arqueólogo. Esa sorpresa la quiero compartir con todas las personas que admiramos a esta ciudad, o mejor dicho a estas ciudades, porque ¿cuánts Romas hay?
_________________ “El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos” (M.Cervantes)
Os presento hoy un segundo rincón poco conocido de Roma en el día de su 2762º cumpleaños: la Porta Maggiore
La Porta Maggiore es una de las puerta, o mejor, puertas, que formaban el acceso a la muralla romana. Es un lugar poco conocido de la capital, pero no por ello menos interesante, ya que en un radio de pocos metros se concentran, tanto restos históricos muy curiosos, como elementos del “ambiente social” de la actual capital italiana. También la puerta es, para los que proceden del aeropuerto de Fiumicino, una de las primeras zonas de contacto con el legado romano ya que se encuentra junto al acceso al campo de vías de la estación Termini.
La Porta Maggiore se llama así por ser uno de los accesos directos a la Basílica de Sta María la Maggiore. En realidad, en ella confluían dos vías romanas, la Paestrina y la Labicana y de ahí las dos puertas de acceso que tiene.
Conserva en gran parte el revestimiento de mármol que tenían las construcciones romanas, y encima de ambas portadas, y aprovechando la propia muralla se añadieron a la misma dos acueductos (el de Claudio y el de Anio), uno encima de otro. Este carácter práctico se puede observar si miramos la puerta desde un lateral. Este es un ejemplo más del carácter práctico, perdurable y monumental del arte romano.
Pero hay más. Al observar la parte exterior de la puerta, entre ambos accesos, a escasos metros hay una extraña construcción en forma de torre. En realidad se trata de un sepulcro, el de Eurisace y su esposa Atinia, del periodo republicano romano. Reproduce por su forma un horno de pan, ya que el difunto era panadero. Algunos relieves, bastante deteriorados, que decoran el monumento presentan la actividad de elaboración y venta del pan.
Junto a la puerta y el sepulcro, esta zona es muy especial para el tráfico. Aquí confluyen ocho viales de la actual Roma y la muralla esta horadada por algunos accesos modernos. El paso para los peatones, aunque existe, apenas son restos de señales en el suelo. Para mí es una de las zonas en las que el grado de riesgo de los peatones al atravesar la calzada es de los mayores de Roma. Aquí es donde se puede vivir en propia carne, y nunca mejor dicho, eso de la llamada “jungla del asfalto”, donde el peatón parece ser un estorbo para el tráfico rodado y donde impera la dictadura del espacio ocupado, el “es mío y no de cualquiera, por encima de normas y prioridades”. Podéis pasar un buen rato viendo todo esto desde la parada (fermata) del tranvía, o desde la acera de via Eleniana. Una persona que pretenda atravesar estas calzadas puede estar minutos y minutos hasta que al final opte por el riesgo de atravesar, una a una las calzadas. Un riesgo que se siente a veces en forma de grito o roce.
En este enlace del portal flick podéis ver una panorámica de la puerta Maggiore y el Sepulcro de Eurisace
Os presento aquí otro lugar muy, muy desconocido. Andaba, hace unos días en busca de un arco, el de Gallieno y por un despiste de orientación en la via Merulana terminé donde no debía. En una de las calles, me llamó la atención una de las muchas iglesias barrocas de Roma, entré, miré, observé y seguí a algunas personas hacia su cripta. Allí me esperaba una sorpresa.
Se trata de un lugar muy especial como veréis. Se trata de la iglesia de San Martino ai Monte. Para llegar a la misma se puede ir desde la Piazza Vittorio Enmanuele II hacia la estación de metro Cavour por la via Giovanni Lanzas. Según se desciende, a la izquierda, antes de llegar a las dos torres medievales, encontramos el ábside de esta iglesia. El acceso, por el desnivel del terreno, se hace por la via delle Sette Sale.
La iglesia no destaca, desde mi punto de vista, por su fachada barroca, ni por el interior que mantiene la división de las basílicas paleocristianas (columnas clásicas para separar las naves, cubiertas planas). Tampoco por el altar elevado que tiene debajo una cripta. Sino que destaca por lo que aparece a partir de la cripta. Se trata de una cripta barroca que en uno de sus lados, el izquierdo según se baja, tiene una puerta que permite acceder a una zona bien distinta y desconocida.
Antes que nada debo decir que no está ese recinto preparado para su visita por lo que la cantidad de polvo, la inclinación de las rampas, la escasa iluminación, entre otras cosas, desaconsejan que muchas personas continúen. Si se decide avanzar es conveniente moverse con cuidado e ir provisto de una linterna. ¿Qué encontramos aquí?. Pues sencillamente la historia romana aparece de nuevo.
