Liu.spain123
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El khoomei, arte mongol del canto
Bien inmaterial inscrito en 2009.
El arte mongol denominado khoomei (“canto de garganta”) o coro hooliin es una forma de cantar en la que el intérprete emite simultáneamente dos voces, una aguda (armónicas) y otra grave continua (bordón), produciendo esta última con la garganta. Los cantantes de khoomei actúan solos o en grupo. Esta variedad de canto se practica hoy en las comunidades mongolas de diversos países, sobre todo en Mongolia Interior (norte de China), Mongolia y la República de Tuva (Federación de Rusia). Ejecutado tradicionalmente con motivo de la celebración de ceremonias rituales, este canto es una expresión de respeto y alabanza de la naturaleza, los antepasados y los grandes héroes del pueblo mongol. Las manifestaciones de esta expresión artística se reservan para eventos especiales y actividades colectivas, por ejemplo carreras de caballos, certámenes de arqueros, torneos de lucha, banquetes y ritos sacrificiales. El momento y el orden de ejecución de las canciones suelen estar estrictamente reglamentados. El khoomei se ha considerado durante mucho tiempo un elemento esencial de la cultura mongol y sigue siendo un símbolo de identidad nacional o étnica. Este arte vocal no sólo es una ventana de apertura a la filosofía y los valores estéticos del pueblo mongol, sino que también desempeña un papel de emisario cultural al promover el entendimiento y la amistad entre China, Mongolia y Rusia. Además, el khoomei ha merecido una atención universal como forma de expresión musical única en su género. (UNESCO/BPI)
El Manas
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La minoría étnica kirguís, concentrada en la región de Xinjiang, al oeste de China, se enorgullece de ser descendiente de Manas, un héroe cuya vida y linaje se exaltan en la epopeya de su mismo nombre, que constituye uno de los elementos más conocidos de la tradición oral de este pueblo. Interpretada tradicionalmente por un manaschi sin acompañamiento musical, las representaciones de esta epopeya tienen lugar con motivo de la celebración de actos sociales, fiestas comunitarias, desposorios, ceremonias fúnebres y conciertos. Aunque las variantes regionales son numerosas, todas ellas se caracterizan por estar compuestas de poemas sucintos que han impregnando el lenguaje diario actual de la población, así como de parábolas de gran viveza y de melodías adaptadas a las diferentes narraciones y personajes. Esta larga epopeya registra los eventos históricos de mayor importancia para el pueblo kirguís y cristaliza sus tradiciones y creencias. Para los kirguises que viven en China y países vecinos del Asia Central (Kirguistán, Kazajstán y Tayikistán), la epopeya de Manas no sólo es un símbolo esencial de su identidad cultural, sino que además constituye la principal forma cultural de esparcimiento público, de preservación de la historia, de transmisión de conocimientos a las generaciones jóvenes y de impetración propiciatoria. Este poema épico es una de las “tres epopeyas más importantes de China” y reúne las cualidades de ser, a la vez, una creación artística excepcional y una enciclopedia oral del pueblo kirguís. (UNESCO/BPI)
El nanyin
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El nanyin es un arte musical fundamental en la cultura del pueblo de la región de Minnan, situada al sur la provincia de Fujian, en la costa sudeste de China, y de las poblaciones de esa región dispersas en otros países del mundo. Sus melodías lentas, sencillas y elegantes se ejecutan con instrumentos especiales –la flauta de bambú llamada dongxiao y el laúd de mástil curvo denominado pipa, que se toca horizontalmente– y con otros instrumentos de viento, cuerda y percusión más corrientes. El nanyin tiene tres componentes: el primero es exclusivamente instrumental; el segundo comprende la voz ; y el tercero consiste en la ejecución de baladas cantadas en dialecto quanzhou, con acompañamiento de un conjunto musical, e interpretadas por un solo cantante que toca al mismo tiempo castañuelas, o por un grupo de cuatro cantantes que actúan por turno. El rico repertorio de cantos y músicas del nanyin ha permitido conservar la música folclórica y las poesías antiguas y ha ejercido una influencia en la ópera, el teatro de marionetas y otros artes escénicos tradicionales. Este género musical está profundamente arraigado en la vida social de la región de Minnan. Ejecutado en las ceremonias de otoño y primavera destinadas a celebrar al dios de la música, Meng Chang, así como en desposorios, funerales y fiestas en patios de vecinos, mercados y calles, el nanyin es la música de la madre patria para la población de la región de Minnan que vive en China y en todo el Asia del Sudeste. (UNESCO/BPI)
