Después de desayunar en el hotel, pagamos la cuenta y la señora nos cuenta que acaban de venir unos chicos diciendo que Gocta está cerrado, así que empezamos a dudar de todo lo que nos han dicho.
Compramos unos bocadillos, empanadas y agua en una panadería y cogemos un taxi ( 4 Soles) hasta la terminal desde la que salen los transportes a Pedro Ruiz. Allí preguntamos a los de las combis si saben si está abierto el acceso a Gocta, a lo que contestan sin titubear que efectivamente, está abierto.
Suben las mochilas grandes arriba y montamos por 10 Soles los dos hasta el cruce a Cocachimba. Sólo hay gente local, y va parando por la carretera a dejar o a coger gente.
Llegamos al cruce y allí tenemos que alquilar otra motocarro que nos lleve, pero mientras estamos esperando, pasan dos policías en moto y al vernos se dan la vuelta para advertirnos que no vayamos a Cocachimba, el acceso está cerrado y no se sabe cuando se va a poder abrir.
Cambio de planes, esperamos una de las combis que van a Pedro Ruiz por 6 Soles. En poco rato llegamos, Pedro Ruiz es un pueblo ”grande” y se ve que tiene mucho movimiento y ahora nos toca buscarnos un motocarro que nos suba a Cuispes.
El camino a Cuispes es una subida a través de la selva alta por pista de tierra, que dura sobre media hora. Nos cobró 15 Soles por dejarnos en La Posada de Cuispes, nuestro alojamiento para las tres próximas noches, en la plaza del pueblo.
Son las once cuando llegamos y allí está Jarvik, el chico que lleva la posada. Nos presentamos, dejamos las cosas en la habitación y le comentamos la situación de Gocta y proponemos adelantar la excursión de Yumbilla de mañana a hoy e ir teniendo así un día de comodín para visitar Gocta.
Hace un par de llamadas y quedamos que en media hora estaremos listos para hacer la excursión a las cataratas Yumbilla, Medio Cerro y Cristal. Fueron 80 soles, guias, entradas y motocarro.
Mapa del bosque de cataratas gigantes de Cuispes,
Nos untamos de protección solar y de repelente de mosquitos estamos listos.
Durante el trayecto, paramos en un mirador a contemplar la catarata Chinata.
Es un trayecto de 10-15 minutos en motocarro, hasta que llegamos a la entrada, que suele estar cerrada con llave.
Desde el principio es un camino muy bonito, vas por el medio de la selva. Vemos lo que ellos llaman la pata del diablo.
Subes, bajas, de repente llegas a un claro.
Es todo muy verde y frondoso
En 40-45 minutos, llegamos a la primera cascada del recorrido, Medio Cerro, una caída de unos 200 metros y que está situada a 2.263 metros de altitud.
Pasamos por detrás de la cascada.
Y quince minutos más tarde llegamos a Cristal, catarata situada a 2.275 metros, con una caída de 300.
Pasamos por delante de ella, no lleva mucha agua.
Seguimos caminando, se nota la humedad.
En 10 minutos nos plantamos en el mirador del 2º salto de Yumbilla, tercera catarata más alta del mundo.
Reemprendemos la marcha, tras descansar un poco. Hay que pasar ahora el riachuelo que forma una de las caídas, atravesando un puente de troncos.
Y llegamos a la base de la segunda caída.
Desde aquí decidimos regresar por lo que llaman el sector la soga a la tercera caída.
Son unos 100 metros de descenso por terreno muy empinado y resbaladizo, por lo que está equipado con cuerdas de las que ayudas para bajar haciendo rapel. Como dicen ellos, no es ni fácil, ni difícil. Nosotros lo hicimos sin arnés ni nada, pero están estudiando que su uso sea obligatorio.
Y veinte minutos más tarde, llegamos a la poza del tercer salto.
Ahora toca pasar por detrás de la cortina de agua, es inevitable mojarte durante un segundo al acercarte, además el camino está embarrado, pero merece la pena.
Y desde aquí, iniciamos el regreso, durante el camino de vuelta, vimos un tucán y un pilco (una colorida ave de allí) orquídeas, hongos.
De camino, paramos al pie de la catarata Cristal, a comer las empanadas y bocadillos que habíamos comprado en Chachapoyas. Nos gustó mucho la ruta, el camino por la jungla, las cataratas que vas encontrando, Yumbilla, bajar por la soga, estuvo muy bien.
Tardamos 4 horas y cuarto en hacer la ruta, y aunque no es dura, la humedad se hace sentir.
Al llegar a la posada, nos duchamos y nos tomamos unas cerveza que sacamos a la plaza, allí la tomamos comiendo pipas (es otra manía reciente que tenemos). Y poco más se puede hacer, salvo dejar correr el tiempo hasta la hora de la cena.
Hay que saber a lo que se va a Cuispes. Se va a hacer trekkings muy chulos, excursiones muy interesantes, muy poco masificadas. Y después de acabar la excursión, pues ducha, cerveza y esperar hasta la cena, nosotros además no coincidimos con nadie allí, después a la cama pronto. Que nadie espere bares, internet, etc…
Cenamos dos enormes y ricos filetes de pollo con mucha guarnición y otra cerveza de las grandes. Le preguntamos a Jarvik si habían abierto Gocta, y nos dijo que no, no habían podido rescatar el cuerpo. A lo mejor mañana en la mañana lo rescataban y lo abrían por la tarde. Nosotros entonces mañana haríamos la excursión a los sarcófagos de San Jerónimo.