Somos un grupo de cuatro chicas que con seis meses de anterioridad organizamos nuestro viaje a Bruselas. Sucedieron los atentados de París, pero el miedo no podría con nosotras, y el sábado 19 de Marzo cogeríamos un vuelo a Charleroi (aeropuerto que se encuentra a 80km de la capital belga) y volveríamos el miércoles 23 de Marzo desde el mismo. En estos días visitaríamos Brujas, Gante y Bruselas. Este diario recoge nuestras experiencias y emociones durante el viaje, aunque también se incluyen los planes no cumplidos por los atentados y algunas recomendaciones a la hora de visitar dichas ciudades. Autor:Sara1lopezFecha creación:⭐ Puntos: 4.4 (8 Votos)
Despegamos desde Sevilla a las 20:05 horas, y llegamos a las 22:55 horas a Charleroi. Al salir del aeropuerto, a la derecha, encontramos el shuttle (autobús) que nos lleva a la ciudad, pues se encuentra a unos 50 min. Habíamos comprado el billete en la página online (abajo), el precio es de 28€ ida y vuelta. El bus tiene una única parada y es Gare du Midi, a la cual llegamos a las 12 de la noche.
Habíamos leído en el foro que el metro funciona de noche, y es cierto, pero no todas las líneas. Compramos los billetes en las taquillas de la central de Gare du Midi, pero una vez bajamos a las vías supimos que la línea que debíamos coger no pasaba más, tendríamos que hacer transbordos y viendo lo desiertas que estaban las vías, el lío que suponía al ser una estación tan grande y, sinceramente, el miedo que nos daba el ambiente,… decidimos salir de la estación y coger un taxi. Justo donde nos había dejado el bus, hay una larga fila de taxis y nos llevaron a nuestro apartamento (a 10-15 min. a pie) por 15€, fijados antes de subir.
El apartamento, reservado desde airbnb, se encontraba en la calle Zinnikstraat, a 5 min del Manneken Pis y junto a la parada de metro Anneessens. El barrio tiene una curiosa mezcla cultural, con tiendas de alimentación cercanas y siendo bastante tranquilo. No salimos muy contentas en referencia al apartamento, ya que era bastante pequeño y la ducha dio algún que otro problema, pero tampoco podíamos pedir mucho más por el precio que habíamos pagado (20€ pers/noche). Y siendo ya cerca de la una de la madrugada, nos fuimos a recargar energías para el día siguiente.
Aprovechando que los fines de semana (desde el viernes al domingo) hay un 50% en trenes por la tarifa weekend, hicimos el viaje a Brujas que era el que mayor precio suponía, quedándose en 12€ el billete de ida y vuelta por persona.
Salimos sobre las nueve del apartamento, sin prisas, entramos en un Carrefour exprés (supermercado muy común en la zona del centro al menos) a comprarnos un croissant de la zona de bollería casera y nos dirigimos con nuestro desayuno a la Gare Central: pasando cerca de la Bolsa, cruzando la Gran Place y por delante de las Galerias Saint-Hubert.
En este primer trayecto por la ciudad nos llevamos un sustillo. Justo cuando nos acercamos a la Gran Place escuchamos gritos y aparecen ante nosotras una fila de unos veinte antidisturbios. Nos quedamos petrificadas. Un grupo de turistas italianos que pasaban junto a nosotras comentaron algo de “manifestación” entonces ya nos calmamos y seguimos hacia delante. Por la calle de al lado se acercaban ultras de algún partido de futbol (imaginamos), lanzando bengalas y con cánticos. Al llegar a la estación nos encontramos con los rastros de que dichos ultras ya habían pasado por allí: mucho control policial, humo dentro de la estación y marcas rojas de las bengalas en el suelo. Pero nosotras sacamos nuestros billetes con normalidad y nos dirigimos a la vía 4 donde cogemos el tren.
El tren es como un media distancia. Tarda una hora prácticamente en llegar a Brujas, y las únicas paradas que tiene son Gare du Midi (la estación del sur de Bruselas), Gante y Brujas. No tenemos horario ni asiento, y pasa un tren cada 20-30 min, siendo a las once de la noche el último de vuelta.
Una vez llegamos a la estación de Brujas, dentro de la misma, está la oficina turística, donde solicitamos un mapa para movernos y algunos consejos. Debido al buen tiempo (nublado pero sin lluvia) nos recomienda desplazarnos a pie hasta el centro de la ciudad. Merece la pena si se puede hacerlo a pie, pues se disfruta de un increíble paseo entre los canales, tiendas cuidadas hasta el último detalle, escaparate con gastronomía deliciosa y arquitectura típica de la zona. El camino tiene unos 20 min, pero es imposible no pararse a disfrutar del paisaje.