La artesanía del brocado yunjin de Nanjing
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En el arte tradicional chino de tejer el brocado yunjin de Nanjing, dos artesanos manipulan las partes superior e inferior de un gran telar sumamente complejo para fabricar tejidos provistos de materiales finos como plumas de pavo real e hilos de seda y oro. Utilizada antaño para confeccionar los atuendos imperiales –en particular, las togas del dragón y de la corona–, esta técnica se sigue usando para fabricar vestidos suntuosos y recuerdos. Se conserva esencialmente en la provincia de Jiangsu, situada al este de China, y comprende más de cien procedimientos que van desde la fabricación de los telares al diseño de los motivos, pasando por la creación de cartones “jacquard” para programar los patrones del tejido, por el montaje de los telares y por las múltiples etapas del tejido propiamente dicho. Mientras “separan la urdimbre” y “pasan la trama” los tejedores cantan tonadas mnemotécnicas para recordar las técnicas que utilizan, creando así en los telares una atmósfera solidaria y artística a la vez. Estos artesanos consideran que su quehacer forma parte de una misión histórica porque la técnica del brocado yunjin, además de utilizarse para confeccionar tejidos de uso contemporáneo, se usa para reproducir tejidos de seda antiguos destinados a museos y trabajos de investigación. Renombrado por el esplendor de sus tejidos “similares a las nubes”, el arte del brocado yunjin goza de un aprecio general en todo el país. (UNESCO/BPI)
La Caligrafía china
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La caligrafía china ha sido siempre algo más que un mero instrumento de comunicación, ya que posee una dimensión artística que valoriza su práctica, incluso en la era del bolígrafo y el ordenador. De hecho, la caligrafía ha dejado de ser el instrumento básico de intelectuales y funcionarios para convertirse en un dominio exclusivo de artesanos y aficionados apasionados. Independientemente de que recurran a sus pinceles para consignar información o ejecutar bellos rasgos, los calígrafos utilizan cinco estilos de escritura diferentes: el del “sello”, el de los “escribas”, el “regular”, el “corriente” y el de “hierba”. Este arte se puede practicar en cualquier soporte de escritura –incluso en paredes rocosas de acantilados y farallones–, pero se utiliza sobre todo en cartas, rollos de papel, obras literarias y abanicos. Actualmente, además de la formación tradicional maestro-aprendiz, la caligrafía se enseña en la escuela. La práctica de la caligrafía no sólo está presente en muchas celebraciones de eventos nacionales y ceremonias religiosas, sino que también ejerce una influencia patente en el arte, la arquitectura y el diseño contemporáneos. En su forma china característica, la caligrafía es un medio importante para valorar la cultura tradicional y la enseñanza artística. Fuente de orgullo y deleite para el pueblo chino, el arte caligráfico encarna aspectos importantes del patrimonio intelectual y artístico del país. (UNESCO/BPI)
La danza de los campesinos del grupo étnico coreano de China
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Los miembros del grupo étnico coreano de la provincia de Jilin y otras provincias del nordeste de China se reúnen en los campos y aldeas en el transcurso de festividades comunitarias para ofrendar un sacrificio tradicional al Dios de la Tierra, rindiendo así homenaje a la naturaleza e impetrando buena fortuna y cosechas abundantes. Este es el origen de la danza de los campesinos del grupo étnico coreano de China, una práctica folclórica tradicional que los ancianos de la comunidad transmiten a las generaciones más jóvenes. Los músicos tocan suonas –instrumentos parecidos al oboe–, gongs campaniformes y diversos tipos de tambores, mientras que los bailarines, enmascarados o con el rostro al descubierto, ejecutan movimientos grotescos al compás de la música. Esta danza se inspira en los gestos del trabajo de la tierra, por ejemplo la “marcha por los caballones”. Después de trascender sus orígenes campesinos y extenderse a los coreanos de toda clase de medios sociales, tanto rurales como urbanos, este baile tradicional ha evolucionado considerablemente desde que se introdujo en China a finales del siglo XIX. El conjunto musical se ha ampliado y ahora cuenta con varios instrumentos de viento, mientras que en el atuendo de los bailarines se puede observar la influencia ejercida por las indumentarias de otros grupos étnicos de China. Fruto de una acumulación de sabiduría y trabajo, la danza de los campesinos sigue siendo una expresión importante del patrimonio cultural del grupo étnico coreano de China. (UNESCO/BPI)
