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Como nuestro vuelo salía muy pronto, a las 7:40 de la terminal 2 de barajas, y después de molestar a mi hermano como siempre para que nos acerque, ya que no teníamos que facturar equipaje, llegamos sobre las 6:30 al aeropuerto. Nos presentamos en los mostradores de facturación, y como no habíamos viajado nunca sin nada de equipaje, no sabíamos que no nos hacia falta pasar por allí según nos dijo el chico, asi que para la vuelta ya lo sabíamos, con hacer el check in online y descargarlo al móvil, era suficiente. Pasamos los controles y buscamos la puerta de embarque. Gracias a dios el vuelo va en hora y embarcamos y despegamos a la hora prevista. Aunque el vuelo era corto, nos ofrecieron desayuno caliente, no demasiado bueno, pero algo fue. Llegamos en tiempo a Munich. Como no tenemos que recoger equipaje, cogemos nuestras maletas de mano y salimos disparados para afuera. Nada mas salir de la terminal te das cuenta que has llegado al paraíso de la navidad, todo lleno de tenderetes navideños, pastas, vino ….hasta una pista de patinaje!
Salimos de frente y bajando por las escaleras está la terminal del tren. No hace falta comprar el billete justo nada mas salir del avión, que esta lleno de gente y hay que hacer cola, en la misma estación hay un montón de maquinas, y como ya os he dicho el billete del aeropuerto y listo. Como dentro de la web de bahn, se pueden hacer los trayectos que tu quieras y te da las horas de salida y llegada, yo ya llevaba escritas las horas a las que el tren salía, asi que llegamos de maravilla para coger el siguiente. Los trenes están bastante bien, comodos y bien equipados. Por la megafonía te van indicando las paradas en alemán e inglés, y también hay una pantalla que pone el nombre de la estación siguiente. Desde el aeropuerto para llegar al centro salen el s1 y el s8. Nosotros hacia nuestro hotel cogimos el s1, que en mas o menos media hora, nos deja en la estación de moosach, y nada más salir del tren, ya se ve nuestro objetivo, el letomotel. Aunque la entrada es a partir de las 3 de la tarde, ya ya había hablado con ellos para acercarnos a dejar el equipaje y volver luego en la tarde. La gente de la recepción fueron muy simpáticos todos con los que coincidimos, en ingles eso si, porque de español nada de nada. Hacemos el check in, pagamos, y nos guardan nuestras maletas, y después de decirles que volveríamos ya por la tarde noche, como justo al salir esta el autobús 51 que es el que nos lleva hacia el palacio de nympheburg, nos montamos con nuestro ticket del aeropuerto que nos vale todo el dia para cualquier transporte y en poco mas de 15 minutos estamos ya allí.
Hemos tenido suerte y aunque los pronósticos eran peores, hace un sol radiante, para lo abrigados que vamos hasta calor. Nos acercamos andando hasta el palacio que en toda su parte de delante tiene una gran fuente y como un lago en el que disfrutan un monton de cisnes nadando y esperando que les den de comer…eso si en la zona que no está helada, porque aunque el sol brille, el agua en algunas zonas tiene una capa de hielo de aupa, y es que como pudimos comprobar aunque de dia haga menos frio, al caer el sol corria una rasca divina!.
Llegamos a la entrada del castillo, donde está toda la tienda y las taquillas, y compramos aquí el billete mehrtagesticket, es un billete que durante catorce días te da acceso libre a un monton de sitios, castillos, museos y demás en toda Baviera. Como eramos dos, nos costó 44 euros. Se puede comprar incluso por internet, pero con un costo por mandarlo a casa, pero en cualquier de los monumentos incluidos te lo venden. Te ponen la fecha de compra y la de expiración catorce días después. Te sale mas que compensado aunque no estes catorce días por allí.
En este enlace podeis comprobar los que forman parte de este billete www.schloesser.bayern.de/ ...e_span.pdf .
Con el billete comprado y bien guardado para todos los días posteriores, dejamos la mochila que llevamos ya que no se puede entrar con ella a los apartamentos reales en unas taquillas, gratis, para tal efecto. Se pueden visitar , y hacer fotos, varias estancias de los apartamentos reales del palacio.
El horario es en estas fechas de 10 a 16. Y la entrada conjunta para ver todo cuesta en estas fechas 8,50. También hay audioguia pero es de pago, 3 euros.
A la salida, nos dirigimos a dar una vuelta por los jardines, lo malo de viajar en invierno, claro está, es que los jardines y su esplendor brillan por su ausencia, pero no se puede tener todo. Damos una vuelta por ellos, comprobando que son enormes, quisieron hacer una replica, aunque lejana, bastante lejana, de los jardines de Versalles.
A la salida visitamos también el museo de carruajes reales con unas carrozas espectaculares
y tambien otros coches oficiales
y algo que nos llamo mucho la atención, pero normal para esos parajes, un monton de trineos reales…
Ya que estamos en la hora de comer, volvemos a coger el bus de nuevo hacia el hotel y ya allí, cogemos el sbahn hacia el centro, hacia Marienplatz, preparados para nuestra primera toma de contacto con la navidad muniquesa. Y que toma! Porque según salimos de la estación, nos damos de bruces con los puestos y más puestos navideños. Que gentío! Que bullicio! Y que preciosidad! Todo ello debajo de la vigilancia del nuevo ayuntamiento de Munich.