Al llegar a la plaza central: Grote Markt, ya nos pica el gusanillo, y qué mejor que una freiduría típica. Justo frente al Belfort, en la esquina hay una llamada Freidurie 1900, donde hay patatas fritas a buen precio (nosotras comimos por unos 6€ por persona), y con wifi gratis, que en el extranjero siempre se agradece!
Decidimos disfrutar de este magnífico lugar dando un paseo a nuestro aire, siguiendo nuestro instinto y perdiéndonos entre sus calles. Así hacemos, y en cada esquina encontramos una bonita foto que hacer o un escaparate al que asomarse.
Tomamos unas deliciosas fresas bañadas en chocolate, de la marca Godiva, que tiene tiendas por toda la ciudad. Sale a 6’5€ el cartucho de 5 o 6 fresas pero la verdad es que están muy ricas, ¡cómo para no estarlo!
Esta ciudad es increíblemente bonita. Parece sacada de un cuento de los hermanos Grimm. Y como recuerdo algo de chocolate, ¿por qué no? Así que tras dar nuestro paseo y volver a la Grote Markt, desde ese mismo punto salimos dirección hacia la estación de tren pero sin prisas, entrando en cada tienda de chocolate en encontramos a nuestro paso, disfrutando si nos ofrecen probarlo. Y así empeñamos la tarde, de tienda en tienda, y es que esta ciudad lo merece.
A última hora de la tarde cogemos el tren de vuelta a Bruselas, y una vez allí compramos algo en un súper para prepararnos de cena en casa.
Consejos si volviéramos a ir:
- Mirar alguna excursión guiada. Es verdad, que lo más característico de la ciudad es el encanto de sus calles y sus negocios tan coquetos, pero conocer algo de su historia, sus monumentos y curiosidades es más fácil si se hace con una buena guía turística.
Repetimos el ritual de por la mañana: empezar bien temprano, parar a por algo para desayunar mientras vamos a la estación central y desde allí coger el tren, esta vez hacia Gante.
Al ser lunes no hay descuento weekend, pero Gante está más cerca y nos sale al mismo precio que el día anterior (12€ ida y vuelta por persona). Es el mismo tren, pero tardamos unos 20 min.
Gante es más grande que Brujas y por tanto diferente. El camino desde la estación es más largo, unos 35 min a pie, y las vistas no es que sean tan bonitas como el propio centro de la ciudad, por eso optamos por coger un tranvía (el número 1, que se coge al salir de la estación a la izquierda) y como no sabíamos cómo sacar el billete… ¡nos montamos sin pagar!
Nos bajamos en la parada Korenmarkt, la más cercana al centro histórico, y allí buscamos la oficina de turismo. No fue fácil. El mapa que llevábamos impreso tenía unos añitos, y dimos un buen paseo, preguntamos bastante, pero finalmente dimos con ella. Se encuentra frente al castillo de Gravensteen, en el Fish Market.
Esta vez preguntamos si había algún tipo de guía turística, y nos dijeron que a la una de la tarde salía una en castellano desde el puente de Sint-Michielshelling, y no lo dudamos. Se trata de un free tour de dos horas haciendo un paseo circular a pie por el casco histórico. Nos resultó muy ameno, conocimos la historia, arquitectura y curiosidades de la ciudad. Son quizás esas curiosidades las que no se olvidan, y entre ellas destacamos que, por ejemplo, en la plaza donde se torturaron miles de personas en Gante durante el siglo XIII convirtiéndose en la “plaza de la muerte”; y los propios ciudadanos, para quitar dicha fama a la plaza, instalaron tres farolas, que se encienden cada vez que nace un bebé en el hospital de la ciudad, como símbolo de la vida nueva. Otras curiosidades que se comentaron en el tour fueron ideales para seguirlas al pie de la letra al terminarlo, pues eran sobre bares, cafeterías o pubs.
El tour terminó en el Belfort, desde ahí hicimos nuestro propio tour de patatas fritas, gofres, cuberdons, ginebra y cerveza. A más de las tres de la tarde, nos sorprende encontrarnos el restaurante de patatas fritas (recomendado por la guía) abierto aún, y allí fuimos. Se trata del frituur Sympa. Bastante normal y común por dentro, pero sus patatas fritas y salsas están deliciosas y nos ofrecieron probar las salsas para poder decidirnos. Pedimos un par de bandejas grandes con dos salsas, para compartir entre cuatro, y nos salió por 7’5€ entre todas. Riquísimas! Desde ahí nos fuimos a por el gofre.
