Tras desayunar, esto no es casa Nelly jajaja, en poco más de 15 minutos llegamos a Borsa, es una pequeña estación de esquí un tanto avejentada, como es pronto no nos resulta difícil aparcar, y nos dirigimos al telesilla para subir a la parte alta desde donde sale el sendero que nos llevará a la cascada, el día es soleado y aunque a primero hora se nota el fresquito de la montaña no hace frío.
El camino de 1,5 km hasta la cascada es sencillo, aunque tienen algunas cuestas con una inclinación significativa, pero que se pueden hacer sin demasiado esfuerzo, a lo largo del recorrido hay bancos, es uno camino lleno de familias recorriéndolo. El paisaje es precioso y las cascada muy bonita, en agosto no tenía gran cantidad de agua, como es lógico, pero aún así es bonita.
De regreso vimos que había una cabaña donde fabricaban quesos, y podías probarlos, realmente rico, además estaban preparando un caldero de poleta con queso y leche, todos los locales estaban haciendo cola para pedir su ración y nosotros no seríamos menos, compramos nuestro ticket, creo que fueron unos 8 lei, y esperamos nuestro turno. El aspecto no es muy apetecible, pero el sabor estaba rico y en lo alto de la montaña apetecía algo calentito, aunque no hacía frío.
Para bajar su había un poco de cola en el telesilla, en un rato bajamos, coche y a Viseu, nos fuimos al supermercado a por agua y a ver si comprábamos algo de fruta que era lo que menos había comido, no encontramos gran cosa, sandia, melón y algunas uvas, con precios muy altos en relación al resto de los productos., luego nos comentaron que es un producto poco habitual en la gastronomía rumana.
Repetimos cafe helado y pasteles y a preparar la etapa siguiente.