Buenos días a tod@s. Soy nuevo en esto de Los Viajeros, pero la verdad es que en muchos de los viajes que he hecho siempre me ha ayudado mucho la información que he encontrado por aquí, así que me gustaría colaborar con la causa ofreciendo algunos datos interesantes de mi viaje, de los que me ha costado lo suyo conseguir información antes del viaje.
Mi viaje comenzó, con 4 amigos más, el día 22 de Julio en Bolonia (Italia). Era la opción más económica de volar desde Oporto (somos todos gallegos y es un aeropuerto que nos quedaba cerca de Venecia, que era nuestro punto de comienzo). Por delante nos quedaría visitar la propia Bolonia, Venecia, Ljubljana, Zagreb, Split, Dubrovnick, Kotor, Podgorica, Belgrado, Atenas, Mykonos y Santorini. Todo ello en 20 días. Puede parecer que es mucho para poco tiempo, pero bien gestionado da tiempo suficiente para poder visitar perfectamente cada sitio.
Al caso. A Bolonia llegamos el día 22 de tarde (20.00h)...la verdad es que Bolonia es una ciudad que se ve en poquito tiempo. La plaza mayor y las dos torres son lo más representativo, pero la verdad es que toda la parte del centro es bastante bonita. Muy del estilo de todas las ciudades italianas, en 3 horas te lo ves todo perfectamente. Para nosotros no era un objetivo en el viaje, así que pasamos bastante por encima. Eso sí, fue el sitio donde mejor comimos de todo el viaje...qué barbaridad!! Era una pizzería, bastante pequeña, situada al lado de las dos torres, en vía San Vitale. Se llama Spacca Napoli y es sencillamente espectacular. Pizzas a 7 euros que eran ENORMES y BUENISIMAS (soy un enamorado de la comida italiana, y es de lo mejor que he probado).
Al día siguiente, a las 08.00 cogimos un tren a Venecia. No llegaba a los 10 euros, y los había a un montón de horas (mas info en
www.trenitalia.it). Al llegar a Venecia, nos dispusimos a encontrar nuestro hostal (el único que llevabamos contratado para todo el viaje jeje). La verdad es que cuando miramos para reservar en Venecia nos acojonamos un poco, ya que todo lo que había en la isla principal era excepcionalmente caro...cuando nos veíamos destinados a ir a un camping en Mestre...zas! apareció Ostello Santa Fosca. Las críticas que tenía eran unas muy buenas, y otras muy malas. No había término medio. Para que os hagáis una idea, lo más barato que habíamos encontrado por allí era de 32 euros por noche, y este hostal era de 20. Era una diferencia sustancial. Yendo de camino al hostal nos preguntábamos el tipo de ratas que nos íbamos a encontrar, o si realmente existía el dichoso hostal...cuando llegamos la sorpresa fue mayúscula. Era un hostal muy grande, con un patio enorme con mesas, cocina común con todas las facilidades y las habitaciones, de 4 personas, muy pero que muy correctas. ¿Donde estaba pues el truco? El sitio debía ser una residencia católica de estudiantes, porque tenía un convento al lado, y los que la llevaban eran gente joven que hacía vida allí. Y la otra cosa era que a las 00.30 se cerraba (cosa que no nos importó, ya que no teníamos pensado salir de noche en Venecia)...por el resto, de 10. Muy limpia y con un ambiente bastante bueno. Podias quedarte en el patio enorme por la noche todo lo que quisieses, con tus cervezas jugando pochas una tras otra, y nadie te llamaba la atención. Si fuese otra vez a Venecia, repetiría.
El enlace a Ljubjana fue el primer contratiempo. Al no haber cogido el billete interraíl (se me olvidó mencionarlo, si hacéis esta ruta
no sacaros el pase interraíl, economicamente sale bastante más caro), tuvimos que quedarnos un día más en Venecia por ir el tren completo. Solo hay uno al día, a eso de las 9 y pico de la noche y que llega sobre las 2 de la mañana.
Haced la reserva nada más bajaros en Venecia.
