Blogs / Diarios 
Hola! Hoy nos toca madrugar un poco más, a las 9 abren el acceso a la parte superior de Notre Dame y queremos estar pronto para evitarnos la cola.
Llegamos a las 8.40h y ya hay gente, pero no mucha menos mal (aquí estrenamos el museum pass, y no nos sirve para saltarnos la cola) Subimos en el primer "turno" (por la falta de espacio van subiendo a la gente en grupitos) y nos pasamos un buen rato arriba disfrutando de las vistas, de las gárgolas y de la grandiosidad de la parte trasera de esta catedral tan increíble.
Al bajar, toca la visita a la catedral, damos la vuelta lentamente, sin prisa, parándonos en cada detalle que nos llama la atención (y son muchos). Nos sentamos un rato a disfrutar de los rosetones, los techos y el altar. Mi marido alucina de estar por fin aquí, llevaba muchos años soñando con ello.
Una vez fuera, toca recorrer la catedral por fuera. La rodeamos en el sentido de las agujas del reloj, haciendo la primera parada técnica del día en el parque que hay justo detrás, que cuenta con Wifi gratis además de las vistas.
Terminamos de dar la vuelta, y tras un millón de fotos a la fachada delantera, ponemos rumbo a la Saint Chapelle (aquí si nos saltamos la cola con el museum pass y entramos directamente). A pesar de las obras, a mi marido le impresionó mucho. Esas vidrieras tan altas, esos colores...para volverse loco.
Al salir dudamos: visitamos la conciergerie o no? (también está incluída en el museum pass) Al final decidimos saltárnosla, son las dos de la tarde y nos queda todo el paseo por el Barrio Latino. Cruzamos el sena por el Pont St. Michel y nos encontramos la famosa fuente de frente. Es más grande y más bonita de lo que me había imaginado, pero está tan atestada de gente que apenas podemos hacerle una foto en condiciones.
Seguimos la orilla del Sena hasta la librería Shakespeare and Co., y callejeamos por la zona en busca de algún sitio en el que nos den de comer, son ya más de las 15h, el tiempo se nos ha pasado volando y sólo el rugir de las tripas nos han devuelto a la realidad, hemos desayunado a las 8 de la mañana y llevamos toda la mañana paseando. Al final acabamos en el Restaurante 96 Café contemporain, donde comemos una "formule" compuesta de una ensalada con verduras a la brasa, muy buena, y una pasta con pollo de segundo, muy abundante y sabrosa. Con un par de copas de vino, la cuenta asciende a 37 euros. Muy bien.
Ya con la barriga llena, seguimos el paseo, dirección al Panteón, dando un rodeo y paseando por la Sorbona, Odeón...la zona nos encanta.
Antes de entrar al Panteón, visitamos también Sainte Genevieve y Saint-Étienne-du-Mont. Cada vez nos gusta más esta zona, a cada paso hay edificios que no nos esperábamos.
Por fin entramos al Panteón, vamos un poco justos porque cierran a las seis, pero nos da tiempo. Y menos mal porque alucinamos. Qué techos, qué estatuas, qué columnas! Visitamos también la parte de las tumbas, Los Curie, Victor Hugo, Voltaire, Rousseau, Alejandro Dumas...emocionante.
Al salir decidimos que necesitábamos otra parada técnica, y pusimos rumbo a los jardines de Luxemburgo, con una paradita en una heladería Amorino, que tiene unos helados buenísimos (y que nos acabamos de enterar que tienen una heladería en Madrid, así que ya la visitaremos, ñam!)
Damos buena cuenta del helado mientras paseamos por los Jardines, que están más bonitos que nunca al sol (la última vez que visité este parque fue un martes de febrero a eso de las 10 de la mañana, estaba más bien triste, jaja). Buscamos (sin éxito) la estatua de la libertad y acabamos tumbándonos al solecito un buen rato, qué gusto, por Dior!
Así se nos pasó un buen rato, disfrutando del sol, de la gente, del parque y del descanso, hasta que no quedó más remedio que poner marcha de nuevo. Cogimos la Rue Bonaparte para ver de camino St. Sulpice y Saint-Germain-des-Pres. También teníamos pensado parar en Pierre Hermé para comprobar si sus macarons son mejores que los de Ladurée, pero iríamos distraídos y no la vimos.
Cruzamos por el puente del carrusel hacia el Louvre. La idea era subir los Campos Elíseos para subir al Arco del Triunfo al atardecer, pero ya no nos daba tiempo, íbamos a llegar de noche, y además estábamos totalmente muertos, así que dimos por terminada la jornada de visitas, cogimos el metro en Concorde hasta la ópera, y plantamos los panderos en un bar irlandés muy cerca de nuestro hotel (O'Sullivans) y estuvimos viendo el fútbol (jugaba el Barcelona la Champions, hay mucho culé en París jeje) mientras nos tomábamos una pinta tras otra y nos zampábamos unos nachos y una hamburguesa. La cuenta subió casi a 80 euros pero es que las hamburguesas ya eran 14 cada una, y nos bebimos tres pintas cada uno
Después del fútbol, a dormir que mañana nos toca pateada por el Louvre y el museo de Orsay.
Etapa anterior
Últimos comentarios al diario: 
Tema: 
Ir a tema del foro