La guía nos había aconsejado los gofres tradicionales de la cafetería Max. Son muy conocidos, y eso también hacía que fueran caros (entre 10 y 14€). Son diferentes a los que pensamos, pues éstos son grandes, forma cuadrada y van cargados de fruta, helado, siropes,… todo lo imaginable. Entramos, el ambiente era muy elegante y no tienen servicio para llevar (pues queríamos comerlo por la calle). Así, que fuimos a la otra cafetería recomendada por la guía donde sí venden los gofres comúnmente conocidos, aunque con una peculiaridad: lo hacen delante de ti. Se trata de 3’14, una cafetería también muy bonita, aunque no entramos a merendar, pues preferimos coger nuestros gofres desde la ventanilla exterior y sentarnos en la plaza de enfrente a disfrutar del buen tiempo que hacía (¡es raro no encontrar lluvia!). El chico tenía bolas de masa preparada sobre el mármol, y conforme le indicabas tu pedido ponía una de las bolas en la gofrera y salían recién hechos, calientes y deliciosos. El precio ronda los 3’5€.
Justo en la misma puerta hay también dos carrillos de vendedores de cuberdons o “naricillas”: dulces típicos de sabor a frambuesa. Son muy dulces y con textura de gelatina. Conseguimos sacarle 9 unidades por 3€, buena oferta visto el precio de estas gomitas en cualquier tienda gastronómica.
Seguimos nuestro paseo por la zona céntrica, echándonos las fotos que durante el tour no pudimos, observando cada detalle y disfrutando del encanto de esta ciudad.
Cuando ya necesitamos descansar y relajarnos, fuimos a la taberna de Pol, donde venden (nada más y nada menos) que una variedad de unos doscientos tipos de ginebra. Son chupitos, hay dos medidas, y los precios rondan los 2’5 y los 3€. Los sabores son desde cualquier fruta, a chocolate o cactus. Los grados de alcohol van desde 17º a 53º.
Y una vez que entramos en calor, era ya nuestro segundo día y ¡¡no habíamos probado la cerveza!! Así que justo en el bar de al lado (por si salís perjudicados de la “jenever” no tenéis pérdida), está el único bar de Gante, Het Waterhuis, que vende las cuatro cervezas locales. Probamos la Klokke Roeland (conocida por sus once grados) la cerveza con sabor a frambuesa, y una clarita de la zona. Todas deliciosas. El sitio relajado y variopinto, y desde la planta superior hay buenas vistas del canal iluminado por la noche.
Se nos pasó el tiempo volando, y sobre las nueve cogimos el tranvía de vuelta para no perder el tren. Merece la pena antes de ir hacia el tranvía pasar por el Belfort, verlo iluminado, así como la estructura moderna que se encuentra frente a él (City Pavilion) donde se realizan conciertos. Una vez más, no pagamos el tranvía, y cogimos el tren. En Bruselas pillamos algo de cenar por el camino y nos dirigimos al apartamento tras este día tan fantástico como agotador.
Consejos si volviéramos a ir:
- Mirar si hubiese algún museo interesante. Los lunes cierran todos.
- Probar la cervecería del zapato. Los lunes desgraciadamente está cerrada, pero cualquier otro día de la semana se puede disfrutar de una cerveza en un pub típico y de la manera más simpática. Al pedir la cerveza debes entregar un zapato como fianza, pues este invento se usa como remedio a los robos de los bonitos vasos donde se sirven las bebidas. El lugar se llama Dulle Griet.
- Quizás sería interesante alquilar una bicicleta y moverse con ella desde la estación de tren hacia la zona céntrica y por ella.
- Un almuerzo en el restaurante Amadeus también nos lo aconsejó la guía. Se trata de un lugar muy concurrido por los ciudadanos de Gante, por sus famosas costillas. Tienen precio cerrado: 16€ y puedes comer tantas costillas como quieras o puedas, pero no otra cosa que no sean costillas. Se encuentra junto al City Pavillión, de esquina.
Buen diario, tomare nota para mi proximo viaje este verano a Belgica. Que pena lo de los 2 ultimos dias. Excusa perfecta para volver. Te dejo mis estrellas.