Al llegar a Ljubjana, nos pusimos a dormir en la estación. Nos pusimos a dormir (mas bien maldormir) justo en los túneles que unen las vías por debajo. Mala elección. Si quereis dormir, iros al edificio de la estación, o en su defecto a un bar que hay en el paso entre las vías que habre
24h...una buena opción para tomarte una birra fresca y dormir en los sofás, pese a que hasta las 3 am suena la música techno a todo meter. Se está calentito y te puedes tomar algo de puta madre sin tener que estar pasando frío como nosotros.
Si por casualidad llegas a una hora razonable, te recomiendo el
DYC Hostel...esta bien situado, es barato, y por lo que tengo entendido tiene un ambiente joven de puta madre.
Como ciudad, Ljubljana me gustó bastante. Es pequeña, se ve en una mañana perfectamente, y de precios está cojonuda. Más barato que en España, sin duda. Atractivos turísticos principalmente es toda la zona en torno al río, con sus mercados y los tres puentes, y después el castillo (si eres estudiante tienes una visita guiada de hora y media por 4 euros llevando el carnet de estudiante internacional). Nos quedó pena de no hacer noche allí, ya que nos habían dicho que tenía una fiesta bastante buena, pero el tiempo que estuvimos visitando (de 7 de la mañana a 2 de la tarde) nos llegó de sobra para ver absolutamente todo. Además ese día una persona del grupo de 5 que íbamos estaba especialmente motivada para ver cosas, así que nos tuvimos que ver absolutamente todas las cosas reseñables que salían en el mapa.
A las 2 nos salía el tren para Zagreb. Esa mañana lo habíamos comprado, así como también el tren nocturno que salía de Zagreb a las 23.00 para Split.
Ojo, muy importante, para coger el tren de Zagreb a Split, pedimos un compartimento con litera. La tía nos vendió un billete por 22 euros.
Ese billete no es el billete de por sí, es una reserva Lo que deberíais hacer sería comprar la reserva, y antes de salir en Zagreb pasar por ventanilla a retirar el billete. Es importante, porque nosotros no lo sabíamos y nos hicieron pagar en el tren. Cierto es que la multa no es muy alta, pero el billete paso de valernos 38 euros a 44 euros.
Retomando Ljubljana-Zagreb el billete vale 12 euros. Hay varios trenes al día, más o menos espaciados 2-3 horas cada uno, así que se tienen múltiples posibilidades.
Llegados a Zagreb, nos pusimos a caminar. 5 horas por delante para ver la capital de Croacia. Después de verla entendí por qué está catalogada como una de las ciudades más feas de Europa. Dimos una vuelta por ahí, vimos la catedral y un par de plazas, hasta que decidimos sentarnos a beber cerveza en una taberna que resultó estar ambientada toda en el señor de los anillos. A mí me importa un carajo sinceramente, pero la verdad es que tenían una cerveza propia bastante barata, grande y rica. Está cerca de la catedral, y se llama Tolkien´s House. Os sale en Google Maps si lo buscáis.
Tras esta visita fugaz, cogimos el tren cama para Split. No sé si era de lo cansados que estábamos o realmente era que el tren era bueno, pero dormimos como bebés todo el camino. Nos vino bien, ya que en Split empezaba el ocio nocturno en nuestro viaje, así que las 7 horas que dormimos nos vinieron de puta madre.
A Split llegamos a las 7 am. Mi recomendación es que
no cojais alojamiento antes del viaje. Hay un montón de gente ofreciéndote habitaciones donde dormir nada más bajarte del tren. Nosotros pagamos 14 euros cada uno por noche, y el sitio estaba bien. Aparte resultó la mejor zona, a caballo entre la zona de salir (que está en torno a la playa de Bacvice) y el centro histórico. La ciudad es relativamente pequeña, y es cojonuda para combinar playa, fiesta, y perderte un poco por sus calles. La verdad es que fue un gran descubrimiento.
En lo que a fiesta se refiere...hay a saco, todos los días, y barato. Hay como dos zonas. Una más guiri, con rubias borrachas, más pegado a Bacvice, y otra más croata siguiendo el paseo, dos playas más allá. Catamos las dos zonas, y no sé si era por el efecto del ron croata (malísimo, pero malo de verdad) o qué, pero a mí me gustó mas la zona croata, donde no conocía ni la primera canción.
