Tenía pensado ir al parque nacional de Ala Archa en mi último día en Kirguistán, pero estaba hecho polvo. Había andado casi 50 quilómetros en los dos últimos días (y 20 más el primero en la capital), estaba muerto de cansancio y con la cara quemada por el sol, así que decidí tomármelo con calma y estar por Bishkek…vale que no tiene mucho que ver, pero bueno, al menos me dediqué a disfrutar de la gente y los edificios. Lo mejor fue que en la web de Lonely planet hablaban de unos baños rusos, y para allí que me fui: un edificio soviético pero bonito, donde me tiré dos horas entre la sauna y la piscina cubierta con una cúpula en forma de yurta y de agua muy fría…yo era el único extranjero. Al principio fue raro pero al final estaba como Pedro por su casa y fue una gran experiencia también. Última vuelta por la ciudad, incluyendo de nuevo Osh Bazar, cena (Lagman, otro plato muy típico a base de tallarines con carne en el que dicen que es el mejor restaurante de la ciudad para comerlos, Faisal) y a dormir temprano, que al día siguiente madrugaba para coger una avión a Uzbekistán. Se había hecho algo corto, cinco días, pero a mí me gusta aprovechar al máximo el tiempo, y el ir solo me lo permite. En otros países también he estado solo 5 días (Taiwán, Benín, Nepal, Georgia…) y si se aprovecha bien, se disfruta mucho más…no me gustan los viajes largos donde estar mucho tiempo en un mismo sitio…se me acaba haciendo repetitivo y al final te (mal) acostumbras y no aprecias las cosas…hablo de mi punto de vista.