El día amanece feo y lluvioso, tras desayunar, decidimos ir a Tulcea, la ciudad mas importante de la zona y el centro de comunicaciones de todo el Delta, desde su puerto salen los barcos que conectan las distintas poblaciones de la zona, incluso con la cercana ciudad ucraniana de Odesa; la regularidad de estos barcos varía según la época del año, por que si se quieren utilizar hay que consultar los horarios, ya que varían bastante.
No es una ciudad bonita, y no tiene demasiado que ver, nuestra primera visita es el acuario, no es un gran espacio pero está cuidado y muy bien explicado toda la fauna y flora del Delta, así como las artes tradicionales de pesca que se siguen utilizando a día de hoy.
También hay algunos acuarios de peces tropicales que hacen las delicias de los mas peques, sobre todo los que contienen los peces payaso, y es que ver a Nemo emociona a cualquiera,
Parece que deja de llover y nos vamos a recorrer la ciudad, no tienen casi ningún atractivo, el museo etnográfico que era de lo poco visitable, esta cerrado por remodelación, a si que no vamos a la zona del puerto, como no llena de obras.
Tras darnos un paseo se nos hace la hora de comer, y nos gusta un local de los muchos que hay Ivan Pescar, y fue todo un acierto, comida basada en una degustación de distintos tipos de preparaciones de pescado y una ensalada que nos encantó, además como es norma en el país con un precio barato.
A media tarde nos regresamos para preparar maletas, que mañana nos toca llegar a Bucarest y hay unos cuantos kilometros.