La ópera tibetana
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En China, la ópera tradicional más popular de los grupos étnicos es la ópera tibetana, un arte que engloba canciones folclóricas, danzas, narraciones, salmodias, acrobacias y ritos religiosos. Muy apreciado por los habitantes de la meseta del Qinghai-Tíbet, situada al oeste de China, este espectáculo comienza con una ceremonia de invocaciones religiosas –que comprende una purificación de la escena por parte de cazadores y una bendición impartida por los ancianos– y finaliza con otra ceremonia de bendiciones. El núcleo central de la ópera es una obra teatral declamada por un solo narrador y representada por actores acompañados de grupos de cantores, bailarines y acróbatas. Los actores llevan máscaras tradicionales de formas y colores variados que contrastan con la sencillez del resto de su atuendo. Las óperas se ejecutan en plazas públicas y templos, y también en teatros actualmente. El centro del espacio escénico está señalado por un árbol plantado en tierra, envuelto en papel de color y rodeado por agua purificada y accesorios teatrales. Arraigadas en las enseñanzas del budismo, las narraciones de la ópera tibetana relatan la victoria del bien y la condenación del mal. De ahí su función social pedagógica para la comunidad. Esta forma variada de expresión artística no sólo es representativa del arte y el patrimonio cultural tibetanos, sino que sirve también de vínculo entre los tibetanos de las diferentes regiones del país, promoviendo la unidad y el orgullo étnicos. (UNESCO/BPI)
La ópera yueju
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En la ópera tradicional china yueju confluyen el legado tradicional de la ópera en mandarín y el uso del dialecto cantonés. Arraigada en las provincias de habla cantonesa de Guangdong y Guangxi, situadas al sudeste de China, la ópera yueju se caracteriza por su conjunto de instrumentos de cuerda y percusión, así como por el refinamiento de la indumentaria y el maquillaje de sus actores. Sus representaciones comprenden acrobacias y combates con armas reales inspirados en las artes marciales shaolin. El importante papel de wen-wu-sheng exige un gran dominio del canto y de las técnicas de combate a la vez. La ópera yueju cuenta con un rico repertorio de argumentos, que van desde la epopeya histórica hasta una temática más realista basada en hechos de la vida diaria. Esta clase de ópera es objeto de recreaciones importantes y en algunas comunidades rurales se asocia a elementos rituales, religiosos y sacrificiales, formando una amalgama espiritual de arte y tradiciones que recibe el nombre de shengongxi. La ópera yueju es muy apreciada por el público en toda China y constituye un vínculo cultural entre los hablantes del cantonés, dentro y fuera del país. El éxito que esta expresión artística cosecha en todo el mundo constituye para ellos un motivo de orgullo y la consideran un medio importante para dar a conocer su cultura a los extranjeros. Hoy en día, esta tradición operística se transmite a los nuevos artistas en escuelas de arte dramático y mediante programas de aprendizaje. (UNESCO/BPI)
La sericultura y la artesanía chinas de la seda
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La sericultura y la artesanía de la seda practicadas en las provincias de Zhejiang y Jiangsu, cerca de Shanghai, y en la provincia de Sichuan, en Chengdu, tienen una larga historia. La fabricación de la seda, tarea asumida tradicionalmente por las mujeres en la economía de las regiones rurales, comprende el cultivo de moreras, la cría de gusanos de seda, el devanado e hilado de la seda, el diseño de las telas y su confección. Las técnicas de la sericultura, transmitidas de padres a hijos y de maestros a aprendices, se han propagado también a menudo en el seno de grupos locales. El ciclo vital del gusano de seda se consideraba una representación de la vida, muerte y renacimiento del ser humano. En los estanques diseminados por las aldeas las deyecciones de los gusanos de seda se usan para alimentar a los peces, mientras que el limo sirve de abono para las moreras y las hojas