Nuestro último día, se redujo a desayunar tranquilamente en el hotel, cogimos el transporte al aeropuerto el taxi concertado del hotel por 40 Soles (con Taxi Green hubieran sido 60 Soles) y cuarenta y cinco minutos después estábamos en el aeropuerto internacional. El avión salió en hora y bastantes horas después, llegamos a España, mientras recordábamos nuestras aventuras en este mágico y enigmático país.
CONCLUSIONES VIAJE: Perú, el país donde nunca puedes aceptar el primer precio que te den, donde los taxis, autobuses, vans, colectivos, motocarros y cualquier medio de trasporte, están tocando constantemente el claxón, donde es muy difícil encontrar papeleras, donde casi nunca tienen cambio para darte la vuelta y donde la gente es muy amable y optimista (todo se arregla mañana), fue nuestro destino elegido para este año.
Es un destino muy fácil para ir de mochilero, la gente siempre está dispuesta a ayudar y el idioma, indudablemente, ayuda mucho. (Una cosa que me ha sorprendido sobremanera de los peruanos, es la enorme dificultad que tienen para sumar o para restar, los primeros días pensaba que se estaban quedando conmigo cuando pasaban verdaderos apuros para sumar 30 + 40, o cuando utilizaban los dedos para restar 5 menos tres, pero después de varios días, es la tónica general, por lo menos de lo que vimos nosotros. Ellos siempre podrán decir lo mismo de nosotros con respecto a los idiomas).

El Norte: Mucho menos masificado que el sur y toda la zona del Valle Sagrado. Combinamos museos e historia con arquitectura, naturaleza y trekkings. No podemos opinar de la ruta del gringo, pero a nosotros el Norte nos gustó mucho, poca gente, muy auténtico y barato.
Cuando hicimos la excursión a los sarcófagos de San Gerónimo, los chicos del pueblo nos dijeron que últimamente tienen mucho turismo para hacer esta ruta, cuando les preguntamos acerca de ello, nos contestaron todo contentos que la última semana habían salido todos los días con una o dos personas. En Kuelap, reciben una media de 40.000 visitantes anuales, esto da una idea de lo poco conocido que es esta zona y es que ni siquiera venden imanes.
El Valle Sagrado: Como he dicho varias veces, a nuestro juicio, sólo Machu Pichu, justifica con creces el viaje a Perú, aunque ofrece muchas más cosas. Pero sin duda, es el plato fuerte de todo el viaje. Evidentemente hay que ir con la mente abierta, va a haber mucha gente, de ahí que para nosotros sea tan importante la posibilidad de quedarte hasta última hora de la tarde, a partir de las 14:00-15:00 muchísima gente se va, con lo que tienes tus momentos para disfrutar de esta maravilla mucho más a gusto. También pensamos que es imprescindible coger un guía y si podéis coger alguno con un grupo no muy grande, muchísimo mejor, compensa por el precio poder disponer en “exclusividad de algún guía”.
La gastronomía peruana es otro punto a favor para visitar el país. Ceviche, lomo saltado, carne de alpaca, pollo a la brasa, papas a la huancaína, humitas, tamales, cuy, anticuchos, ají de gallina. Hay mucha variedad y se come muy bien.


Para concluir, Perú nos ha gustado mucho, y aunque no ha sido nuestro viaje más completo o el que más nos haya impactado en su conjunto, es un destino muy recomendable en el que destaca sobre manera el Santuario Histórico de Machu Pichu, uno de los sitios más espectaculares e impresionantes que yo haya visitado nunca, de hecho casi un mes después de regresar del viaje, sigo pensando que de lo que he visto en el mundo, no pondría nada por delante. La ubicación, el entorno, la energía, la magia, un lugar Top.
FIN