Bajo los edificios actuales, en Roma, aparece la historia o historias anteriores. Tras acceder desde la cripta de San Martino ai Monti se avanza por una rampa escalonada muy inclinada hasta un recinto que corresponde a un antiguo titulus o enterramiento de una persona importante. Una capilla con restos de pinturas al fresco y un altar, restos de estatuas, columnas romanas junto a las paredes, dan paso a un gran recinto cuadrado con pilares de above. Las paredes mantienen en parte el revoco de yeso, aunque en gran parte es el ladrillo y algunos mármoles lo que predomina. Desde la sala del fondo, por una oscura escalera se puede acceder a varios recintos inferiores que corresponderían a una casa romana del s. III. La oscuridad aquí es casi total y tan solo entra una tenue luz por una abertura superior.
La sensación de ser el primero que accede a este sitio, acompañado de los cascotes desperdigados por el suelo, pero sobre todo por la oscuridad y el polvo crean una sensación muy especial, como la del arqueólogo que accede a un lugar por primera vez sin saber lo que puede encontrar unos metros más adelante.
Tal como esta hoy día no creo que permanezca abierto en la actuales condiciones, pero la misma sensación que tuve en la iglesia de San Clemente de Roma me vino, con la ventaja de que en aquel caso si estaban preparados los recintos para su visita pública. Aquí, lo vuelvo a repetir hay que andar con mucho cuidado.
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Caramba Antoni, nunca he entrado en San Martino pero me has puesto los dientes largos. Este año no tenía previsto ir por Roma pero ahora mismo me pongo a buscar una escapadita de dos o tres días antes de que me cierren el lugar. ¡¡Gracias!!
¡Y luego te dicen que qué rollo ir tantas y tantas veces a Roma! A ti también te lo dirán ¿eh?
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Y no sólo eso me dicen. Lo más socorrido es eso de "ya la tendrás bien vista?" Pero en realidd cada vez hay mas y mas para ver. En este último viaje aparte de estos tres lugares, el recorrido del "muro" muralla ha sido uno de los objetivos. De ahí Porta Maggiore que no lo pude completar con la visita a los restos cercanos del anfiteatro CAstrese (por dentro) ocupado por un vergel en forma de huerta y jardines al que quizás aludiré en otro momento.
La historia de Roma se reescribe día a día y lo que hoy son grafitis, suciedad, con toda seguridad, dentro de unos lustros, serán admirados como restos históricos (que lo serán) de la sociedad romana actual. Si no piensa en el caso de la Porta Magica que no estaba aquí y que en un momento dado, no hace muchos años, a alguien se le ocurrió juntar restos procedentes de dos lugares (como mínimo). Hoy la mayor parte de las personas que la visitan creen que es una unidad y que las estatuas, la puerta en sí, y el hipotético espacio que habría detrás estaban ahí.
Todo esto daría para hablar largo y tendido.
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Excelentes reportajes Antoni La Porta Maggiore para mí es un monumento imprescindible de visitar, con acueducto incluido en las cercanías. Lo visitaré seguro cuando vaya, pero claro, iré bastantes días porque hay tanto que visitar...
Y para los que conoceis bien Roma, se podría hacer una lista de patios típicos del centro histórico, escondidos, como el que comentó Uxmal. La verdad es que he quedado fascinado por ese patio.
Andy_Jones, sobre los patios, yo visité hace años bastantes pero no sé cómo va el tema ya que iba con amigos romanos y eran sus propias casas o vivían familiares, o conocían a vecinos, etc.
Sí es cierto que también en más de uno, pegando un poco la hebra con algún vecino, he pasado por mi cuenta.
En muchas casas hay una puerta de forja a la entrada del propio patio y hasta ahí uno puede acercarse y mirar.
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De ahí Porta Maggiore que no lo pude completar con la visita a los restos cercanos del anfiteatro CAstrese (por dentro) ocupado por un vergel en forma de huerta y jardines al que quizás aludiré en otro momento.
Hola a todos,
Hacía siglos que no me leía este post y lo estoy disfrutando, gracias a todos por la información que dejais .
Por cierto, Antoni54, creo que ese vergel que mencionas corresponde al huerto de un convento. Lo cuidan unos monjes (no recuerdo la orden) y el producto de su trabajo lo ponen a la venta porque tienen una tienda propia.
No recuerdo donde lo ví pero era un huerto de "planta circular/ovalada" ya que ocupa la superficie de un antiguo anfiteatro. Era bastante curioso...
La forma circular del huerto se puede apreciar desde el exterior, desde el acceso junto a la entrada a la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalem (inconfundible la puerta por tener entre las rejas trozos de cristales de colores). También desde el exterior de la muralla ya que se han conservado algunos arcos (tapiados) de los corredores del anfiteatro.
La tienda está al lado, entre el acceso al huerto y el acceso a la iglsia venden productos de la huerta y un sabroso y rico chocolate en variedades de fondant, con leche. Tienen también unos caramelos balsámicos que parece que los fabrican ellos. La tienda abre por las tardes, los martes, miercoles y viernes de 16 a 18 horas.