de éstas sirven a su vez para alimentar a los gusanos. Cuando se acerca el comienzo del año lunar, los criadores de gusanos invitan a los artesanos a sus hogares para revivir la leyenda de la Diosa de los Gusanos de Seda, conjurar los males e impetrar una cosecha pletórica de capullos de seda. Todos los años, en abril, durante el Festival de la “Flor del Gusano de Seda”, las sericultoras se adornan con flores multicolores de seda y papel y hacen ofrendas para impetrar una buena cosecha. La seda está presente también de una forma más material en la vida de las poblaciones rurales de China, ya que en su vida diaria utilizan artículos confeccionados con ella: vestidos, edredones, paraguas, abanicos y flores. (UNESCO/BPI)
La técnica de cocción tradicional de la cerámica celadón de Longquan
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La ciudad de Longquan, situada en la provincia costera de Zhejian, es renombrada por su cerámica celadón y la técnica de cocción tradicional que confiere a ésta su vidriado característico. Este vidriado, que se compone de arcilla dorada violácea y de una mezcla de feldespato calcinado, caliza, cuarzo y cenizas vegetales, se prepara con procedimientos que suelen transmitirse de generación en generación por maestros artesanos o de padres a hijos. El vidriado se aplica a recipientes de cerámica de gres cocidos y luego se recuece con arreglo a un ciclo de seis operaciones de cocción y enfriamiento en los que la precisión de las temperaturas es primordial, ya que cualquier insuficiencia o exceso en la cocción impide obtener el efecto deseado. Los artistas expertos en el arte de la cerámica celadón controlan minuciosamente cada etapa de su fabricación utilizando un termómetro y observando el color de la llama, que puede alcanzar temperaturas de hasta 1.310º C. El producto final es de dos clases: el celadón “hermano mayor” de acabado oscuro y con un efecto de agrietamiento; y el “hermano menor” de acabado grueso y color gris lavanda y verde ciruela. El color jade subyacente en la cerámica celadón fabricada por empresas familiares de Longquan hace que los objetos realizados con esta técnica sean apreciados como obras artísticas de calidad excepcional que pueden servir también para usos domésticos. La cerámica celadón es un símbolo del patrimonio cultural de los artesanos de Longquan y un motivo de orgullo para éstos, su ciudad y toda la nación. (UNESCO/BPI)
La técnica xilográfica china
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La técnica xilográfica tradicionalmente utilizada en China exige la colaboración de media docena de artesanos que conozcan a la perfección el arte de la imprenta, posean una gran destreza manual y estén imbuidos de un sólido espíritu de trabajo en equipo. Los bloques de imprenta se fabrican con madera de grano fino (peral o azufaifo), se cortan en planchas de dos centímetros de grosor y se pulen con papel de lija, antes de ser grabados. Se ejecuta un esbozo de las imágenes que se desea imprimir en un papel sumamente fino y se examina minuciosamente para detectar sus posibles errores, antes de transferir el dibujo a las planchas. Los diseños efectuados con tinta sirven de guía al artesano que graba las imágenes o esbozos en la madera, confeccionando en relieve los caracteres que más tarde van a aplicar la tinta al papel. En una primera etapa se prueban las planchas con tinta roja y azul sucesivamente y se efectúan correcciones en el grabado. Por último, cuando la plancha está lista para su uso, se recubre de tinta y se aplica manualmente sobre el papel para imprimir la imagen definitiva. Esta técnica xilográfica se puede usar para imprimir libros en diferentes estilos tradicionales, crear libros modernos con encuadernación clásica o reproducir libros chinos antiguos. Una serie de talleres de imprenta siguen perpetuando hoy esta técnica manual de impresión gracias a los conocimientos teóricos y prácticos de artesanos especializados. (UNESCO/BPI)
La tradición épica del Gesar
