Domingo, 18 de noviembre.
Hoy nos vamos de Bora Bora, la isla en sí es muy pequeña pero tiene una laguna increíble. Las águilas de mar y las rayas además de toda la fauna de arrecife están presentes dentro del recinto acuático del hotel.
El alojamiento es fabuloso en las VILLAS, no sabemos qué tal serán los over water, suponemos que estarán bien, pero son la mitad de grandes. En cuanto a la comida es el “peor” de los sitios: “Le Reef” comida muy extraña (dicen que gourmet), en “Le Sand” comida más internacional y conocida. Además en este restaurante está permitido el take away de la comida que no te puedes comer.
Como no tenemos excursiones ni nada que hacer hasta que dejamos la isla (al mediodía) hoy aprovecho para practicar el paddle surf, cosa que mientras no haya viento no hay problema en practicar, (no me caí ni una sola vez, un artista!), eso sí, como haya viento es muy duro de gobernar. Asimismo pillé una canoa polinesia (de turistas), y lo mismo, muy fácil de navegar hasta que sale el viento y como tiene mucha parte expuesta te lleva para donde quiere. Estas actividades son gratis, así como los kayaks y el esnorkel.
Todos los días hay actividades en la zona de la piscina, te enseñan a ponerte pareos de diferentes formas, a hacer sombreros con hojas de palma e incluso a abrir cocos.
Piscina, tranquilidad y cuando va llegando la hora pedimos la habitación de día, o de cortesía (tienen habilitado un edificio con varias habitaciones con ducha, salita y aire acondicionado) para darnos una duchita e irnos de la isla limpitos y fresquitos.
Tristemente dejamos Bora Bora (echaremos de menos nuestra villa), nos trasladan al aeropuerto, después de ponernos el collar de conchas por supuesto y subimos al avión que tras hacer escala en Huahiné nos llevará a Tahití.
Ya en Tahití nos recogen y nos llevan hasta nuestro nuevo alojamiento, el Hotel Intercontinental. Aquí también tenemos encima de la cama un pareo y dos pulseras de nácar, cortesía de la cadena Intercontinental. Hacemos el check in y con la parejita peruana pillamos un taxi que nos lleva hasta la plaza Vaiete, que es la plaza de las roulottes para cenar al aire libre en Papeete, al lado del puerto. 2840 fp., 23,8 €, el recorrido no es corto.
Se trata de un sitio donde se reúnen los locales y turistas para cenar comida china, tahitiana o internacional, pero con un precio sin competencia, cenamos los dos por 2900fp., 24,3 €, galette breton, (algo parecido a crepes salados, nos encantan y siempre comemos cuando vamos a esquiar al Pirineo), y una coca cola cada uno, la comida está muy rica. El regreso al hotel en taxi nos cuesta lo mismo y ahora a dormir que mañana vamos a hacer la ruta 4x4 de la isla (medio día) 5.500 fp. 46€, cada uno.