Si alguien visita estos días la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalen se encontrará con una grata sorpresa si le gusta en arte religioso y m´s concretamente el icono. Hay una extensa exposición de iconos rusos y ucranianos en las naves laterales,, en el acceso a la tienda de recuerdos y en el acceso a las capilla con las reliquias de la Cruz
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Estuve allí. Sentado en la pequeña plazoleta con esos bancos que reproducen mosaicos con pájaros. Estuve esperando, como lo estuvieron otras dos personas, esperando que vieniese alguien para abrir la cancela. Nadie vino.
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Mientras, en la media hora de espera nos dio tiempo para traducir el cartel que anuncia estos restos y que tienen una reconstrucción del interior, ver los restos del graderio en el exterior (foto de arriba).
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La parte positiva es que, después, marchando, hacia el este "descubrimos" (sic) la iglesia de S.Martino ai Monti y esa experiencia la que señalado unos mensajes mas arriba
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De momento no pudo aportar nada, solo reconocer el bien y la felicidad que estais aportando a los amantes de Roma para que volvamos una y otra vez sin parar a la ciudad mas majestuosa del mundo. Mil gracias
Mucha gente visita la iglesia de Santa Maria Cosmedin sobre todo por su mascaron de piedra, la bocca de la verita que segun la tradición muerde la mano al mentiroso, incluyendo al que ha engañado a su pareja, pero lo que muchos que visitan esta iglesia no saben es que aquí se encuentran las reliquias de san Valentin, en una urna dorada se puede ver su calavera y algunon fragmentos de huesos, Roma esta llena de reliquias, esta me parece bastante curosa.
Antes de viajar a Roma pregunte en el foro la situación de las ruinas del estadio de Domiciano, con la respuesta anotada y señalizada en el mapa, cuando viaje a Roma, al visitar la plaza Navona, salí por una calle cercana a la fuente de Neptuno, llegué a Piazza di Tor Sanguigno y facilmente se visualiza debajo de un edificio con pinta de nuevo, un espacio (no se puede bajar, lo ves desde la calle, hay una barandilla de hierro) en el que se encuentran restos de las arcadas inferiores del estadio de Domiciano, los edificios de Piazza Navona se asientan sobre las antiguas gradas del estadio que tenia capacidad para 30.000 espectadores. Si vas a plaza Navona solo tardas 10 minutos en hacer esta visita y creo que hace que esta sea redonda.
Hoy 21 de Abril, suele ser tomada como referencia para celebrar el aniversario de la fundación de Roma. ESte 2010 cumple, según la tradición 2763 años. (EDITO: gracias Proser, este es el aniversario correcto)
Para celebrarlo de una forma original, rescato del "olvido" este hilo sobre rincones menos conocidos de Roma e invito a las personas viajeras a que me acompañen a conocer dos monumentos, cercanos en el espacio, pero poco conocidos. Ambos esconden alguna curiosidad.
Comencemos el camino.
Para acercarnos a ambos lugares debemos situarnos en las cercanías de Santa Maria Cosmedin (Boca de la Verdad). Aquí tenemos una amplia plaza delimitada por los restos de dos templos romanos, un espacio abierto que corresponde con el antiguo Foro Boario (Foro de los Bueyes) y una calle que lleva a la iglesia de S. Giorgio Velabro. Antes de llegar a dicho edificio, en medio de la misma se encuentra un extraño arco, es el llamado “Arco di Giano”. Su nombre no está relacionado ni con dios ni emperador o personaje alguno, sino que es una evolución de una palabra latina “ianus” referida a pasaje cubierto o puerta de acceso.
[Foto-Eliminada-Tinypic]
Ya su forma nos llama la atención, formado por un cubo de piedra horadado por los arcos; mide 12 por l6 metros, y a diferencia de otros que hay en la misma Roma, este monumento tiene en cada una de sus fachadas un arco (hay otro parecido en las ruinas de la ciudad romana de Caparra, cerca de Plasencia, en Cáceres-España).
El Arco di Giano, en su exterior, esta recorrido por dos filas de hornacinas con decoración en forma de conchas, y le quedan algunos restos de los relieves. Algunos de los textos que tenía aparecen hoy en el pórtico de la iglesia de S. Giorgio Velabro, situada a su lado.
Junto a esto, hay una curiosidad muy especial unida a este arco: la razón o causa de su construcción. Normalmente los arcos de triunfo eran erigidos para conmemorar una hazaña o victoria romana. En el caso del arco de Giano se trata de la batalla del Puente Milvio (el de los candados). Esa batalla supuso para el emperador Constantino un espaldarazo para su poder personal, pero para el Cristianismo, el triunfo sobre la religión romana y pasar a ser designada como única religión oficial en el Imperio.
En mi siguiente mensaje, y tan sólo avanzando unos metros hacia la cercana iglesia de S. Giorgio, encontraremos nuestra segunda parada.
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Última edición por Antoni54 el Mie, 21-04-2010 20:15, editado 2 veces
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