Después, fuera de lo que es fiesta, que cada uno tiene que descubrirlo por su cuenta, os recomiendo un sitio en lo alto de la colina que está al lado de la zona vieja. Hay una cafetería con una especie de hamacas con unas vistas increíbles, que después de subir hasta allí a casi 40 grados se agradece, todo ello acompañado por una cerveza de medio litro por unas 20 kunas (casi 3 euros).
Tras pasar dos días en Split, nos dispusimos a empezar nuestro recorrido por la costa croata en furgoneta. Realmente no era una furgo, era un Kia Carnival de estos de 7 plazas. Lo alquilamos en un pequeño rent a car que había al lado de la zona vieja. 2 días, cogiéndolo en Split y dejándolo en Dubrovnick = 290 euros. Dicho así a botepronto parece caro, pero sin duda merece la pena. El poder ir parando en las miles de calas de la costa dálmata y no depender de autobuses es una maravilla. Y que coño, entre 5 no es tan caro. Nos salió con gasolina en unos 70 euros por barba, obviamente durmiendo en ella (comodísima).
El primer día fuimos a unos lagos a 60 km al norte de Split, los lagos de Krka. Menudo acierto, y eso que no tuvimos buen tiempo ese día. Creo que la experiencia de bañarse en las cascadas de ese parque natural (en el que cobraban 10 euros por entrar) es una de las mejores experiencias de mi vida…de estas veces que estas en algún sitio idílico y piensas “joder, esto es vida”. Increíble.
Tras visitar en 3 horitas el parque, tiramos hacia el sur bordeando la costa. Tampoco voy a descubrir nada que no se pueda leer en cualquier blog sobre Croacia, simplemente decir que la costa, sobre todo los 80 km antes de llegar a Dubrovnick es increíblemente bonito. Eso sí, si vais a Croacia buscando playas de la leche, quedaros en casa. Todas son de piedras, de estas que se te clavan a muerte en los pies. Así que si vais de vacaciones solo a Croacia, haced una pequeña inversión en Decathlon para compraros una colchoneta y unos escarpines. Me lo agradeceréis, estoy seguro.
De sitios que visitar en ese tramo os recomendaría dos. El primero Makarska. Cuando nosotros estuvimos debían estar en fiestas o algo, porque el ambiente era increíble. Muchisima gente por la calle, unos puestos donde ponían unos calamares que estaban bastante buenos y no eran muy caros…todo muy correcto. Lo único que nos fastidió un poco fue el no poder salir ya que íbamos a dormir en el coche y no era plan de salir y después ir como las grecas a buscar un sitio tranquilo fuera del pueblo donde dormir. Veníamos de salir en Split e íbamos a hacer lo propio en Dubrovnick, así que mejor dejar Makarska para otra ocasión u otra vida.
El segundo sitio esta mas cargado de historia. Hay que desviarse un poco, pero merece bastante la pena. Se llama Mostar, y está como a 40 km de la frontera con Croacia. Es un muy buen sitio para hacerse una idea de lo que pudo suponer la guerra en esos países. Nosotros, por lo que vivimos, nos pareció que aún latía bastante el tema de la guerra, que pensándolo fríamente es lógico, ya que aunque parezca mentira solo hace 20 años que en toda esa zona se estaban dando de piñazos. Lo dicho, si podéis y os gusta todo el tema relacionado con la guerra, acercaros hasta Mostar. Además si te sales de la zona del puente (es el símbolo de la ciudad y la zona más turística), puedes comer muy bien por muy poco dinero. Nosotros fuimos 4, ya que la chica que venía con nosotros se quedó en la playa en Croacia, pedimos 5 platos que no conocíamos para compartir, y pagamos creo que algo así como 5 ó 6 euros cada uno. Lo típico de allí son como unas hamburguesas con cebolla cruda, no recuerdo el nombre ahora mismo. Me viene a la mente Cevapi, pero no estoy seguro de que el cevapi sea eso. En cualquier caso, lo veréis anunciado en todos los sitios de comida.
