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Nuestro día comienza muy pronto. Pedimos un Grab para que nos lleve al aeropuerto de Don Mueang donde habíamos reservado el coche con Hertz. Queríamos hacerlo en algún sitio en las afueras para evitar conducir por Bangkok.
Llegamos al aeropuerto sobre las 08.30 h. Recogemos el coche y ponemos rumbo a Ayutthaya. Es mi marido quien conduce y lo hace despacio. El coche es automático pero se conduce por la izquierda… Lo primero que hace es dar los limpiaparabrisas en vez del intermitente, jejeje.
La conducción es un caos pero conseguimos salir a la autovía y poner rumbo a nuestro destino.
Teníamos preparada una ruta que habíamos sacado de un blog y más o menos la seguimos. Hicimos los templos más lejanos primero para hacer los más “céntricos” después.
La ruta fue la siguiente: Wat Phanan Choeng / Wat Yai Chai Mongkhol / Wat Mahathat / Wat Rachburana / Wat Phra Ram / Viharn Para Mongkokborpin.
Después de comer en un restaurante que vimos en frente de donde habíamos aparcado el coche visitamos Wat Phra Si Sanphet / Wat Lokayasutharam y terminamos en Wat Chai Wattanaram.
Visitamos los templos con calma y haciendo fotos. Es cierto que es un poco paliza por el hecho de que estás todo el rato con el coche de arriba abajo pero en todos los templos hay lugares para aparcar y nos tomamos nuestro tiempo para verlos tranquilamente.
No vimos atardecer en el último templo (como teníamos pensado) porque no era muy tarde y preferíamos irnos al hotel y descansar un rato ya que el calor es agotador.
Nuestro hotel era el “Siri Guesthouse”. Reservamos dos habitaciones dobles para 1 noche por 30€. El hotel tiene parking y es muy chiquitito. Lo regente una familia en la que la hija es la única que habla inglés pero tanto el padre como la madre son encantadores. Se preocuparon mucho por nuestros hijos y nos trataron fenomenal.
Esa noche teníamos idea de ir al Night Market a cenar pero estábamos algo cansados así que, dimos un paseo hacia el 7eleven para comprar algo de desayuno y terminamos cenando en un restaurante local muy muy chulo enfrente del hotel. En el restaurante te daban una especie de recipiente cónico donde cocinabas la comida y donde la grasilla de la carne iba cayendo en un recipiente con agua caliente donde hacías los fideos y la verdura.
Nos tuvieron que ayudar para enseñarnos como funcionaba pero fue divertidísimo y cenamos fenomenal. Aquí ya empezamos a ver los “precios populares” de Tailandia ya que la cena nos costó poco más de 12€.
También descubrimos que la cerveza aquí la beben con hielo...
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