Discrepo totalmente de las opiniones vertidas en este blog.
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En contra:
Las colas son, simplemente, demasiado largas. Tienes que esperar prácticamente para todo, para salir y entrar del barco, para conseguir tu comida, para escalar...absolutamente todo tiene una cola, y tendrás que esperar en ella.En contadas ocasiones te parecerá que la espera no merece la pena y en realidad sólo tu puedes valorarlo...Si te encuentras esperando quince minutos en la cola, mira a ver si realmente te apetecen tanto esas patatas gratinadas...
En más de 15 cruceros que he realizado, en muy pocas ocasiones he tenido que hacer largas colas para hacer algo. Cierto es, que hay momentos puntuales en que todos queremos hacer lo mismo a la misma hora (por ejemplo desembarcar al llegar a puerto) y en estos momentos si que se forman colas. Para cenar tienes tu mesa y hora asignada, o sea que no hay cola. Para comer dispones de restaurante, bufet, etc, por lo que si quieres puedes evitarlas.
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En contra:
Para la mayor parte de la gente del crucero, sus camarotes son directamente del tamaño de sus armarios en casa. Hay veces que literalmente puedes tocar las dos paredes de tu camarote sólo con estirar los brazos. Lógicamente el espacio para desempacar el equipaje es inexistente, así como las posibilidades de estar confortable en el camarote...hasta el cuarto de baño es más grande que el resto del espacio! Yo creo que el término "cabin fever" se lo inventó algun americano encerrado en su camarote.
Cierto es que los camarotes son pequeños, pero cuando uno compra un crucero puede mirar en los catálogos o por internet, la superficie de los mismos. Yo he llegado a viajar en un camarote interior de más de 20 metros cuadrados.
Aún pese a ser pequeños, son totalmente suficientes para dos personas , si en el mismo metemos a cuatro pasajeros la cosa cambia.
Ah, y los lavabos acostumbran a ser más pequeños que el camarote.
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En contra:
Puedes llegar a sentirte un poco atrapado en el barco, ya que, quieras o no, vas a pasar buena parte de tus vacaciones rodeado de agua por todas partes.La diversión -si las películas y los shows no son lo tuyo- es un poco limitada.El mar está presente en todo momento y si tienes sensación de mareo, no hay forma humana de hacer detener el vayven del barco.
La diversión depende mucho del barco en el que navegues. No solo hay películas y shows. Según la compañía y el barco hay: clases de baile, puedes patinar sobre hielo, puedes ir al gimnasio, al Spa, puedes jugar a la cónsola, puedes leer, puedes pasear, puedes tomar el sol, hay bingos, trivial, juegos varios, puedes escuhar música, etc....
Si eres propenso a marearte, quizás en un barco no notes el más ligero movimiento.