Tras esta ruta, llegamos por fin a Dubrovnick. Después de todo lo que leí sobre esta ciudad (“la perla del Adriático”), si os soy sincero me decepcionó un poco. La zona antigua es impresionante, no os lo voy a negar, pero a mí los sitios tan sumamente llenos de turistas me agobian un poco. Además los precios subieron de repente, aprovechándose ahí del turismo al máximo. Para dormir se lleva lo mismo que en Split, gente ofreciéndote sus casas. Quizás fue el sitio en el que más nos costó encontrar alojamiento ya que llegamos casi al anochecer, pero después de dos llamadas chapurreando inglés e italiano, conseguimos un apartamento, bastante cutre, por algo así como 25 euros, el más caro que pagamos en todo el viaje. Fueron dos noches nada más, así que bueno, era un gasto asumible. Lo que pasa es que estaba lejos del centro (había que coger un autobús)…sin embargo estaba a 5 minutos de la que decían era la mejor playa de Dubrovnick, la llamaban Copacabana…solo os diré que la playa de Riazor en Coruña le mea por todos los lados, pero bueno, para darse un baño y estar dos horas tirados al sol cocinando la resaca del día anterior está bien.
Para salir, nosotros hicimos botellón (no hay que perder las buenas costumbres españolas) en uno de los laterales de la fortaleza. Sin embargo, os recomiendo otro sitio. Si entráis en la fortaleza y os vais al puerto, veréis un camino que parece que bordea la fortaleza. Seguidlo y encontraréis un bar en un muelle (es muy halagador llamarlo bar, es un tio con dos neveras y un altavoz enorme) en el que puedes ponerte con tu bebida allí y se está de puta madre la verdad. Después para pubs, aún con toda la fama que tiene, la oferta es limitada. Nosotros estuvimos en uno que estaba petadísimo, y hacía un calor del infierno. Estaba justo en la entrada de la fortaleza, por fuera de ella. Después la gente se iba a la discoteca, pero era demasiado cara para nuestras maltratadas carteras, por lo que nos fuimos cuando cerró el pub, a eso de las 4 y media. La verdad es que para mí Dubrovnick fue una decepción.
Sin embargo, igual que en la vida te encuentras cosas decepcionantes, también te encuentras con gratas sorpresas. La sorpresa fue la siguiente parada en nuestro viaje, Kotot (Montenegro)…es una ciudad pequeñita entre fiordos, y la verdad es que es sensacional. Gran ambiente y muy bonito. Era un lunes y salimos hasta las 5 de la mañana…y había mucha gente, no éramos los típicos españoles sedientos de fiesta que se meten en un garito a beber hasta reventar (eso lo dejamos para Mykonos). El caso es que esta a dos horitas y pico de Dubrovnick en bus, a un módico precio de 13 euros por billete. Nada mas bajarnos ya había gente ofreciendo sus casas por precios entre los 8 y los 12 euros…tirado! La chica con la que nos fuimos nos dijo q siempre estaba allí intentando reclutar gente. Debia tener 30 años o así y era delgada y muy muy rubia, por si a alguien le interesa. La verdad es que nos trató muy bien.
En la ciudad, la vida esta en la fortaleza. Muchas tiendas, muchos bares y muchos restaurantes. Sin embargo, lo mejor fueron los take away de pizzas! Qué barbaridad de porciones por solo 2 euros (Montenegro, a diferencia de Croacia y Serbia, tiene euros). Después de estar en varios pubs con música en directo y a saco de gente, nos fuimos a la discoteca más famosa de todo Montenegro por la que pagamos a la entrada 3 euros. Ojo, si va algún Dj es mucha mas pasta, pero un lunes no tenían nada. No recuerdo su nombre, pero nada mas llegar veréis la ciudad empapelada de carteles de esa discoteca.
