DÍA 4 - BANGKOK (EXCURSIÓN ERAWAN)
Erawan es un parque nacional conocido por sus siete niveles de cascadas de agua azul rodeadas de jungla donde puedes darte un baño en plena naturaleza. Habíamos contratado la excursión el día anterior en Khao San por unos 50 euros los dos. Nos recogían en la misma agencia, así que bien tempranito estabamos allí esperando por nuestra furgoneta que apareció puntual, siempre tienes la duda de si aparecerán, pero sí, aparecen. Al final teníamos la furgoneta para nosotros dos, así que nos pusimos en marcha. Pensando que habría mil curvas me tomé una biodramina y al final era casi todo autopista. Ya de camino vimos cosas bastante impactantes, como 4 en moto sin casco y en dirección contraria por la autopista, vamos lo más logico. Después de un par de horas de viaje llegamos al parque. Empezamos por la primera cascada que era bastante sencilla pero con encanto, agua muy azul, ya nos estaban entrando ganas de bañarnos, el problema era los peces enormes que había en el agua, así que optamos por ponernos en un sitio donde los había más pequeños y nos hacían masajes en los pies con pequeños mordiscos, aunque más bien hacían cosquillas. Continuamos hacia la siguiente cascada ya que si queriamos verlas todas, tampoco podíamos dormirnos. Después de darnos un pequeño baño, paramos para comer, ya que nos dieron unos tupper con Pad Thai para el camino.
Las cascadas cada vez eran más espectaculares, a las 4 primeras se accede fácil pero a las 3 últimas ya tienes que caminar un poco más y no es tan llano como hasta entonces. Oíamos ruidos que venían de los árboles pero no veíamos ningún animal hasta que de repente nos cruzamos con una familia de monos. Estuvimos un rato mirando para ellos y seguimos hasta la última cascada ya que luego tendríamos sólo 40 minutos para hacer el mismo recorrido de vuelta. Volvimos con nuestro conductor que nos dijo que no era muy tarde y que podíamos parar un rato, si nos apetecía, para ver el puente sobre el río kwai, así que le dijimos que sí e hicimos una parada de media hora, la verdad es que el conductor era muy majo y bastante peculiar. Tras dar un paseo por un pequeño mercado, coger algo de bebida y cruzar el puente (coincidió justo que pasó a mitad de camino el tren y nos tuvimos que apartar), volvimos a la furgoneta y partimos regreso a Bangkok. Nos volvió a dejar en Khao San, le dimos algo de propina por acercarnos al rio Kwai y se marchó muy contento. Recorrimos otra vez Khao San en busca de un bañador (en unos cuantos días nos esperaban días de playa) y regresamos para el hotel. A la mañana siguiente partíamos hacia Phitsanulok, con paradas en Ayuthaya y Lopburi.
Las cascadas cada vez eran más espectaculares, a las 4 primeras se accede fácil pero a las 3 últimas ya tienes que caminar un poco más y no es tan llano como hasta entonces. Oíamos ruidos que venían de los árboles pero no veíamos ningún animal hasta que de repente nos cruzamos con una familia de monos. Estuvimos un rato mirando para ellos y seguimos hasta la última cascada ya que luego tendríamos sólo 40 minutos para hacer el mismo recorrido de vuelta. Volvimos con nuestro conductor que nos dijo que no era muy tarde y que podíamos parar un rato, si nos apetecía, para ver el puente sobre el río kwai, así que le dijimos que sí e hicimos una parada de media hora, la verdad es que el conductor era muy majo y bastante peculiar. Tras dar un paseo por un pequeño mercado, coger algo de bebida y cruzar el puente (coincidió justo que pasó a mitad de camino el tren y nos tuvimos que apartar), volvimos a la furgoneta y partimos regreso a Bangkok. Nos volvió a dejar en Khao San, le dimos algo de propina por acercarnos al rio Kwai y se marchó muy contento. Recorrimos otra vez Khao San en busca de un bañador (en unos cuantos días nos esperaban días de playa) y regresamos para el hotel. A la mañana siguiente partíamos hacia Phitsanulok, con paradas en Ayuthaya y Lopburi.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***