A Flandes en NavidadPasamos el puente de diciembre en Flandes, en las ciudades de Lovaina, Bruselas y Malinas, como consecuencia del concurso de diarios de losviajeros.com⭐ Puntos 5.00 (10 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 190
Yo creo que disfrutar del ambiente navideño en esas ciudades debe de ser precioso, yo lo disfrute con mi pareja en Estrasburgo y Colmar. Conozco esas ciudades y si ya son bonitas de por si, en esa época bastante mas. Solo tienes que ver fotos en Google.
Yo creo que disfrutar del ambiente navideño en esas ciudades debe de ser precioso, yo lo disfrute con mi pareja en Estrasburgo y Colmar. Conozco esas ciudades y si ya son bonitas de por si, en esa época bastante mas. Solo tienes que ver fotos en Google.
Gracias por vuestras respuestas! Al final nos hemos animado a ir en diciembre
Brigantina Moderador de Zona 09-05-2009 Mensajes: 33246
Llego tarde, pero me sumo a la opinión de ir en diciembre. El ambiente de mercadillos navideños es muy chulo, yo viajé cuatro veces a Alemania, una a Budapest y otra a Alsacia y no me canso
ANGEMI Moderador de Zona 09-08-2009 Mensajes: 31249
Cada año, la agenda cultural en Flandes deleita a los amantes del arte y la pintura con muestras de alta calidad en torno a sus Maestros y otros grandes artistas internacionales. Desde marzo hasta noviembre tiene lugar en Amberes por primera vez el festival Baroque Influencers.
Además, aún estamos a tiempo de visitar la gran retrospectiva dedicada a Rombouts en el MSKde Gante, museo que acaba de cumplir ¡225 años!, descubrir la faceta como cartógrafo del pintor Pourbus en Brujas, o disfrutar hasta finales de junio en el Palacio de Busleyden con la selección de perlas ocultas, obras que a través de los siglos Malinas ha aportado a varias disciplinas artísticas. Pero habrá que esperar al otoño para descubrir una nueva perspectiva sobre Dieric Bouts, pintor estrechamente vinculado a Lovaina, ciudad que le dedica una gran exposición y festival urbano. Además, el recientemente inaugurado KMSKA de Amberes organizará Bold Faces la primera muestra dedicada a las representaciones de cabezas y rostros que intrigaron a los artistas de los Países Bajos en los ss. XVI y XVII. Será también momento de visitar en el MAS la selección de 100 obras maestras procedentes de colecciones flamencas, o disfrutar con los esbozos y dibujos de los grandes maestros en el museo Plantin-Moretus. Y antes de acabar el año, a mediados de diciembre, Ostende dará el pistoletazo de salida al año temático dedicado al pintor James Ensor que se desarrollará durante 2024, Ensor 2024. Más adelante iremos informando sobre los detalles que tanto Ostende, su ciudad, como Amberes han previsto para conmemorarle.
Dieric Bouts (ca. 1410-1475) siguió la estela de Jan Van Eyck y Rogier Van der Weyden y está considerado como uno de los principales Maestros Flamencos. Pasó la mayor parte de su vida en Lovaina, marco idóneo que en aquellos días vivía una época dorada gracias a su universidad.
Este otoño el pintor será el protagonisa en Lovaina gracias a la retrospectiva que le dedicará el museo M -nunca antes se habían reunido tantas obras del pintor en su ciudad-, y al festival urbano Bouts 2023. New perspectives que llevará al visitante por varios lugares de la ciudad, como la Iglesia de San Pedro en donde aún se conservan dos obras del artista que fueron creadas para ella: La Última Cena y El Martirio de San Erasmo.
Pourbus. Master of Maps en el Museo Groeninge, Brujas
En 1561 el Franconato de Brujas encargó al artista Pieter Pourbus un mapa de su territorio, carreteras, vías fluviales y pueblos. Diez años más tarde, el pintor-cartógrafo entregó su obra magna, a caballo entre la pintura y la cartografía, que al haber sido creada justo antes de la Guerra de los Ochenta Años y posterior industrialización tras la que el paisaje costero cambiaría para siempre, se ha convertido en el último y valioso testimonio del paisaje medieval en torno a Brujas. La exposición analiza por primera vez la detallada obra, reconstruyendo el contexto histórico y cultural en el que se creó, así como la obra cartográfica del pintor principalmente conocido por sus retratos.