A la mañana siguiente, con nuestra resaca, decidimos subir a lo alto de la fortaleza. No sé cuantas escaleras subimos, pero muchas, muchísimas…está altísimo, así que si vais procurad que sea fuera de la franja de sol duro. Y con una botella de agua bien grande. Para subir se pagan 3 euros, pero las vistas desde arriba son la leche, merece la pena. Eso sí, cuando os dan a la entrada la ruta, hay dos. Una es de bajo riesgo y otra de alto riesgo. No os hagáis los valientes como nosotros, el camino de alto riesgo esta lleno de zarzas y tojos que te van a dejar las piernas y los brazos como el rosario de la aurora. Vete como todo el mundo por el camino normal. Por lo menos hay escaleras y no tienes que escalar.
Esa tarde cogimos un bus a Podgorica, la capital, porque desde allí teníamos que coger un tren a la noche para Belgrado. Si no es como nosotros, por pura necesidad, os recomiendo que os la saltéis. Es quizás la ciudad mas fea que he visto en mi vida…no tiene nada de nada. Eso si, todo muy barato. Nos pillamos un minipedo por casi nada de dinero.
Con respecto al tren, compramos el billete nada mas bajar del bus. Es un tren grande, pero va hasta arriba. Vale creo que eran 22 euros hasta Belgrado, y es un tren nocturno. Nosotros no cogimos cama, íbamos en un compartimento. Lo que iba a ser un viaje normal de dormir se convirtió en una pesadilla. Resulta que al día siguiente había un partido de Champions League en Belgrado entre el Partizán y el Genk, y nuestro vagón estaba lleno de ultras con muy pocas ganas de dormir. Hasta que los echaron a las 3 de la mañana (no habían comprado billete) no conseguimos pegar ojo. Pero bueno, a partir de esa hora bien.
Al llegar a Belgrado hicimos lo mismo que siempre…ir a por el próximo billete, que nos llevaría al día siguiente por la noche a Atenas con una miniescala en Thessalonika. Bueno, pues resulta que el tren había desaparecido en Febrero, por lo que no teníamos forma de llegar a Atenas a no ser en bus. Fue una putada, porque nos tuvimos que ir ese día por la noche haciendo una visita express a Belgrado, y no pudimos pasar la noche ni salir por allí cuando nos habían hablado maravilllas. La verdad es que con lo cansados que estábamos vimos relativamente poco, pero la verdad es que es una ciudad que promete muchísimo. Estoy seguro de que algún día volveré, cuando haga una rutita por esa zona (Bulgaria, Rumanía y Serbia). Por cierto, nada de tocar el tema de Kosovo, se ponen bastante ariscos cuando alguien se lo menciona.
El bus entre Belgrado y Atenas dura 19 horazas. Vale 60 euros y hay uno por día. Sale me parece sobre las 7 de la tarde y llega a Atenas a la hora de comer del día siguiente. La verdad es que era un bus espacioso y cómodo, y hacía paradas cada dos horas. No puedo decir, ni ninguno de mis amigos, que haya sido un viaje duro, porque de las 19 horas igual dormimos 16, pero para alguien un poco exquisito puede hacerse muy pesado.
Al llegar a Atenas lo primero que hicimos fue comprar los billetes de los ferries para ir a Mykonos y Santorini. Importante: llevad si sois estudiantes el carnet de estudiante internacional…te hacen descuento en ferries y entras a museos y eso gratis. Es bastante cundiente. La verdad es que hubo momentos de tensión, pero al final conseguimos billetes Atenas-mykonos, mykonos-santorini y santorini-atenas, este último haciendo noche en el ferry. Los tres billetes en total fueron cerca de 100 euros, pero he de decir que no es lo normal. Subió el precio el billete de Mykonos a Santorini porque el blue star estaba lleno y tuvimos que hacer una escala en un barco rápido. Mi recomendación es que vayáis en los barcos lentos, suelen ser los mas grandes y casi no se mueven…los rápidos son un martirio para gente que se maree.
Dejando los ferries a un lado, nada mas llegar fuimos a buscar alojamiento. La mejor zona para alojarse es la zona de Monastikari (o como se escriba). Mucha vida y a tiro de piedra de todo. Nosotros encontramos una habitación por 20 euros por cabeza allí al lado de la plaza, en la calle athina, en un hotel que se llamaba Fivos. Ojo, no me preguntéis por qué, pero es mas barato ir directamente allí que reservar. No esperéis nada lujoso, es un hotel de mierda para estar una noche, pero para dormir y ducharse vale perfectamente. Como recomendación. Si os dan a elegir, elegid los pisos más bajos que podáis. A medida que subes el calor se hace más y más insoportable.
