Primera experiencia en autobús nocturno y muy bien la verdad. Nos habían recomendado esta compañía para ir a Trujillo y es para ello. Cogimos meses antes por internet asientos vip en el nivel de arriba, con asientos reclinables 180º, pantalla individual. Nada más acomodarnos, sirven la cena. Bocadillo, pastel, algo de beber y algún caramelo.
Conseguimos dormir una parte del trayecto, y a las siete de la mañana llegábamos a la terminal de Excluciva en Trujillo. Habíamos quedado con el hotel que nos mandaba un taxi que nos entraba en el precio, pero allí no había nadie. Total que nos montamos con un señor mayor que nos llevó a nuestro hotel por 6 Soles.
Nos dieron de desayunar como cortesía por la confusión con el taxi. Hablamos por teléfono con los de Colonial Tours, y nos confirmaron que pasarían a buscarnos al hotel. Nos duchamos y ya están esperando por nosotros, nos llevaron a las oficinas, pagamos las dos excursiones de Trujillo y la de Chiclayo (340 Soles, con entradas, guía y transporte).
Hoy tenemos Tour Full Day, visitaremos el Tempo Arco Iris, la Huaca Esmeralda, Chan chan, Huanchaco, y por la tarde las Huacas del Sol y la Luna. Mientras esperamos, paseamos un poco y vemos unos de los típicos balcones trujillanos.
Somos 14 ó 15 personas, así que nos reparten en dos van. Vamos a por nuestra primera visita. El templo Arco Iris, o Huaca del dragón, situado a las afueras de Trujillo. Es un monumento religioso de la cultura chimú, construido en adobe, cuyos muros están decorados con altorrelieves. Formó parte del complejo de Chan Chan.
Nos dirigimos ahora a la Huaca Esmeralda, otra construcción arqueológica perteneciente a la cultura chimú. Recibe su nombre, porque cuando fue descubierta, estaba en las inmediaciones de la urbanización Esmeralda, así que no se complicaron la vida. Por esta zona, se dejaban ver los viringos, perros peruanos sin pelo.
Después de terminar la visita,(se hace rápido, no es demasiado grande) nos vamos al museo de Chan Chan, que está en la carretera que lleva a Huanchaco. Exhiben objetos originales encontrados en la ciudad de Chan Chan, de las culturas Moche y Chimú, cerámicas, textiles, ídolos de madera.
Vas viendo diferentes espacios y llegas a la última sala. Allí tienen una maqueta en la que te explican el crecimiento y desarrollo de la ciudad, mientras se van encendiendo las diferentes partes de Chan Chan. Está chulo esto.
Después nos encaminamos a visitar la ciudad de Chan Chan (la ciudad más grande de América, hecha de adobe), más concretamente la ciudadela Tschudi o Nik An, , la única de las nueve que se puede visitar
Charles, nuestro guía de hoy, nos explica muy bien y con mucha pasión, la historia de los pueblos Moches y Chimús, a que se dedicaban, de sus “encuentros” con los Incas, con los españoles. Es muy interesante escuchar cómo cambia el discurso sobre los Incas con respecto a lo contado por los guías del Valle Sagrado.
Grandes y gruesas murallas, una ciudad enorme, con paredes con relieves muy trabajados. Llegamos a la tumba Real.
Aquí, acabó la visita. Volvimos a la entrada, entramos en la tienda de recuerdos, y nos montamos en la furgoneta. Según el programa, ahora deberíamos ir a Huanchaco, pero nos comenta Charles, que hay exhibición aérea y si vamos no nos puede garantizar que lleguemos a tiempo de visitar las Huacas del Sol y la Luna y nos ofrece comer en Trujillo y emprender el camino hacia las Huacas. A nadie del grupo nos entusiasmó la idea, todos íbamos con idea de probar el ceviche en Huanchaco, pero poco más podíamos hacer.
Es de justicia reconocer que comimos muy bien (César Hotel), dos ceviches y papas a la huancaína y lomo saltado, un vaso de chicha morada y otro de maracuyá, por 36 Soles. Estuvo todo muy rico.
Nos ponemos en camino hacia el complejo arqueológico de las huacas del sol y de la luna. De la cultura Moche.
Antes de visitar la Huaca de la Luna (la del Sol no se puede), entramos a visitar el Museo Huacas de Moche. Una visita muy interesante para conocer más sobre la cultura Moche y que complementa y ayuda en la posterior visita a la Huaca La Luna.
Es una visita muy interesante, con sus diferentes capas, sus pinturas murales. Aunque a mí personalmente se me hizo un pelín pesada esta última parte. Creo que ya estaba un pelín saturado de información de las culturas Moche y Chimú.
Sobre las seis de la tarde acabó el tour, estuvo bastante bien. Charles fue un guía muy recomendable. Nos contaba todo con mucha “intensidad”, se notaba que le gustaba lo que hacía, además intentaba siempre atraer tu interés.
Nos dejó en el hotel, una ducha y un taxi al centro por 3 Soles. Dimos nuestros primeros pasos por la plaza de Armas, vemos la catedral por fuera, los típicos balcones trujillanos. Paseamos por el paseo peatonal Pizarro. Es un paseo muy animado, vemos el Palacio Iturregui, La casa de la Emancipación, pero no paramos, vamos buscando un cajero. Al fin encontramos uno que no nos cobre comisión.
Otro pequeño paseo, disfrutando del ambiente de Trujillo y nos vamos a buscar el restaurante el Celler de Cler, en Jiron Independencia 588, para cenar. Nosotros nos sentamos en el balcón de la calle y lo cierto es que es un sitio muy, muy recomendable. Pedimos una de las especialidades de la casa, para compartir, Ceviche caliente de lomo fino. Lomo de alpaca y canelones rellenos de res, con dos cervezas fueron 140 Soles. Buena música, buen servicio. La cena fue deliciosa.


Compramos un par de botellas de agua (a las excursiones o tours, siempre llevábamos una mochila, con agua y algo para picar) y tomamos un taxi para el hotel por 5 Soles.