Como era sábado estaba todo a reventar, y para irnos imbuyendo de navidad, y como dicen que alla donde fueras haz lo que vieras, a por un gluwhein, el famoso vino caliente especiado, que por cierto no será por tenderetes, madre mia lo que beberán por allí ese vino. El vino vale entre 3 o 4 euros, y te lo dan en unos vasos muy bonitos, de colores, con formas, el nuestro era una botita roja chulísima, tienes que dejar de deposito también otros 3 o 4 euros y si devuelves el vaso te lo reembolsan. Aunque me imagino que los únicos que van de vuelta son los de los propios muniqueses, porque los de los turistas seguramente todos se vuelven a casa en nuestro bolsillo! A mi no me gusta demasiado el vino, y la verdad que no me entusiasmo mucho pero allí les pirra porque por todos sitios se veía gente bebiéndolo.
Guiados por un estupendo olor, nos decidimos a comer en un puesto de sus típicas salchichas. Nos comimos unas weisswurst, son típicas de Munich, es una salchicha blanca escaldada con especias, que se come con mostaza dulce y como no, un pretzel. Y también pedimos una bratwurst, la típica salchicha en pan, muy rica, aunque como todas con la piel muy dura. Todo eso nos costo unos 10 euros, contando con que aquí todo tiene un deposito. Como unas de las salchichas nos las dieron en plato, cuando devolvimos el plato nos devolvieron 2 euros.
Lo que si es caro aquí, y por todos sitios es el agua o refrescos, una botella pequeñita de agua nos costó 3,50 y también aquí al devolver la botella vacía nos devolvieron 50 centimos. Aquí el agua es cara hasta en el super, porque una botella de medio litro de evian, valia ya el euro, y eso que era en un supermercado. el resto de dias compramos otra marca en el super, de litro y medio, una marca de alli, a 1,19 euros. cuidado eso si, que alli se usa mucho el gas, cuidaros que ponga natural en la botella. Ya que estamos deseando de ver navidad y navidad, nos dedicamos nuestra primera tarde a recorrer el mercadillo, una inmensidad de puestos, con cosas de comida, dulces, vinos, artesanía navideña…..por todos sitios había puestos… y gente, sobre todo gente. Puestos incluso dentro del patio del ayuntamiento, con un gran árbol….
Y seguimos andando , y tropezamos con otro mercadillo más
Y llegamos también al viktualienmarkt, que aunque era tarde todavía seguía abierto muchos puestos de él.
Y desde allí nos disponemos a probar los más anunciado de munich, su cerveza, asi que a la búsqueda de su cervecería más famosa, la hofbrauhaus. Y tras callejear un poco, luego vimos que desde la misma marienplatz, torciendo un poquito se llega casi derecho, llegamos a ella,
y ya desde fuera se puede oir lo que nos espera dentro….cientos de personas disfrutando de la comida y la bebida dentro de esta famosa cervecería.
Entramos y subimos al ultimo piso donde hay un salón muy bonito con un escenario.
Bajamos y decididos a tomarnos algo, ya que aquí todo el mundo se sienta con todo el mundo, allí que vi dos sitios y derechos a preguntar si estaban ocupados, y un alemán regordete y con los mofletes rojos, imagino que no precisamente de calor, nos sentamos. Aquí la carta como mucho en ingles, echamos un vistazo y pedimos ya que a mi la cerveza no es mi fuerte, una radler, cerveza con limonada, y aquí la mas pequeña es de un litro. Sobre los 8 euros. A comparación de España y contando con que es un litro de cerveza, y buena, a mi no me pareció tan caro, porque si piensas lo que aquí nos cobran por un simple botellín… Asi que aleeee….a beber se ha dicho!
Y la verdad es que estaba buena, no es el mismo sabor que aquí en España. Todo eran gritos, gente, jaleo…mucha gente alemana con los amigos pasando la tarde. Una chica vestida de bavara se acerca con una cesta llena de pretzels enormes,
compramos uno por 3,70 euros, muy muy bueno la verdad, de lo mejor que comimos.
La verdad que aunque no te guste mucho este jaleo, es tanto jolgorio lo que hay que te acaba por imbuir en su espíritu, mi marido acabo dando gritos y porrazos como ellos. Además al poco de estar allí, empezó a tocar una banda en directo de músicos bávaros ataviados con el traje típico, muy bonito la verdad!
Y después de un buen rato allí, nos levantamos y decidimos marchar hacia el hotel, que las horas ya pesaban encima. Cogimos el tren en marienplatz, que con la s1 nos llevaba directamente al hotel. Dentro de la ciudad, los trenes también están muy bien indicados, sabiendo la línea que tienes que coger, y mirando el final de la línea en la dirección en la que tengas que ir, hay unos carteles informativos, que te indican el tren que pasa, la dirección que lleva, los minutos que quedan para que llegue, y la zona del anden en la que parara, a, b o c. está muy bien indicado y sin ninguna perdida.
Llegamos al hotel enseguida, sobre 20 minutos o menos. Recogemos nuestras maletas y tras darnos las tarjetas, subimos en el ascensor al tercer piso, por cierto, ascensor que no sube si no metes la tarjeta, genial para que no se pueda colar nadie de la calle. La habitación muy limpia y calentita. Como las almohadas eran un poco bajas para nosotros, baje a la recepción y pedi a la chica si por favor podía darme otras dos, y muy atenta me dijo que la acompañase y me dio dos nuevecitas, en su bolsa y todo. Una duchita y preparado ya el dia siguiente nos vamos a dormir que ya toca. Gute natch! O lo que viene a ser lo mismo….buenas noches!
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