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Las comunidades étnicas tibetanas, tus y mongolas asentadas en el oeste y norte de China comparten en común la leyenda del Rey Gesar, un héroe de la antigüedad enviado al cielo para vencer a los monstruos, derrocar a los poderosos y ayudar a los humildes, al mismo tiempo que unificaba a tribus muy heterogéneas. Los cantores y narradores que preservan la tradición épica del Gesar relatan, alternando la prosa y el verso, los diferentes episodios –llamados “perlas ensartadas”– de esta vasta narración oral con numerosas variantes regionales. Los maestros tibetanos llevan espejos de bronce y recurren a expresiones faciales, efectos sonoros y gestos para resaltar su canto, mientras que los intérpretes mongoles acompañan sus narraciones cantadas y orales con música de violín, salpicándolas de canciones melódicas improvisadas. Las interpretaciones de la epopeya, que a menudo van unidas a la celebración de ritos consistentes en ofrendas y ejercicios de meditación, están arraigadas en la vida religiosa y diaria de las comunidades. Por ejemplo, cuando un niño nace se cantan los pasajes que relatan el descenso del Rey Gesar a la tierra. Los centenares de mitos, cuentos populares, baladas y proverbios transmitidos en el contexto de esta tradición no sólo constituyen una forma importante de esparcimiento de las comunidades rurales, sino que además educan a los auditorios inculcándoles costumbres y nociones de historia, religión, moral y ciencia. Fuente de inspiración constante para la pintura thangka, la ópera tibetana y otras expresiones artísticas, la epopeya de Gesar imbuye a sus oyentes, tanto jóvenes como adultos, un sentimiento de identidad cultural y continuidad histórica. (UNESCO/BPI)
Las artes regong
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En los monasterios y aldeas de la cuenca del río Longwu, situada en la provincia de Qinghai, al oeste de China, monjes budistas y artistas folclóricos de las etnias tibetana y tu mantienen la tradición de las artes plásticas conocidas por el nombre genérico de regong: pinturas thangka y frescos murales, patchworks barbola y esculturas. La influencia de estas expresiones artísticas se extiende a las provincias vecinas y llega hasta los países de Asia del Sudeste. El thangka, arte de pintar rollos religiosos en honor de Buda, consiste en aplicar con un cepillo especial colores naturales a tejidos con motivos trazados al carboncillo. Para la confección de los patchworks barbola, destinados a ser utilizados como velos u ornamentos de columnas, se utilizan formas de plantas y animales recortadas en seda para crear en el tejido un efecto de relieve suave. Las esculturas regong, ejecutadas en madera, arcilla, piedra o ladrillo se destinan a la ornamentación de vigas, paneles murales, mesas para servir el té y armarios de templos y casas particulares. Las técnicas de fabricación se transmiten de padres a hijos, o de aprendices a maestros, y se ajustan a las instrucciones de los antiguos libros de pintura budistas relativas al dibujo de las líneas y figuras, la armonía de los colores y el diseño de los motivos. Características de la religión budista tibetana y exponentes de particularidades regionales únicas en su género, las artes regong encarnan la historia espiritual y la cultura tradicional de la región y, todavía hoy, siguen formando parte de la vida artística de su población. (UNESCO/BPI)
Las técnicas artesanas tradicionales de fabricación del papel xuan
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La extraordinaria calidad del agua y la suavidad del clima del distrito de Jing, situado en la provincia de Anhui, al este de China, son dos factores primordiales del arte de fabricación del papel xuan, aún floreciente en esta región. Fabricado a mano con paja de arroz y la dura corteza del tara wing-celtis, o sándalo azul, el papel xuan es reputado por la suavidad y resistencia de su superficie, por su capacidad para absorber el agua, humedecer la tinta y ser doblado repetidas veces sin sufrir desgarros. Se utiliza mucho en caligrafía, pintura e imprenta. El procedimiento de fabricación tradicional, transmitido oralmente de generación en generación, se sigue observando hoy en día. Es exclusivamente manual, dura más de dos años y comprende más de cien etapas de elaboración, entre las que figuran el remojo, el lavado, la fermentación, el blanqueo, la obtención de la pulpa, el secado al sol y el corte. La fabricación de este “papel ancestral” o “papel rey” tiene una gran importancia económica para el distrito de Jing, ya que su industria da empleo directa o indirectamente a uno de cada nueve de sus habitantes. Además, en las escuelas locales se enseña el procedimiento de su confección artesanal. Un verdadero dominio de la totalidad de este procedimiento complejo sólo se consigue tras largos años de ahínco en el trabajo. El papel xuan se ha convertido en el símbolo de esta región, donde unas veinte empresas artesanales siguen manteniendo viva su fabricación ancestral. (UNESCO/BPI)
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