Museo Groeninge, Brujas Hasta el 16 de abril de 2023
Theodoor Rombouts. Virtuoso of Flemish Caravaggism en Gante
El Museo de Bellas Artes de Gante (MSK), el más antiguo de Bélgica, ha cumplido 225 años y uno de los principales hitos de la celebración es la exposición "Theodoor Rombouts. Virtuoso of Flemish Caravaggism", primera muestra monográfica dedicada a este maestro flamenco. Si en su día el legado de este reconocido artista fue prematuramente eclipsado por el de los grandes maestros del barroco en Amberes, Rubens y Van Dyck, la exposición organizada por el MSK en Gante revela la personalidad de Rombouts (1597-1637) y coloca su obra en una nueva perspectiva.
MSK Gent - Museo de Bellas Artes de Gante
Hasta el 23 de abril de 2023
Perlas ocultas, 7 siglos de obras maestras de Malinas
El Palacio de Busleyden está cerrado este año por renovación; no obstante en él sí se puede visitar la exposición "Perlas ocultas", que muestra lo mejor que ha aportado la ciudad de Malinas a varias disciplinas artísticas a través de los siglos. Algunas de estas obras se muestran al público por primera vez y están expuestas de tal manera que el visitante podrá caminar entre ellas descubriendo no solo su belleza, sino las historias que se ocultan tras ellas.
Hof van Busleyden, Malinas
Hasta el 25 de junio de 2023
Bold Faces, exposición en el KMSKA de Amberes
Primera gran exposición que explora las cabezas y rostros que tanto intrigaron a los artistas de los Países Bajos en los ss. XVI y XVII, y los muestra en toda su diversidad. Esta desenfadada y accesible exposición en el KMSKA -el Museo Real de Bellas Artes de Amberes- se basa en una innovadora investigación académica, y presenta unas 76 obras entre las que se hallan 62 prestigiosos préstamos de maestros flamencos (Metsijs, Bruegel, Rubens, Van Dijck, Jordaens, Brouwer) y destacados artistas internacionales (Durero, El Bosco, Barocci, Rembrandt, Vermeer).
Rare & Indispensable, 100 obras maestras de las colecciones flamencas en el MAS
Magritte, Bacon, Ensor, Moore, Jordaens, Rubens... son algunos de los nombres mundialmente conocidos que se expondrán en el MAS en otoño de 2023. La imperdible exposición "Rare and indispensable" reúne una selección de la lista de Obras Maestras de Flandes -prestadas temporalmente al MAS por museos, iglesias, bibliotecas y colecciones privadas-, que en esta ocasión pueden admirarse juntas en una sala del museo, en un sorprendente viaje por la historia del arte que congrega en el mismo lugar cuadros de Hugo van der Goes, Rubens, Magritte, Ensor y Bacon, con plata preciosa, manuscritos medievales o un mueble Pierre Gole, ebanista del rey Luis XIV. Todo ello en honor del 20 aniversario del "Decreto sobre Obras Maestras de Flandes".
MAS - Museum aan de Stroom, Amberes
Del 31 de octubre de 2023 al 25 de febrero de 2024
From scribble to cartoon, en el museo Plantin-Moretus
Del garabato al cartón, dibujos de Bruegel a Rubens en las colecciones flamencas es una exposición que congrega los 85 más bellos dibujos de maestros antiguos procedentes de colecciones flamencas, y ofrece una asombrosa y representativa visión del arte del dibujo en nuestra región durante los ss. XVI y XVII.
Museo Plantin-Moretus, Amberes
Del 17 de noviembre de 2023 al 18 de febrero de 2024
y en diciembre... Inicio del Año Ensor 2024
En 2024 se cumplirán 75 años del fallecimiento del pintor James Ensor (1860-1949). Para conmemorar al artista, Ostende, la ciudad en la que nació, vivió, trabajó y murió, y Amberes, cuyo museo KMSKA alberga la mayor colección de obras del pintor, organizan Ensor 2024, un año temático que incluirá grandes exposiciones y atractivos proyectos.
El fin de semana del 16 de diciembre de 2024 arranca el Festival urbano en Ostende, con la inauguración de la exposición Rose, Rose, Rose à mes yeux! James Ensor y la naturaleza muerta en Bélgica 1830-1930 en el Mu.ZEE de la ciudad, que se extenderá hasta el 14 de abril de 2024. Tras los primeros nueves meses de exposiciones y eventos en Ostende, a partir de octubre 2024, Amberes toma el relevo con cinco exposiciones entre las que destaca In your wildest dreams. Ensor beyond impressionism, que tendrá lugar en el KMSKA del 28 de septiembre de 2024 al 19 de enero de 2025.
Por su parte, en Bruselas, ciudad en la que Ensor estudió durante tres años, en 2024 el museo KBR le dedicará la exposición James Ensor: inspired by Brussels, del 22 de febrero al 2 de junio de 2024.
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