De Atenas como ciudad no os puedo decir mucho la verdad. Nos dio la sensación de haber pateado mucho y no haber visto casi nada. Esto es porque a mi modo de ver (he de decir que soy bastante inculto en lo que a arte se refiere) solo merece la pena el Acrópolis…el resto parecen piedras puestas unas encima de otras que a mi no me dicen nada de nada. Para gustos colores, es mi opinión. En tema de ambiente, la zona de Monastikari esta bastante bien. Y para comer, recomiendo un sitio. En la plaza Syntagma, poniéndote mirando al parlamento, a mano derecha y a unos 30 metros hay un sitio que no recuerdo el nombre…es una cadena como de panaderías , con el mostrador a la derecha y una nevera con refrescos a la izquierda, que a partir de las 20.30 tiene happy hour con todo a mitad de precio. Pensareis que es una mierda, que te dan lo que les queda del día todo reseso, pero no. Está genial, os lo recomiendo 100 %. Puedes empacharte por menos de 5 euros.
Tras un día en Atenas, nos esperaba el fiestorro padre en Mykonos. Nada mas bajar del ferry, hay un montón de gente ofreciéndote cosas. Si vais buscando fiesta y playa, buscad a un tio que ponga “Camping Mykonos, Paraga Beach”…un sitio de la ostia, con una especie de minibungalows a 20 euros y con un ambiente increíble. Además en el camping se come de la ostia y super barato.
Sobre la fiesta, se estructura así. De tarde en playa Paradise o Superparadise, de noche hasta las 4 o 5 en Mykonos Town ( a mi fue lo que mas me gustó…los días que la borrachera me permitio llegar) y después volver a Paradise a los clubs que hay a pie de playa. Del resto no os cuento nada, pero todo lo que dicen es cierto…os dejo que lo descubráis…Por cierto, alquilar una motito esta muy bien para conocer un poco mas de la isla, y solo son 20 euros por día.
Sobre Santorini, solo decir que me pareció una isla increíble…así como mykonos es mas que nada fiesta, santorini combina fiesta con parajes increíbles. La archiconocida puesta de sol desde Oia (hacia donde salen regularmente autobuses desde Thira, la capital, a 2 euros por trayecto), hasta una excursión al volcán y a un sitio con agua roja bastante chulo. Eso sí…ves a todos los japoneses huntándose de mierda pensando que es medicinal y no es mas que un agua con una concentración de hierro muy elevada…además la mierda roja después cuesta un huevo quitarla…quedas medio naranja, pero para la fotito de coña esta bien.
Sobre el alojamiento…probablemente ha sido el sitio en el que mejor he estado de todo el viaje. El hotel se llamaba “Villa Murano”, estaba a 10 minutos del centro y valia 25 euros por cabeza. Como siempre, nos lo ofrecieron al bajar del ferry. Llevaba desayuno incluído y teníamos la piscina nada mas salir de la habitación. Un lujo.
Sobre la comida y la fiesta, os recomiendo comer en una taberna que se llama “Taberna Nikolas”…el dueño habla un perfecto español, no es muy cara (12 euros cada uno), y es probablemente la taberna mas famosa de la capital. Ojo, en horas punta hay una sobresaturación de gente, así que intentad ir temprano para no tener que esperar. La fiesta ya la veréis, es un sitio con mucho ambiente…nosotros descubrimos un local rock de la leche con cervezas de medio litro a dos euros…esta nada mas llegar a la plaza principal a la izquierda…tiene una bandera roja muy visible.
Y después de esta parrafada me despido. Sé que a partir de Belgrado ya no he sido muy explícito, pero os cuento lo esencial porque ya me he cansado de escribir. Espero que todo esto os sea de utilidad porque la verdad, si todo esto me lo hubieran contado, todo me hubiese resultado mucho mas fácil…
Sin nada más que decir me despido. ¡Buen viaje viajeros!