Que bien se duerme en una cama y con aire acondicionado!
Después del desayuno salimos a pasear un rato por Iquitos, aunque no apetecía nada porque hacía muchísimo calor y a mi me picaban mucho las picaduras que llevaba, sobretodo las de los pies.
Fuimos paseando por el paseo paralelo al rio y nos fuimos acercando al barrio de Belén, el barrio flotante que ahora no flotaba porque el nivel del agua del rio estaba bajo.
César nos había dicho el día anterior que no fuéramos porque no era seguro, así que lo vimos de lejos. Sólo eran unas chabolas, creo que no tenía mucho encanto.
Nos sentamos a tomar unas cocacolas y una ensalada de fruta porque hacía un calor insoportable y después recogimos las cosas y un transporte del hotel nos llevó al aeropuerto a las 11h.
El vuelo hacía escala en Pucallpa, donde se llenó de gente.
A las 15.30 llegábamos a Lima y esperamos pacientemente la mochila, porque iban con la calma para sacarlas.
Cogimos un taxi de la compañía Taxigreen que nos cobró 45 soles por llevarnos a la 6ªcuadra con la av. Larco.
Una vez allí fuimos al Kusillus y no les constaba ninguna reserva. Me enseñó una habitación pero estaba al lado del salón, así que nos fuimos. Preguntamos enfrente, 656 suites Larco, y nos pidieron 140 soles que la final dejó en 107soles, nos lo pensamos y decidimos quedarnos porque estaba bien, viejillo pero bien.
Salimos a pasear por la av. Larco hacía arriba, hasta el óvalo de Miraflores, donde habían unas tiendas de artesanía que estaban bien de precio.
Aquí cogimos un taxi que nos llevó al restaurante Don Rosalindo, el restaurante de la hermana de Kattia, nuestra amiga. Tardamos media hora y nos cobró 10 soles.
Allí la esperamos y nos vino a recoger para llevarnos a su casa a cenar, donde pasamos una velada estupenda.